El pueblo medieval de solo 700 habitantes que es uno de los más bonitos de España, según la Guía Michelin

La huella de la época medieval en España sigue vigente en los numerosos pueblos y localidades que guardan vestigios del periodo comprendido entre los siglos V y XV. Los castillos, las fortalezas y las murallas son los elementos más significativos de esta etapa. Sin embargo, no es necesario albergar alguno de ellos para estar entre los pueblos medievales más bonitos de nuestro país. Y si no que se lo digan a Briones, el municipio protagonista de este artículo.

Quizás su nombre no sea muy conocido, pero lo cierto es que esta localidad de La Rioja de tan solo 739 habitantes es uno de los pueblos más bonitos de España. En su encanto, además, juega un papel clave su pasado medieval, ya que cuenta con un casco histórico muy bien conservado y con restos de su muralla y castillo.

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Por ello, esta villa ubicada sobre un cerro de 80 metros de altura con el río Ebro al norte fue declarada Conjunto Histórico Artístico y ha cautivado a las mejores guías de turismo del mundo. Una de ellas es la Guía Michelin, quien califica a Briones como “uno de los pueblos medievales más bonitos de España”. Además, destaca su tradición culinaria con la calidad del restaurante Allegar y la bodega-museo Vivanco.

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Briones ha sido testigo y protagonista de siglos de historia desde su repoblación cristiana en el siglo X. Originalmente en una posición limítrofe entre el condado de Castilla y el Reino de Navarra, la villa jugó un papel estratégico en la defensa territorial de estos reinos medievales. Tras la muerte de Sancho el de Peñalén en 1076, Alfonso VI de Castilla tomó control de La Rioja, y Briones quedó integrada a la Corona de Castilla.

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En el siglo XIII, la localidad se transformó en señorío de los condes de Haro. El castillo y murallas se erigieron presumiblemente por órdenes de Diego López de Haro, quien luego se rebelaría contra Fernando III de Castilla. En el 1236-1254, Diego López de Haro III fue documentado como el primer señor de Briones y en el 1256, Alfonso X otorgó a la villa un fuero, siguiendo el modelo del de Vitoria, y que luego fue confirmado por Sancho IV de Castilla en 1291 para promover la repoblación y la defensa castellana. Briones acogió importantes decisiones y acontecimientos como las Cortes en Valladolid en 1293, y jugó un papel clave durante las confrontaciones de Enrique de Trastámara y Pedro I el Cruel.

Si bien Briones mantuvo ciertos privilegios y estructura jurídica conferidos por sus fueros históricos, en el contexto de luchas dinásticas y juegos de poder de la alta nobleza, la villa fue testigo de cambios de señorío y episodios como las negociaciones de paz entre Enrique II y Carlos II de Navarra. La “paz de Briones”, por ejemplo, fue un evento crucial que culminó con el matrimonio entre los hijos de ambos reyes. Posteriormente, su historia feudal concluyó cuando Mariano Téllez Girón y Beaufort, último señor de Briones, vio sus señoríos ser reabsorbidos por la corona de Castilla en 1837. Durante el siglo XIX, Briones también sufrió durante la Guerra de Independencia, padeciendo el saqueo a cargo de las fuerzas invasoras francesas, y tomó parte en las guerras Carlistas.

El centro de Briones está plagado de edificios históricos. Estos son los indispensables en la visita:

• Casona en la plaza: la casona más antigua de La Rioja en obra civil está en Briones. Concretamente, se ubica en la plaza que hace esquina con la calle Bergareche. Tiene dos plantas que combinan sillería y ladrillo. Para quienes no estén familiarizados con el término “casona”, se trata de una vivienda señorial antigua normalmente de varias plantas y con presencia de sillería. Son comunes en el norte de España y su estilo varía en función de la comunidad autónoma.
• Las dos puertas originarias de la villa que se conservan: Briones tuvo seis puertas, pero en la actualidad solo hay dos en pie. Son la puerta de la Media Luna y puerta de la Villa. La primera tiene un arco de medio punto rebajado que incluye una imagen de la Inmaculada (esta virgen es la patrona de del pueblo). Por su parte, la segunda tiene un arco apuntado y en su portada se puede observar el escudo de armas de Briones, tal y como explica el ayuntamiento de la localidad.
• Iglesia de la Asunción: templo que combina el estilo renacentista con el de los Reyes Católicos. Se construyó en el siglo XVI, tiene tres naves y una torre barroca y se sitúa en una plaza llena de casonas.
• Palacio del Marqués de San Nicolás: edificio señorial de la arquitectura civil barroca de La Rioja. La orden de construcción la dio Esteban de Francia, segundo Marqués de San Nicolás, de ahí su nombre. Su finalización tuvo lugar en 1755. .
• Ermita del Santo Cristo de los Remedios: su elemento más representativo es una hornacina con la imagen de San Juan. Este santo era el titular del templo en ruinas de San Juan Bautista sobre el que se edificó la actual ermita. Construida entre los años 1737 y 1748, la iglesia alberga un secreto en su interior: la antigua botica de Briones del siglo XIX, conocida popularmente como “la Botica de Rabal”.

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Briones se enmarca en un hermoso paraje natural que permite disfrutar de rutas de senderismo de diferente duración y dificultad. Estas son las cuatro que recomienda su portal de turismo:

• Camino de los Meandros: recorrido por huertas, ermitas y arroyos. Duración: 1 hora y 10 minutos; longitud: 6.200 metros; dificultad: baja.
• Sendero de Davalillo: discurre por un viejo camino minero y a su paso se ven ermitas y castillos. Duración: 1 hora y 30 minutos; longitud: 6.500 metros; dificultad: baja-media.
• Sendero del Vino: recorrido por una parte del camino natural del Ebro que atraviesa viñedos y veredas. Duración: 3 horas y 30 minutos; longitud: 14.300 metros; dificultad: media.
• Ruta del Vino: una ruta que comunica pueblos con punteros en la elaboración de vino. Duración: 3 horas y 30 minutos; longitud: no aportada; dificultad: media.

Briones se encuentra a poco más de media hora de Logroño, capital de La Rioja. Las carreteras de la zona ofrecen rutas diferentes cuya duración ronda los 33 minutos. En primer lugar, es posible viajar desde Logroño a Briones íntegramente por la N-232. En segunda instancia, se puede combinar la mencionada carretera nacional con la AP-68. Finalmente, también se sugiere utilizar la N-111, después la AP-68 y la N-232. La elección de una u otra dependerá de las condiciones del tráfico en el momento del viaje.