El tabaco sigue matando: las muertes por cáncer de pulmón en mujeres aumentan más de un 5% en el último año

Los fallecimientos por este tipo de cáncer en mujeres suponen un 134% más que hace dos décadas

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Mujer fumando y bebiendo alcohol (Imagen de archivo de Infobae)
Mujer fumando y bebiendo alcohol (Imagen de archivo de Infobae)

En 2022, se registraron aproximadamente 22.700 fallecimientos por cáncer de pulmón en España, manteniéndose la cifra de hombres afectados estable, mientras que las muertes en mujeres experimentaron un incremento del 5,4% respecto al año anterior y un 134% en comparación con hace dos décadas. El cáncer de pulmón es el tumor con mayor tasa de mortalidad, siendo la cuarta causa de deceso a nivel general en España y la primera por cáncer, datos que inquietan al Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP).

Alberto Ruano, experto en epidemiología del GECP y catedrático en la Universidad de Santiago de Compostela, recalca la preocupante tendencia al alza en la mortalidad por cáncer de pulmón, especialmente entre mujeres. Esto se desprende del análisis de los datos recientes del INE en el informe ‘Defunciones según la causa de muerte. Definitivos 2022 y provisionales del primer semestre de 2023′, que recoge hasta 22.727 fallecimientos por esta patología, de los cuales 16.760 son hombres y 5.967 mujeres.

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A pesar de que las cifras masculinas han mostrado cierto descenso, el cáncer de pulmón alcanza una de las peores evoluciones en la mortalidad en los últimos cinco años en comparación a Europa. En mujeres, la mortalidad y el número de fallecimientos superan notablemente los del cáncer de mama, como explica Mariano Provencio, presidente del GECP y líder del departamento de Oncología del Hospital Puerta de Hierro.

Provencio alerta sobre el avance del cáncer de pulmón en mujeres, aún no a la altura de otros países europeos, pero destacando la urgencia de implementar medidas de prevención. El GECP incita la adopción de políticas antitabaco más estrictas, mejoras en el enfoque y diagnóstico de la enfermedad y un impulso adicional en la investigación, elementos considerados clave para frenar tanto la mortalidad como el impacto global de esta enfermedad.

Oncóloga revisando una radiografía (Shutterstock)
Oncóloga revisando una radiografía (Shutterstock)

El tabaco, origen de muchas enfermedades

El tabaco es un factor de riesgo conocido para el desarrollo de múltiples enfermedades, tanto directamente relacionadas con la inhalación del humo como por sus efectos sistémicos. Las enfermedades que puede causar el tabaco incluyen:

  • Enfermedades cardiovasculares: fumar favorece la hipertensión, la enfermedad coronaria, infartos de miocardio, la enfermedad vascular periférica y accidentes cerebrovasculares.
  • Cáncer: fumar incrementa significativamente el riesgo de desarrollar cáncer, principalmente el cáncer de pulmón, como muestran estos datos. Además, aumenta el riesgo de cáncer en otros órganos, incluyendo la laringe, la faringe, la boca, el esófago, el estómago, el páncreas, el hígado, los riñones, la vejiga, el cuello uterino y algunos tipos de leucemia.
  • Complicaciones en el embarazo: el tabaquismo durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer, aborto espontáneo y síndrome de muerte súbita del lactante.

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  • Enfermedades respiratorias: el consumo de tabaco es una de las principales causas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que incluye la bronquitis crónica y el enfisema. También es un factor de riesgo para el desarrollo de neumonía, asma y tuberculosis.
  • Problemas óseos: el tabaco puede afectar la densidad ósea y está vinculado con una mayor incidencia de osteoporosis y fracturas, especialmente en mujeres postmenopáusicas.
Episodio: Los huesos y el calcio.
  • Efectos sobre el sistema inmunitario: fumar tabaco reduce las defensas del organismo, aumentando la susceptibilidad a infecciones y disminuyendo la capacidad de recuperación tras una cirugía o una herida.
  • Disfunción eréctil: el tabaco puede afectar los vasos sanguíneos y limitar el flujo sanguíneo al pene, lo que lleva a dificultades en la erección.
  • Enfermedades dentales: fumar incrementa el riesgo de enfermedad periodontal, caries, pérdida de dientes y cáncer oral.
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