Trasplantes de corazón o pulmón entre 59.241 y 144.000 euros, según la gravedad. Trasplantes de médula ósea entre 19.489 y 42.600 euros; meningitis a 20.400 euros; conmociones cerebrales con fracturas craneales a 9.648 euros; extirpación de anginas a 2.800 euros; neumonías a 8.519 euros; tratamiento del asma a 7.600, implantación de marcapasos a 18.300 euros; infartos agudos a 8.300 euros; hernias entre 4.800 y 18.100 euros; apendicitis complejas a 15.000 euros; operaciones de úlceras estomacales leves a 2.888 euros; sustituciones de caderas entre 7.000 y 18.000 euros... la lista es larga.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid publicó el pasado 30 de diciembre, antes de que acabara 2023, la nueva orden que actualiza “los precios por la prestación de los servicios y actividades de naturaleza sanitaria” en los hospitales públicos de la región. Estas tarifas llevaban seis años sin modificarse. Sanidad ha creído oportuno hacerlo ahora tras un periodo en el que la vida se ha encarecido. “El aumento de los costes de las prestaciones ha sido muy significativo”, asegura el Gobierno regional en el preámbulo de la disposición que fija los nuevos baremos, en el que se hace constar que entre septiembre de 2017 y febrero de 2023 el IPC aumentó un 15,6%.
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“No proceder a la aprobación de nuevos precios públicos va en detrimento de la red de centros de la Comunidad de Madrid”, señala la orden, que asegura que las nuevas tarifas se ha fijado “de tal forma que su importe cubra, como mínimo, los costes económicos originados por la realización de las actividades o la prestación de estos servicios”. El texto es un fiel reflejo de cuánto cuesta una sanidad pública que es universal y gratuita para los ciudadanos que legalmente tienen derecho a ella. Estas tarifas no se aplican, obviamente, a los madrileños que tienen en regla su tarjeta sanitaria. Ni a los residentes en otras comunidades autónomas, cuya cobertura sanitaria está regida por el fondo de cohesión FOGA. Entonces, ¿para qué se fijan estas tarifas?
Porque la Comunidad de Madrid las factura, por ejemplo, a asegurados y beneficiarios de mutuas como Muface, de la Mutualidad General Judicial o del Instituto Social de las Fuerzas Armadas “cuando no hayan sido adscritos, a través del procedimiento establecido, a recibir asistencia sanitaria de la red del Sistema Nacional de Salud”. También a las víctimas de accidentes deportivos o de caza, siempre que sean situaciones cubiertas por entidades aseguradoras, o a los turistas extranjeros que acuden a la sanidad pública a tratarse (o por ejemplo, a un turista que sufre un percance estando en la comunidad). La sanidad madrileña también cobra estas tarifas a los heridos en accidentes de tráfico (por un convenio con Unespa, la patronal del sector, las aseguradoras siempre asumen los gastos sanitarios tras un siniestro), En principio, estas tarifas pueden ser actualizadas de nuevo cada año.
El desglose de tarifas de Madrid: de pruebas a precios de consultas
Madrid también aplica estas tarifas cuando factura a los hospitales gestionados por una sociedad concesionaria, es decir, cuando un paciente de un hospital externalizado es derivado a uno público. Por último, el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) utiliza además estos precios si Instituciones Penitenciarias requiere los servicios de un centro público de la región para atender a un preso. La extensa orden de precios, consultable en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del 30 de diciembre, no solo se fijan los costes de las diferentes intervenciones y tratamientos que se prestan en la red pública, sino también el precio de consultas, pruebas diagnósticas y traslados en ambulancia.
Por ejemplo, una resonancia sin contraste cuesta 130 euros; un TAC otros 167 euros; y una colonoscopia, 301 euros. La primera consulta con un especialista está en los 132 euros. En atención primaria, una visita al médico de familia o con el pediatra en los centros de salud madrileños sube de los 45 a los 50 euros. Una consulta para la preparación al parto también se incrementa de los 100 euros a los 111. A un traslado urgente en ambulancia dentro de un casco urbano se le ha asignado un precio de 353 euros, que sube hasta los 705 si el servicio llega al aeropuerto. Las intervenciones de los helicópteros medicalizados cuestan 7.200 euros, precio que se incrementa en 6.821 euros por cada hora de movilización.