Tras casi tres años de campaña de inmunización contra el COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido cambiar su estrategia de vacunación debido a que la gran mayoría de la población mundial ya ha pasado la enfermedad al menos una vez. Las nuevas recomendaciones también serán para las vacunas de Pfizer y Moderna, que ambas requieren dos dosis para la pauta completa. Sin embargo, durante una rueda de prensa esta semana, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que una dosis es “suficiente” para protegerse contra la enfermedad.
“Una sola dosis es suficiente para la inmunización primaria”, apuntó el director e hizo hincapié en que esta “simplificación” de la estrategia de vacunación ayudará a mejorar la “aceptación” de la misma. La decisión fue tomada por el Grupo Estratégico Consultivo de Expertos en Inmunización (o SAGE, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar la semana pasada. “Basándose en los datos revisados, el SAGE recomendó un régimen simplificado de dosis única para la inmunización primaria de la mayoría de las vacunas COVID-19″.
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Las vacunas basadas en la variante de Ómicron XXB protegen mejor
Los expertos del SAGE también indicaron que, actualmente, aquellas vacunas que se basan en la variante Ómicron XXB han mostrado un índice mayor de protección que las vacunas bivalentes que contienen variantes del virus o que las vacunas monovalentes de virus índice. La variante Ómicron XXB es una de las más prevalentes en la actualidad. Sin embargo, subrayaron durante la rueda de prensa que, cuando estas vacunas no están disponibles, cualquiera de las otras vacunas recomendadas por la OMS “continúan siendo efectivas a la hora de prevenir formas graves del virus en los grupos de riesgo”.
Los expertos de la OMS también alertaron de que la pandemia ha provocado un retraso con respecto a la Agenda de Inmunización 2030, una estrategia mundial que tiene como objetivo asegurar el derecho fundamental de las personas a disfrutar del mayor grado posible de salud física y mental a través de una vacunación accesible para todos. La agenda tiene un total de siete objetivos, de los cuales seis no se han alcanzado, según informaron desde la OMS.
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Cómo será la estrategia de vacunación en España este otoño
Con la llegada del otoño se inician las campañas de vacunación frente a la gripe, que desde la temporada 2021-2022 también incluye un dosis de refuerzo contra el COVID-19. Para la temporada 2023-2024, el Ministerio de Sanidad ha vuelto a incluir una dosis contra la enfermedad con el objetivo de “reforzar la protección de las personas más vulnerables y del personal sanitario y sociosanitario para reducir la morbimortalidad y el impacto de estas enfermedades sobre la capacidad de la atención sanitaria y sociosanitaria”.
Las indicaciones desde el Ministerio de Sanidad este año se basan en la administración de una sola dosis de vacuna de gripe y una sola dosis de vacuna frente al COVID-19, salvo en personas en edad pediátrica o con inmunosupresión grave que pueden requerir otras pautas. La vacunación frente al COVID-19 se aconseja independientemente del número de dosis recibidas con anterioridad para aquellas personas que pertenecen a los siguientes grupos de riesgo:
- Todos los ciudadanos que tengan 60 años o más
- Personal de centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios públicos y privados (tanto sanitarios como no sanitarios).
- Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos: Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local, así como las Fuerzas Armadas, bomberos y servicios de protección civil
- Personas de cinco años o más internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas
- Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo).
- Personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión
- Personas menores de 60 años de edad que presentan las siguientes condiciones de riesgo:
- Diabetes mellitus y síndrome de Cushing
- Obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes o ≥3 DS en la infancia)
- Enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma
- Enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico
- Hemoglobinopatías y anemias o hemofilia, otros trastornos de la coagulación y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples
- Asplenia o disfunción esplénica grave
- Enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico
- Enfermedades neuromusculares graves
- Inmunosupresión (incluyendo las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH o por fármacos , así como en los receptores de trasplantes1 y déficit de complemento)
- Cáncer y hemopatías malignas
- Fístula de líquido cefalorraquídeo e implante coclear o en espera del mismo enfermedad celíaca enfermedad inflamatoria crónica
- Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras