Investigadores del Laboratorio de Inmuno-regulación del Hospital General Universitario Gregorio Marañón han tratado con éxito a siete bebés trasplantados de corazón, con un tratamiento único en el mundo basado en una terapia celular con células thyTreg para prevenir el rechazo inmunológico y prolongar de forma indefinida la supervivencia del órgano trasplantado y, por tanto, la vida del paciente.
Hasta la fecha, los resultados preliminares apuntan a que una única administración de esta terapia es capaz de restablecer el equilibrio inmunológico y podría prevenir el rechazo agudo del órgano en estos niños. En la primera paciente, una única infusión de células a la semana del trasplante ha conseguido preservar el correcto equilibrio inmunológico durante 2 años, que es el periodo de mayor incidencia de rechazo en este tipo de pacientes.
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”Asistimos a un avance médico sin precedentes que podría establecer un nuevo paradigma en el tratamiento de diversas enfermedades graves”, explica Rafael Correa Rocha, director del Laboratorio de Inmuno-regulación del Hospital Gregorio Marañón, quien ha publicado los resultados en el ‘Journal of Experimental Medicine’.
”En la era de avanzadas terapias celulares que están cambiando radicalmente el pronóstico de los pacientes con cáncer, nuestra terapia celular explota y potencia los mecanismos intrínsecos que nos proporcionan determinadas células del organismo para, sin el empleo de fármacos, restablecer la tolerancia inmunológica y el correcto equilibrio de nuestras defensas”, añade.
Estudios científicos de los últimos años han demostrado que el sistema inmunológico posee un mecanismo intrínseco de regulación o tolerancia mediado por unas células llamadas T reguladoras (Treg) que controlan y reducen las respuestas inflamatorias inadecuadas. Diversos centros de todo el mundo han intentado explotar las propiedades reguladoras de estas células desarrollando terapias celulares con células Treg obtenidas de la sangre de los pacientes.
Una terapia imposible en niños hasta la fecha
Los numerosos ensayos realizados hasta la fecha de muestran que esta terapia es segura al emplear las propias células del paciente, pero no se ha conseguido la eficacia terapéutica esperada dada la baja cantidad y calidad de las “envejecidas” células Treg obtenidas de la sangre de adultos. Mientras que en niños, a pesar de que la calidad de las Treg se supone mejor, esta terapia era inviable dado el bajísimo número de Treg que se pueden obtener del pequeño volumen de sangre que se puede extraer a pacientes pediátricos.
El Laboratorio de Inmuno-regulación, del Instituto de Investigación Sanitaria GregorioMarañón (IISGM), dirigido por Rafael Correa Rocha, lleva 10 años investigando cómo obtener grandes cantidades de Treg y de alta calidad empleando una fuente alternativa a la sangre y que permita a los pacientes pediátricos acceder a este tipo de terapias avanzadas.
El trabajo de investigación de Esther Bernaldo de Quirós y demás miembros del equipo de Rafael, ha permitido desarrollar una estrategia totalmente nueva para fabricar dosis terapéuticas de células Treg a partir de un tejido que cubre el corazón y que se desecha habitualmente en el transcurso de las cirugías cardiacas infantiles, el timo. Las células Treg obtenidas de tejido tímico (o thyTreg) poseen cualidades únicas y una altísima capacidad reguladora, y el protocolo desarrollado por el grupo permite obtener miles de veces más células que las que se pueden obtener de la sangre.
Este grupo es pionero en el uso terapéutico de estas células thyTreg en pacientes, y junto con el Área del Corazón Infantil y la UCI pediátrica del Hospital Gregorio Marañón, iniciaron hace tres años un Ensayo Clínico de una terapia con células thyTreg para prevenir el rechazo en bebés trasplantados de corazón. Este ensayo ha sido el primero a nivel mundial que realiza una terapia con Treg en niños trasplantados, y sobre todo es el primero que emplea en humanos células thyTreg obtenidas de tejido tímico en vez de Treg de sangre, con lo que se han podido obtener un mayor número de células y de mucha mejor calidad, haciendo posible el uso de esta terapia avanzada en pacientes pediátricos.
El investigador confía “plenamente” en que esta terapia puede suponer toda una revolución y podría permitir el tratamiento eficaz de patologías graves como el rechazo a trasplante, los procesos autoinmunes, la enfermedad injerto contra receptor o incluso los procesos de hiperactivación inmune responsables de muchos de los ingresos en UCI por distrés respiratorio. ”Los resultados iniciales obtenidos hasta la fecha en los pacientes tratados confirman la seguridad de la terapia y apuntan a que puede ser altamente eficaz en el control de las respuestas inmunes indeseadas, situando a nuestro país a la cabeza de este gran hallazgo clínico”, concluye.
Esta estrategia terapéutica puede restablecer el correcto equilibrio inmunológico y podría inhibir por completo o reducir en gran medida las respuestas inmunes responsables del rechazo, prolongando de forma indefinida la viabilidad del órgano trasplantado y con ello la vida del paciente. Al emplear las propias células del paciente, los efectos secundarios son mínimos y esta terapia podrá implantarse a corto plazo en los hospitales, mejorando la supervivencia de los órganos trasplantados en el país que es líder mundial en donaciones y trasplantes realizados cada año.
La pequeña Irene, la primera en recibir la terapia
La pequeña Irene, de seis meses de edad, nació con una cardiopatía congénita que requería un trasplante cardíaco y ha sido la primera paciente en el mundo que ha recibido esta terapia innovadora tras ser trasplantada de corazón en el Hospital Gregorio Marañón.
A la semana de recibir su trasplante se le administró una única dosis de sus células thyTreg, y se ha hecho un seguimiento exhaustivo durante dos años para determinar si la terapia thyTreg podría disminuir el riesgo de rechazar su nuevo corazón.
Durante estos dos años, Irene ha mostrado tener en su sangre una reserva de células Treg superior a la de niños trasplantados de corazón que no habían recibido la terapia thyTreg, y la presencia de estas células ha podido mantener bajo control los mecanismos inmunológicos que podrían desencadenar el rechazo.
Como un potencial beneficio de la terapia, no se ha detectado ningún signo de rechazo en esta paciente en estos dos años post-trasplante, que es el periodo con mayor incidencia de rechazo en estos niños. Conseguir inducir la tolerancia “reeducando” la respuesta inmune del receptor con la estrategia propuesta, podría resolver el problema de la supervivencia del órgano en estos pacientes prolongando de forma notable su esperanza de vida, y dando esperanzay una posible solución a una situación especialmente dramática para las familias de estos pacientes. Conseguir que se pueda pensar en que un trasplante para toda la vida es posible tendría un grandísimo impacto médico, económico y social.
*Información elaborada por Europa Press