Es probable que los más foodies tengan claro dónde se ubican algunos de los mejores restaurantes de España, galardonados con estrella Michelin, por lo que seguro que aprovechan cualquier escapada para descubrir los platos de los chefs más reconocidos. La Guía Michelin recoge más de 250 restaurantes en España con diferentes precios, y en uno de los pueblos costeros más bonitos del país se ubica un restaurante de referencia: Tula.
Un homenaje a la cocina “honesta”
Todos aquellos que deseen disfrutar de una buena comida encontrarán en Tula, ubicado en un rincón mágico del Mediterráneo, la playa del Arenal de Jávea, un local con cocina espectacular. Se trata de un “homenaje a la cocina honesta que se ha preparado toda la vida en los hogares”, tal y como indican en su propia página web.
Te puede interesar: El restaurante que hace el cocido más antiguo de Madrid: una receta que empezó en 1870
Además de estar en la Guía Michelin, el establecimiento ha sido premiado con dos Soles Guía Repsol. Al frente se encuentran Borja Susilla y Clara Puig, dos jóvenes que siempre supieron que querían pasar su vida detrás de unos fogones para regalar experiencias gastronómicas inolvidables a sus clientes. En el caso del cocinero, aprendió de maestros como Pedro y Marcos Morán en Gijón, mientras que la chef cursó estudios en Le Cordon Bleu de Madrid. Ambos, además, tuvieron experiencias con Quique Dacosta.
Quizá una de las razones que explican su éxito es que pertenecen a la nueva generación de “estrellados sin menú degustación ni mantel blanco”, según explican. Tal es así que uno de sus principales objetivos es que los clientes consigan comer bien y sentirse relajados y acogidos por la calidez de su equipo.
Te puede interesar: La mejor tienda de vinos de España está en un pueblo de Tarragona de menos de 3.000 habitantes
Una oferta gastronómica muy variada
Aunque no tienen menú degustación, la oferta gastronómica de Tula es muy variada, ya que se atreven con preparaciones de todo tipo y algunas de ellas son especialmente curiosas. Por ejemplo, es posible gozar de un buen manjar. Para comenzar, tienen entrantes de lo más diversos: buñuelo de gamba roja (6 euros), coca de erizo y queso servilleta (10 euros), taco de hoja de shisho con panceta, anguila ahumada y misonesa (8,50 euros) u oreja de cerdo con jugo de cebolla, quisquilla y praliné de ajo asado (8 euros).
Uno de los platos estrella del restaurante es el asadillo de tomate en texturas y ventresca de atún rojo ahumada (21,50 euros). Tampoco tiene desperdicio el rape en adobo con sopa de ajo y ñora y yema de huevo (28,50 euros), o las famosas kokotxas de merluza asadas con consomé de cerdo ibérico, alcachofa en texturas y piñones (30,50 euros). Desde Tula hacen especial hincapié en que sus platos están pensados para compartir.
Por supuesto, no puede faltar un buen postre: cuentan con cuatro opciones, todas ellas, por 9,75 euros. Los más clásicos se pueden decantar por el pan, queso servilleta y aceite pero, los más arriesgados, tienen la posibilidad de disfrutar de combinaciones increíbles: tocinillo de miso, mantequilla tostada, albahaca y cítricos; chufa, limón, bergamota y calabaza; y chocolate, chipotle y ñora.