La enfermedad de Huntington es una patología neurodegenerativa hereditaria con una significativa carga genética, que se caracteriza por la degeneración de células nerviosas en ciertas áreas del cerebro. Afecta el movimiento corporal, el pensamiento y otros trastornos psíquicos. El patrón de herencia de la enfermedad de Huntington es autosómico dominante, lo que significa que un solo gen defectuoso heredado de uno de los padres puede causar la enfermedad. A su vez, la presencia del gen defectuoso significa un alto riesgo de trasmisión a las siguientes generaciones.
La progresión de la enfermedad de Huntington lleva a una completa dependencia por parte del paciente. A menudo, las dificultades respiratorias o las infecciones pulmonares son la causa de muerte. Aunque la mayoría de los síntomas suelen empezar a manifestarse entre los 30 y 50 años, aunque existe una variante conocida como Huntington juvenil que comienza antes de los 20 años. Los síntomas de esta forma precoz pueden ser distintos e incluyen rigidez muscular, movimientos más limitados y un avance más rápido hacia la discapacidad severa. Los casos juveniles también pueden incluir convulsiones y problemas significativos en la habilidad cognitiva, que se reflejan en el rendimiento académico.
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Los síntomas suelen empezar a manifestarse entre los 30 y 50 años, aunque hay una variante conocida como Huntington juvenil que comienza antes de los 20 años. Los síntomas de esta forma precoz pueden diferir e incluyen rigidez muscular, movimientos más limitados y un avance más rápido hacia la discapacidad severa. Los casos juveniles también pueden incluir convulsiones y problemas significativos en la habilidad cognitiva, que se reflejan en el rendimiento académico.
El diagnóstico se realiza mediante evaluación clínica y confirmación genética. Aunque no hay cura para la enfermedad de Huntington, existen tratamientos farmacológicos y terapias que pueden ayudar a controlar los síntomas. La Clínica Mayo enfatiza la importancia de un abordaje multidisciplinario para manejar los aspectos médicos, físicos, emocionales y sociales de la enfermedad.
El diagnóstico se realiza mediante evaluación clínica y confirmación genética. Aunque no hay cura para la enfermedad de Huntington, existen tratamientos farmacológicos y terapias que pueden ayudar a controlar los síntomas. Por ello, los expertos ponen el foco en la necesidad de abordar esta enfermedad mediante un tratamiento multidisciplinario que se encargue tanto de los aspectos médicos y físicos, como de los emocionales y sociales de la enfermedad de Huntington.
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Trastornos del movimiento, del pensamiento y psiquiátricos
Los síntomas de esta enfermedad pueden variar entre las personas, incluso dentro de la misma familia, aunque por lo general se distinguen principalmente tres categorías de síntomas: trastornos del movimiento, cognitivos y psiquiátricos. En términos motrices, los enfermos pueden presentar corea (movimientos involuntarios), dificultades en la coordinación de movimientos voluntarios y problemas a la hora de caminar, hablar y tragar.
Desde la perspectiva cognitiva, la enfermedad de Huntington produce un deterioro progresivo que puede llevar a la dificultad para planificar y organizar tareas, problemas en la función ejecutiva y fallos de memoria. Además, suelen tener dificultades para adaptarse a nuevos contextos, procesar algunas ideas o incluso pueden ser incapaces de reconocer sus propias habilidades o limitaciones.
Entre los síntomas psiquiátricos, la depresión es uno de los trastornos más comunes, ya que es el resultado directo de los cambios que tienen lugar en el cerebro. La tristeza, desinterés, aislamiento social, fatiga y pensamientos suicidas pueden estar presentes en la mente de las personas que sufren este trastorno. Además, pueden surgir otros trastornos psiquiátricos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la manía o el trastorno bipolar.
Es fundamental el apoyo y seguimiento por parte de los neurólogos, psicólogos, fisioterapeutas y especialistas en medicina del sueño y nutrición, para hacer frente a la diversidad de retos que implica esta enfermedad. Además, la participación en grupos de apoyo y la consideración de la asesoría genética también son elementos clave en el manejo integral de la enfermedad de Huntington.