El taichí podría frenar los efectos del párkinson durante varios años, según los estudios

Se originó en China en el siglo XVII. Desde entonces, el taichí es uno de los artes marciales más populares del planeta. A lo largo de los siglos, han sido miles de personas las que han tratado de abrazar sus potencialidades. Y es que, tal y como recoge el periódico The New York Times, en sus distintos ejercicios, el taichí combina la concentración mental y el esfuerzo físico para generar fuerza, flexibilidad y consciencia plena.

Además, los movimientos que se practican en el taichí se caracterizan por ser lentos y estar muy controlados. Precisamente este último hace que este arte marcial haya sido considerado una actividad muy beneficiosa para la salud. Tanto es así, que el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry ha publicado recientemente una investigación en la que se revela que el taichí podría frenar los síntomas y complicaciones de la enfermedad del Párkinson. Según estos hallazgos, su práctica está asociada a una progresión más lenta de la enfermedad y a menores dosis de los fármacos necesarios a lo largo del tiempo.

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Según Clínica Mayo, la enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta al sistema nervioso y a las partes del cuerpo controladas por los nervios. De este modo, mientras que en las etapas iniciales los síntomas pueden vincularse a un leve temblor apenas perceptible, cuando la enfermedad avanza sus efectos se vuelven más agresivos. Los movimientos se harán más lentos, el equilibrio se perderá y acciones como hablar o comer se harán cada vez más difíciles.

En la actualidad aún no hay cura para la enfermedad del párkinson. Sin embargo, hay formas de mejorar la calidad de vida de las personas. En ocasiones, el proveedor de atención médica puede sugerir una cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas. Por otro lado, existen medicamentos y actividades que aumentan la calidad de vida de los afectados.

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Entre tanto, según concluye el estudio realizado por investigadores en neurología del Institute of Neurology del Hospital de Ruijin (China), el Taichí puede frenar los síntomas y complicaciones de la enfermedad de Parkinson durante varios años. Además, se ha constatado que su práctica se asoció a una progresión más lenta de la enfermedad y a menores dosis de fármacos a lo largo del tiempo.

En este sentido, durante el estudio se llevó a cabo un seguimiento de dos grupos de pacientes con enfermedad de Parkinson durante más de 5 años. Así, la progresión de la enfermedad fue más lenta en todos los puntos de seguimiento en el grupo de taichí. Del mismo modo, la función cognitiva se deterioró más lentamente entre quienes practican taichí, al igual que otros síntomas no relacionados con el movimiento. Mientras tanto, el sueño y la calidad de vida mejoraron continuamente.

A pesar del carácter positivo de las conclusiones extraídas, los propios investigadores advierten de que se trata de un estudio observacional y, por tanto, no es posible establecer una causa-efecto. Además, tal y como informa Europa Press, la muestra del estudio es relativamente pequeña y los grupos no fueron asignados aleatoriamente.

Entre tanto, la conclusión de la investigación es la siguiente: “El párkinson puede empeorar la función motora y los síntomas no motores progresivamente con el tiempo, provocando discapacidad e influyendo en la calidad de vida. El efecto beneficioso a largo plazo sobre la enfermedad podría prolongar el tiempo sin discapacidad, dando lugar a una mayor calidad de vida, a una menor carga para los cuidadores y a un menor uso de fármacos”.