Qué es el síndrome de Cushing, la enfermedad que te pone la “cara de luna llena”

Se asocia a la toma excesiva o prolongada de medicamentos corticosteroides

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El cortisol elevado en exceso
El cortisol elevado en exceso provoca una enfermedad conocida como síndrome de Cushing (MSD Manuals)

El síndrome de Cushing es una enfermedad endocrina caracterizada por una exposición prolongada a niveles elevados de cortisol en el cuerpo. El cortisol, conocido como la hormona del estrés, es una sustancia esencial para la regulación de una variedad de procesos en el cuerpo, que incluyen la respuesta al estrés, el metabolismo de los nutrientes y la modulación del sistema inmunológico.

La enfermedad de Cushing, una forma endógena del síndrome, ocurre cuando la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, produce cantidades excesivas de ACTH (hormona adrenocorticotrópica), que a su vez estimula la liberación excesiva de cortisol por las glándulas adrenales situadas sobre los riñones. Este proceso puede ser provocado por un tumor benigno en la glándula pituitaria, conocido como adenoma pituitario.

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Existen también formas exógenas del síndrome de Cushing que, por normal general, se asocian con la toma excesiva o prolongada de medicamentos corticosteroides, que se utilizan para tratar enfermedades como el asma, las enfermedades reumáticas y otras condiciones inflamatorias. Para el abordaje clínico del síndrome, es fundamental diferenciar entre las causas endógenas y exógenas, ya que el tratamiento apropiado depende de la causa subyacente.

Los síntomas del síndrome de Cushing son variados y pueden incluir obesidad (concentrada en el tronco del cuerpo mientras los brazos y las piernas permanecen delgadas), cara redonda de luna llena, acumulación de grasa en la zona del cuello y entre los hombros, lo que se conoce como joroba de búfalo. También puede haber signos de piel delgada y frágil, tendencia a desarrollar hematomas fácilmente, estrías rojizas en el abdomen y un retardo en la cicatrización de las heridas.

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Además de los signos físicos, el síndrome de Cushing puede conllevar severas complicaciones a largo plazo como hipertensión arterial, diabetes tipo 2, pérdida ósea (osteoporosis), y en algunas ocasiones, problemas psicológicos como la depresión y la ansiedad.

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Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Cushing

Para el diagnóstico del síndrome de Cushing, se pueden realizar diversas pruebas que determinan los niveles de cortisol en el cuerpo, tales como exámenes de sangre, pruebas de saliva y recolección de orina de 24 horas. La imagenología médica, incluyendo resonancia magnética (RM) y tomografía computarizada (TC), se puede utilizar para identificar tumores en la pituitaria o en las glándulas adrenales.

El tratamiento para el síndrome de Cushing depende de la causa específica. En el caso de tumores, la cirugía para removerlos suele ser la primera línea de tratamiento. Si no es posible la cirugía o si restan células productoras de ACTH después de esta, se pueden recetar medicamentos que inhiben la producción de cortisol o radioterapia. En situaciones donde la causa es exógena, se deberá ajustar o cesar el uso de corticosteroides bajo vigilancia médica, para evitar una insuficiencia suprarrenal.

Prueba de cortisol (Shutterstock)
Prueba de cortisol (Shutterstock)

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) de Estados Unidos, aunque la recuperación puede variar según el individuo, muchos pacientes ven una mejora sustancial en su estado de salud tras el tratamiento adecuado del síndrome de Cushing. Resulta fundamental la detección temprana y un abordaje clínico adecuado para prevenir o minimizar complicaciones a largo plazo.

El síndrome de Cushing en España

El síndrome de Cushing endógeno es una afección bastante rara, ya que su incidencia es de 2 a 4 casos por millón de habitantes, según los datos que aporta Elsevier. En España, el único estudio que se ha realizado hasta la fecha se ha llevado a cabo en la provincia de Vizcaya, en el País Vasco. La prevalencia registrada es de 39,1 casos por millón de habitantes y una incidencia de nuevos casos de 2,4 casos por millón de habitantes y año.

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