Las náuseas durante el embarazo, también conocidas como náuseas matutinas, afectan a una gran cantidad de mujeres gestantes. Estas pueden ocurrir en cualquier momento del día y, aunque son incómodas, generalmente no representan un riesgo para la madre o el feto. Existen diversas estrategias y recomendaciones que pueden ayudar a manejar y reducir las náuseas durante este periodo.
Una de las recomendaciones principales es modificar los hábitos alimenticios. Se recomienda comer porciones pequeñas de alimentos pero de manera frecuente, ya que puede evitar que el estómago se vacíe completamente y reducir las náuseas. Es importante también escoger alimentos que sean fáciles de digerir y ricos en carbohidratos o proteínas.
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Además, mantenerse hidratada es esencial, pero la ingesta de líquidos debe ser entre comidas, no durante estas, para evitar llenar demasiado el estómago. Se recomienda beber líquidos claros y fríos, chupar hielo o paletas de hielo, o tomar bebidas efervescentes.
Evitar olores y sabores fuertes que puedan desencadenar náuseas es otra estrategia útil. Muchas mujeres embarazadas desarrollan una sensibilidad aguda a ciertos olores y sabores durante el embarazo, por lo que mantener un ambiente con olores neutros y optar por alimentos con sabores suaves puede ser beneficioso.
Entre los productos más recomendables se encuentra el jengibre, un remedio natural con una larga tradición en la literatura científica y que se ha utilizado durante mucho tiempo. Puede ser consumido en diversas formas: té de jengibre, galletas de jengibre, cápsulas o incluso añadiéndolo fresco a los alimentos.
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Es también útil evitar acostarse justo después de comer, puesto que puede verse ralentizada la digestión e incrementar las náuseas. Esperar al menos una hora antes de recostarse y, cuando esté descansando, tratar de mantener la cabeza elevada. De hecho, no hay que olvidar la importancia del descanso adecuado, más si tenemos en cuenta que el estrés y el cansancio pueden empeorar las náuseas. Es importante intentar descansar y dormir suficiente cada noche, además de tomar descansos cortos durante el día si es necesario.
En algunos casos, las multivitaminas prenatales pueden contribuir a las náuseas. Si esto ocurre, puede ser bueno tomarlas con alimentos o justo antes de acostarse. En ocasiones se recomienda comenzar con una tableta con solo ácido fólico y más adelante agregar las multivitaminas. Siempre se debe consultar al médico antes de realizar cambios en la suplementación.
Cabe destacar que si las náuseas son severas y están acompañadas de vómito recurrente (impidiendo retener alimentos y líquidos), es fundamental consultar al médico lo antes posible. Una condición conocida como hiperémesis gravídica, que es una forma extrema de náuseas y vómitos del embarazo, puede requerir tratamiento médico y a veces hospitalización para asegurar el bienestar de la madre y del bebé.
Por tanto, a pesar de que las náuseas son una parte común del embarazo, hay muchas estrategias que las mujeres pueden probar para sentirse mejor. Estas varían en su efectividad de persona a persona, y lo que funciona para una mujer puede no funcionar para otra. En caso de duda, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener orientación adaptada al caso particular de cada paciente.