Llegar a casa a las nueve de la noche, cansado de trabajar después de un largo día. Coger el móvil, un par de clics y a esperar en el sofá disfrutando de la serie o película del momento mientras esperas a que suene el timbre y llegue, calentita a la puerta, tu comida favorita. Desde hace unos años, pedir comida a domicilio se ha convertido en un hábito en la vida de muchas personas. Si se dispone del capital suficiente, un par de deliveries a la semana ayudan a ahorrar tiempo y esfuerzo, convirtiéndose en una comodidad a la que es difícil renunciar.
Las aplicaciones de delivery llegaron para quedarse y, hoy en día, la cantidad de opciones que ofrecen es casi infinita. Chino, thai, italiano, japonés... todo tipo de gastronomía sin salir por la puerta de casa. Pese a su popularidad, estas aplicaciones no se han salvado de protagonizar varias polémicas. La primera y más conocida ha sido la eterna lucha de sus trabajadores, falsos autónomos, para regularizar su situación laboral. Sin embargo, el foco de la última polémica no se centra en las propias empresas, sino en uno de sus usuarios.
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Después de hacer un pedido, el cliente escribió en el apartado de observaciones el siguiente mensaje: “Después de traer la comida, bajar la bolsa de basura que hay en la puerta y no subir por el ascensor, que es solo para los vecinos”. El repartidor, de identidad desconocida, no dudó ni un segundo en sacar una foto a dicho comentario y compartirlo en redes. Rápidamente, la indignación por ese comentario inundó las redes sociales.
Reacción en X (antiguo Twitter)
La fotografía del tiquete del pedido, con el comentario incluido, no tardó en hacerse viral en internet. La cuenta de X Soy Camarero, conocida por dar voz a todos los trabajadores del sector hostelero y sus “anécdotas”, compartió la imagen con un comentario ciertamente irónico: “¿Algo más?”. Así, ha querido denunciar la falta de respeto del cliente hacia el trabajador, que sin ningún tipo de vergüenza, le deja ese mensaje, con aires de superioridad, como si el repartidor tuviera que estar a su disposición para lo que fuera.
Los usuarios de esta red han reaccionado rápidamente, dando apoyo al trabajador y mostrando su claro enfado con la falta de consideración del cliente. “Soy yo y dejo la bolsa de basura en el ascensor con una nota poniendo el piso del vecino” o “si quiere le sirvo en mesa, le recojo los platos y le friego también” son algunos de los comentarios que pueden leerse. Además, también hay quien ha señalado a la propia empresa: “Lo ideal sería que la empresa se negase a recibir esa clase de pedidos, que diera la cara y respondiese que su servicio es el de vender comida a domicilio y que eso, y solo eso, es lo que paga”. Otro internauta todavía va más lejos: “Que la compañía los esclavice no quiere decir que tú también” destacando así la falta de cuidado de estas empresas hacia sus empleados.