En ocasiones, caemos en el error de pensar que la salud bucal responde a cuestiones puramente estéticas, que acudimos al dentista para lucir una sonrisa bonita y unos dientes perfectos. Sin embargo, va mucho más allá. La salud bucal no debe entenderse separada de la salud en general, ya que los problemas en la boca pueden ser causa o consecuencia de otras enfermedades de nuestro cuerpo.
La odontóloga Carla Carolina publica en su libro Una sonrisa para toda la vida (Lunwerg Ediciones) una serie de claves, a raíz de casos reales y de su experiencia personal, para acercarnos más a la salud bucodental. Nos explica la relación entre una boca sana y la autoestima y el bienestar, así como otros aspectos como el miedo a ir al dentista o consejos para cuidar los dientes de los más pequeños.
La dentista ofrece una serie de recomendaciones para el cuidado de nuestra salud bucodental, entre ellas, una que llamará la atención de muchos: no debemos mojar el cepillo antes de lavarnos los dientes. Este consejo sorprende a muchas personas que lo mojan incluso después de aplicar la pasta dental, pero la ortodoncista Carla Carolina lo explica: “Las cerdas de nailon secas barren mejor el esmalte y se hidratan al entrar en contacto con la saliva”. Por tanto, si mojamos el cepillo antes de frotarnos los dientes, no los estaremos limpiando con la máxima eficacia.
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Otros consejos para lavarnos los dientes
En Una sonrisa para toda la vida se ofrecen otras recomendaciones a la hora de lavarnos los dientes que pueden no ajustarse a lo que popularmente hacemos o creemos que es la mejor manera. Algunos de estas sugerencias son las siguientes:
- Utiliza el enjuague bucal al principio del lavado. Al contrario de lo que se pueda pensar, el enjuague bucal debe ser el primer paso en nuestra rutina para cepillarnos los dientes. Debemos enjuagarnos cada rincón de la boca durante aproximadamente 30 segundos y luego escupirlo. De esta manera, eliminamos los restos de comida y la boca queda hidratada para antes del cepillado. El enjuague tiene menos flúor que la pasta dentífrica, por lo que es ideal para iniciar el lavado dental.
- Usa el hilo dental. Tras el primer enjuague bucal, se recomienda usar el hilo dental o la seda antes del cepillado de dientes. Así, se limpiará entre los dientes usándolo de manera delicada pero con firmeza.
- No olvides la lengua. Es común que muchas personas olviden frotarse la lengua, pero es importante cepillarla para eliminar los gérmenes que habitan en ella y eliminar el mal aliento. Debemos cepillarla de atrás hacia delante hasta que adquiera un color rosado.
- No enjuagarse con agua. Al final del lavado, la dentista Carla Carolina aconseja no enjuagarnos con agua, solo escupir la pasta. De esta manera, el flúor permanece más tiempo sobre la superficie del diente y lo protegerá en mayor medida.
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Sobre otras cuestiones, que suelen ser preguntas frecuentes en su consulta, la dentista ofrece respuestas en su libro. Por ejemplo, sostiene que la mejor pasta de dientes es la que la propia persona disfruta. Tiene que ser una que nos guste su sabor, que no nos irrite y que contenga un mínimo de 1.450 ppm de flúor. Igual ocurre con los cepillos de dientes. Para Carla Carolina, el mejor cepillo es aquel que se usa, sin importar si es manual o eléctrico ya que los dos cumplen perfectamente su función.