La Dirección General de la Guardia Civil quiere llevar un control más exhaustivo de las bajas laborales de sus agentes, sobre todo de aquellas que se prolongan demasiado en el tiempo. Para ello, ha iniciado la tramitación de una licitación para contratar un servicio médico privado que le ayude en esta tarea durante los dos próximos años, 2024 y 2025. Un servicio por el que pagará 2,4 millones de euros. A día de hoy, si un guardia se pone enfermo y necesita una baja médica, esta se tramita como con cualquier ciudadano, a través de su médico de familia.
Pero en la memoria justifica del contrato, la Guardia Civil asegura que con solo 32 médicos en plantilla en toda España, tiene un “déficit continuado, consolidado y que presumiblemente perdurará” en el tiempo en el proceso de “seguimiento, valoración, control e inspección” de esas incapacidades temporales, que cifra en una media de 5.200 diarias. Aunque la Guardia Civil cuenta con 80.559 efectivos (a 31 de diciembre de 2022) desplegados en más de 6.160 unidades, asegura que cada año se inician “más de 72.000 procesos de baja médica y se superan los dos millones de días perdidos por enfermedad o accidente”.
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Unos datos que el ministerio del Interior no puede revertir porque “no cuenta con los mecanismos y entidades de colaboración previstos para la gestión y control médico de quien está temporalmente incapacitado”. Para el Mando de Personal de la Guardia Civil hay una “prolongación de los procesos de incapacidad” que “superan la duración media por patologías” establecida en las tablas del Sistema Nacional de Salud”, es decir, que los guardias civiles están más tiempo de baja que un ciudadano normal.
Para la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) es “indignante que se saque una licitación prácticamente culpando a los guardias de estar de baja, cuando a día de hoy todavía existen muchas unidades que no han sido evaluadas por el servicio de prevención de riesgos laborales porque se carece de personal para poder realizar la evaluación. Llevábamos décadas sin este servicio de prevención y cuando lo crearon lo han hecho careciendo de personal suficiente. Pero ahora tienen dinero para culparnos a nosotros de las bajas y contratar servicios médicos”, señala su portavoz.
Actualmente, la Guardia Civil carece de médicos en 30 de las 52 provincias españolas, donde es muy complicado, por tanto, “el seguimiento y control de las bajas”. Un déficit que le impide cumplir un plan aprobado en 2011 para, precisamente, “reforzar el seguimiento de la evaluación del personal de baja médica”. Un plan, explica Interior, que en la actualidad “se ve comprometido por la insuficiencia de personal médico para llevarlo a cabo”. Según el Mando de Personal, “los análisis realizados han revelado la correlación entre la existencia efectiva de médico y la reducción de la incidencia de la incapacidad temporal”. Es decir, que allí donde hay un facultativo las bajas de los agentes duran menos.
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Por eso, el contrato licitado prevé la contratación de un servicio médico en el ámbito territorial de las siguientes 25 comandancias: Bilbao, Cuenca, Almería, Jaén, Ceuta, Castellón, Alicante, Gerona, Tarragona, Lérida, Huesca, Teruel, Burgos, Soria, Salamanca, Palma de Mallorca, Zamora, Palencia, Ávila, Lugo, Orense, Pontevedra, San Sebastián, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
El objetivo es que la futura empresa adjudicataria mantenga disponible, en el ámbito territorial previsto, “un facultativo con la titulación de licenciado/grado en medicina y habilitación profesional adecuada para el ejercicio de dicha actividad”. Se pretende que el servicio esté disponible 12 horas semanales, distribuidas en, al menos, tres días a la semana, para un total de 150 días al año, con un total de 600 horas al año. La Guardia Civil habilitará en cada comandancia afectada los medios adecuados para la prestación del servicio.
A partir de los diez días de baja
Los médicos contratados deberán poder trasladarse dentro del ámbito provincial para efectuar reconocimientos a personal que no puedan desplazarse desde su localidad de residencia. Los viajes en vehículo para ver al guardia enfermo se compensarán a 0.20 euros el kilómetro para la empresa adjudicataria. El objetivo de la Guardia Civil es supervisar, sobre todo, las bajas médicas que duren más de diez días y “emitir los correspondientes partes de alta, en aquellos casos donde la recuperación se estime adecuada para reincorporarse al servicio”. La Guardia Civil estima que cada hora de consulta médica le costará 80 euros.