“Decir que su comentario es desagradable es quedarse corto”, así de rotunda comienza la respuesta del propietario de la pastelería y heladería Bellavista, establecimiento ubicado en la localidad de Huétor Vega, en Granada. Y es que la reseña que había dejado el cliente no solo se detenía a criticar negativamente el servicio ofrecido por el local -que, no obstante, tiene una puntación de 4,4 en Google- sino que se dirigía de una forma sumamente irrespetuosa a las camareras del lugar. “El sitio no es malo, pero las empleadas no valen para nada”, escribió el -o la- comensal al que, según su testimonio, no es la primera vez que tiene una mala experiencia en la pastelería granadina.
Al parecer el cliente en cuestión tuvo que esperar un tiempo excesivo para desayunar en el establecimiento y no encontró mejor forma de quejarse que señalando la vestimenta de las camareras: “40 minutos para recibir mi pedido estando vacío el local. Eso sí, lo de tener a las trabajadoras bien embutidas en sus mallas elásticas marcando mercancía, sí que lo llevan a rajatabla”.
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Sin embargo, el disconforme cliente fue más allá y aprovechó su reseña para despotricar contra toda la localidad, en la que previsiblemente no habita. “A lo mejor para los pueblerinos eso les funcione, pero yo voy a desayunar no a que me tomen el pelo. Para colmo de males, las empleadas osaron cobrarle el desayuno a esta persona que, como no, también lo detalló en su crítica: “Ahora la atención al cliente va por detrás de los continuos cuchicheos entre las camareras y para colmo, a la hora de irme, deprisa me traen el pedido y me lo cobran”.
Y como si todo lo dicho hasta ese momento no hubiese sido suficiente para descargar su frustración, este cliente quiso finalizar su comentario anónimo por todo lo alto: “Si queréis ver mujeres en malla marcando ciezo y potorro es vuestro sitio. Para desayunar recomiendo que es quedéis en casa”.
La respuesta del establecimiento
Ante semejante reseña, no es de extrañar que el dueño del Bellavista haya optado por no callarse. “Que comente el mal o buen servicio de nuestro negocio es respetable, pero no vamos a consentir que falte el respeto a nuestras empleadas, aunque hablarle de respeto a alguien que hace este tipo de comentarios machistas, desagradables y vomitivos ya es mucho hablar”, respondieron desde la pastelería.
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De todas formas, al parecer el propietario del local le gustaría darle una segunda oportunidad al cliente insatisfecho para que pueda añadir algo más a su reseña online. “Me gustaría que si tiene alguna otra crítica que hacer se ponga directamente en contacto con nosotros para hablarlo en persona”, le han invitado desde el establecimiento.
Sin embargo, todo indica que esta persona tendrá que buscarse un nuevo sitio donde desayunar en Huétor Vega ya que, aunque él se arrepintiera y optase por volver, no será más bienvenido en esta pastelería granadina. “También le agradecería que no volviera a nuestro establecimiento ya que el servicio que prestamos no es de su agrado”, lo desalentaron desde Bellavista.