Cada vez más, los dermatólogos alertan sobre un incremento en la detección de cáncer de piel en áreas no expuestas al sol. A pesar de que se conoce por desarrollarse en zonas de la piel que reciben luz solar, se ha reportado un aumento de casos en partes del cuerpo usualmente cubiertas. Los tres tipos principales de este cáncer son el carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
El carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular son catalogados como cánceres de piel no melanoma y suelen tener un mejor pronóstico si se detectan a tiempo. Por otro lado, el melanoma es el más agresivo y peligroso de estos tipos debido a su alta probabilidad de desarrollar metástasis. Por ello, los expertos ponen el foco en la importancia de autoexaminarse la piel y realizar visitas regulares al dermatólogo para una detección temprana.
Te puede interesar: Alertan sobre el aumento de casos de cáncer de piel a partir de los 40 años: “Puede ser un lunar, pero también un aviso”
- Carcinoma basocelular: Es el tipo de cáncer que, por norma general, se produce en áreas del cuerpo expuestas al sol, como el cuello o la cara. El carcinoma de células basales puede aparecer como un bulto ceroso o perlado, una lesión plana parecida a una cicatriz marrón o una úlcera con costras o sangrante que se cura y regresa.
- Carcinoma espinocelular: También se produce en áreas del cuerpo expuestas al sol, como las orejas y las manos. Sin embargo, las personas con piel más oscura son más propensas a desarrollar carcinomas espinocelulares en áreas que generalmente no lo están. Puede presentarse como un nódulo rojo y firme o una lesión plana con una superficie escamosa y con costras.
- Melanoma: Es un tipo de cáncer de piel que puede originarse tanto en zonas de piel no alterada como en lunares que degeneran en malignos. Los hombres suelen desarrollarlo con mayor frecuencia en el rostro y el tronco, mientras que en las mujeres, es más común en la parte inferior de las piernas. Los síntomas incluyen manchas grandes de color marrón con puntos más oscuros, lunares que varían en color, tamaño o textura, o que sangran, lesiones pequeñas con bordes irregulares y áreas de color rojo, rosa, blanco, azul o azul oscuro, lesiones que generan picazón o ardor o una pigmentación oscura en palmas, plantas, extremos de los dedos o en mucosas como boca, nariz, vagina o ano.
Te puede interesar: Melanoma: el diagnóstico precoz es clave ante la forma más peligrosa de cáncer de piel
Una posible vacuna para el melanoma
Moderna ya ha anunciado planes de tener desarrollada para 2030 una vacuna contra diversos tipos de tumores, aunque, hasta ahora, el único ensayo exitoso ha sido contra el melanoma. La combinación de esta vacuna con Keytruda, un fármaco oncológico, ha logrado disminuir la recurrencia del melanoma en un 44%.
A diferencia de las vacunas preventivas, como la del COVID-19, la vacuna para el cáncer tendría un carácter terapéutico, dirigido a alertar al sistema inmunitario sobre la presencia de un tumor en crecimiento en el paciente para combatirlo. El proceso científico incluye la identificación de proteínas específicas de las células cancerígenas que se utilizan para crear fragmentos de ARNm que instruyen al cuerpo para su reconocimiento y respuesta.