En España más de un millón y medio de personas trabajan en la hostelería. Así, cada vez son más los que deciden alzar la voz y denunciar los abusos del sector. Jesús Soriano, conocido por su perfil de X, antiguo Twitter, Soy Camarero, es una de las voces más destacadas en la lucha por unas condiciones dignas para los hosteleros.
Soriano comparte prácticamente a diario nuevas situaciones de abuso, de malos tratos o de vulneración de los contratos con sus más de 160.000 seguidores en X. Las historias parecen interminables. Son muchos los que le piden la difusión de los últimos episodios que han visto en bares y restaurantes, o incluso los que solicitan la exposición de las situaciones que viven en primera persona. En este contexto, a pesar de que estas situaciones llevan décadas siendo el día a día de los camareros y las camareras, el objetivo es poner sobre la mesa el lado más oscuro de la hostelería en España para lograr poner fin a esta realidad.
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La última denuncia de ‘Soy Camarero’
En esta ocasión, el foco de la denuncia parte del pantallazo de una conversación entre una trabajadora y un empleador. Ambos estaban hablando sobre las condiciones del nuevo puesto al que aspiraba la interesada. Esta vez, el establecimiento se encontraba en Jerez y, la empleada, quiso informarse sobre las condiciones de su nuevo trabajo. Así, los requisitos del puesto obligaron a cortar la conversación.
El primer mensaje empujaba a interesarse por la oferta “Horario de 8:00-14:00 aproximadamente”, rezaba el texto del empresario. No obstante, la esperanza de aspirar a unas condiciones dignas se desdibujaron cuando la trabajadora preguntó por el sueldo y por los días libres.
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“1 día libre, sueldo 600 y asegurado”, respondió rápidamente el empleador. De esta forma, la remuneración de la camarera apenas superaría los cuatro euros la hora. Pero la peor parte llegó cuando la interesada preguntó por las horas que cotizaría en la Seguridad Social. De este modo, el contrato sólo aseguraba cuatro de las seis horas diarias. La oferta era dantesca y rápidamente sembró la discordia en las redes sociales. No obstante, Soriano se adelantó a posibles preguntas y, al tiempo que compartía la imagen de la discordia, también determinó el final de esta historia. “Por supuesto, la compi no ha aceptado el puesto”, sentenciaba.
La contundente respuesta de los seguidores de ‘Soy Camarero’
La precariedad laboral de la hostelería se alimenta de las necesidades de los trabajadores. “Si no hubiera necesidad, estas empresas ni existirían. O acabarían cerrando o pagando como deben a sus empleados”, comentaba Jesús Soriano en una entrevista con El Salto Diario. Esta opinión, compartida por todos sus seguidores, alimenta aún más la rabia de quienes se han visto en esta situación.
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“No queréis trabajar por una miseria, ni que el contrato no refleje ni la mitad de las horas trabajadas, y seguramente, queréis los días libres que os corresponde legalmente. Todos son exigencias”, ironizaba uno de los usuarios. Así, la postura en redes es clara: estas condiciones son inaceptables.