Una investigación de The University of Texas MD Anderson Cancer Center y Moffitt Cancer Center (Estados Unidos) acaba de desarrollar un nuevo tratamiento que ofrece esperanza a los enfermos de cáncer de páncreas. Los científicos han descubierto que, mediante la combinación de dos fármacos, el tratamiento con radioterapia se vuelve más eficaz para combatir el cáncer de páncreas localmente avanzado.
El estudio, publicado The Lancet Oncology, ha revelado que uniendo dos fármacos (conocidos como miméticos de la superóxido dismutasa) sensibilizan los tumores a la radioterapia corporal estereotáctica (SBRT). Esto hace que se pueda de manera segura administrar dosis más altas de radiación que pueden reducir los tumores cuando la cirugía no es posible. Los resultados muestran una mayor supervivencia sin progresión (SLP) y tasa de respuesta global (TRG).
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El cáncer de páncreas es una enfermedad en la que células malignas se forman en los tejidos de este órgano, cuyas dos glándulas que ejecutan las funciones principales son la exocrina y la endocrina. La exocrina ayuda en la digestión de alimentos, mientras que la endocrina que regula la glucemia. Este tipo de cáncer es conocido por su difícil detección en etapas tempranas, ya que a menudo no presenta síntomas hasta que está en fase muy avanzada.
Pese a que la ciencia no deja de avanzar, la cirugía es todavía la única cura posible para el cáncer de páncreas, lo que dificulta aún más el tratamiento contra esta enfermedad. Además, solo entre el 10 y el 15% de los enfermos reúnen los requisitos para someterse a una operación de ese tipo.
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Por el momento, la introducción progresiva de la radioterapia corporal estereotáctica en el tratamiento para estos pacientes está siendo prometedora. La técnica de la SBRT consiste en utilizar un haz de radicación mucho más concentrado (y por ende bastante más potente) en un periodo de tiempo mucho más corto: en solo cinco días. Por su parte, la radiación tradicional conlleva varias semanas.
Las señales que alertan de que una persona padece cáncer de páncreas son múltiples y diversos entre sí. Los más comunes y los que recoge la Clínica Mayo son sentir un dolor abdominal que se propaga hacia la espalda, la pérdida de apetito o pérdida de peso involuntaria, color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (lo que se conoce como ictericia), heces de color claro, orina de color oscuro, picazón en la piel, diagnóstico reciente de diabetes o diabetes existente que se vuelve más difícil de controlar, coágulos sanguíneos o fatiga persistente.
Si el cáncer se complica, puede provocar obstrucción intestinal en el paciente. Esto ocurre cuando el tumor crece y presiona el duodeno (la primera parte del intestino delgado), que puede terminar bloqueando el flujo de alimentos desde el estómago hacia los intestinos.
Aunque los profesionales de la salud no saben explicar qué causa el cáncer de páncreas, sí han identificado ciertos factores que aumentan el riesgo de sufrirlo. Entre ellos, fumar, padecer ciertas mutaciones genéticas heredadas, diabetes, obesidad, una dieta deficiente o una edad avanzada (a la mayoría de las personas se les diagnostica después de los 65 años).