El cáncer de hígado es una enfermedad grave que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en el hígado, el órgano encargado de filtrar la sangre y llevar a cabo diversas funciones metabólicas. Este tipo de cáncer puede clasificarse en dos categorías principales: el carcinoma hepatocelular, que se origina en los hepatocitos (las células principales del hígado), y las neoplasias malignas secundarias o metastásicas, que se han diseminado a partir de otras áreas del cuerpo.
Los síntomas del cáncer de hígado a menudo no se manifiestan en las etapas iniciales, por lo que pueden ser difíciles de reconocer. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, se pueden presentar signos y manifestaciones clínicas diversas. Entre los síntomas más comunes están:
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- Pérdida de peso inexplicable, que puede ser un indicador de que el cuerpo está consumiendo recursos adicionales debido al crecimiento del cáncer.
- Pérdida del apetito o sensación de saciedad temprana que puede ocurrir debido a que el tumor ejerce presión sobre el estómago.
- Dolor abdominal, que puede presentarse especialmente en la parte superior derecha del abdomen donde se encuentra el hígado o cerca del hombro derecho.
- Distensión abdominal o hinchazón, que puede ser signo de acumulación de líquido en el abdomen, una condición conocida como ascitis.
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- Ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos, resultante de la acumulación de bilirrubina cuando el hígado no es capaz de procesarla adecuadamente.
- Cambios en el color de la orina y las heces, que pueden volverse más oscuros y pálidos respectivamente, debido a las alteraciones en el procesamiento de la bilis.
- Fatiga generalizada, este síntoma es frecuente y tiene diversas causas, incluyendo la disfunción hepática y la presencia de cáncer.
- Náuseas o vómitos, que pueden ser respuestas del cuerpo a la acumulación de toxinas que el hígado dañado no puede filtrar.
¿Cómo se trata el cáncer de hígado?
El tratamiento del cáncer de hígado variará según la etapa y la extensión del tumor. Las opciones incluyen resección quirúrgica del tejido afectado, trasplante de hígado en casos selectos, terapias de ablación para destruir células cancerosas, quimioembolización que bloquea el suministro de sangre al tumor, y terapia sistémica como la quimioterapia. La inmunoterapia y la terapia dirigida también están emergiendo como tratamientos efectivos.
Además de los tratamientos disponibles, la Clínica Mayo resalta la importancia de una detección precoz para mejorar las probabilidades de tratamiento exitoso. La detección del cáncer de hígado a menudo incluye el uso de pruebas de imagen como la ecografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Además, los análisis de sangre que miden los marcadores tumorales, como el alfa-fetoproteína (AFP), pueden ayudar en el diagnóstico.
La incidencia de cáncer de hígado en España
El cáncer de hígado representa una preocupación significativa en España. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), este tipo de cáncer ocupa la sexta posición en cuanto a tasa de mortalidad por tumores en hombres y la undécima en mujeres. La incidencia ha ido en aumento, principalmente debido a factores de riesgo como la hepatitis crónica y el consumo elevado de alcohol. Según los datos que aporta la Sociedad Española de Oncología Médica, 5.021 personas fallecieron en España por cáncer de hígado en 2022.