Sara Gómez tenía 39 años cuando murió en enero de 2022 tras someterse a una operación de cirugía estética. La mujer, que se encontraba en buen estado de salud, salió del quirófano con perforaciones y lesiones en órganos vitales después de que la operase un cirujano cardiovascular que carecía de formación especializada en cirugía estética y reparadora, pues así lo permite la ley. Aunque casos como este no son habituales en España, lo cierto es que las denuncias por negligencias médicas van en aumento, según los datos de la asociación Defensor del paciente correspondientes a 2022.
Tras el caso de Sara, el Congreso de los diputados aprobó en septiembre del año pasado la Proposición no de Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo y las pseudociencias, cuyo objetivo es regular la actividad por la seguridad de los pacientes. Por ello, los profesionales del sector confían en que su desarrollo e implementación suponga “un freno” para aquellos profesionales que carezcan de formación en cirugía plástica.
“El problema es que en España, según la legislación vigente que es de 1958, cualquier médico licenciado en medicina y cirugía está legalmente autorizado para realizar cualquier acto médico”, por lo que si realiza intervenciones de otra especialidad “aunque no sea la suya, o no tenga ninguna, no está penado como tal per se”, explica a Infobae España el doctor José Luis Vila, presidente de la Fundación Docente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que este lunes indicó en un informe que las cirugías estéticas han aumentado más de un 200% en los últimos ocho años.
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De esa forma, continúa el experto, “un oftalmólogo podría atender un parto y un traumatólogo podría poner una prótesis de mama, lo cual es una locura, pero son situaciones que sí se dan en la cirugía estética”.
En ese sentido, Vila confía en que la Proposición no de Ley sobre cirugía estética sirva también para que al paciente “no se le engañe con títulos médicos que contengan denominaciones como ‘cirujano plástico facial o cirujano cosmético’, pues no existen como tal y acaban confundiendo” a quien quiere someterse a una intervención.
Aumento de denuncias
En 2022 la asociación Defensor del Paciente en España recibió 13.611 denuncias por negligencias, 455 más que en 2021, de las que 699 tuvieron como resultado la muerte del paciente (71 más que el año pasado). Del total de denuncias, 282 estaban relacionadas con la cirugía estética, si bien las negligencias más comunes ocurrieron durante intervenciones quirúrgicas en campos como traumatología, cirugía general, ginecología y obstetricia.
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La asociación no solo se muestra preocupada ante el incremento de las denuncias, sino también por el aumento de hombres jóvenes que deciden someterse a este tipo de intervenciones (sobre todo cirugías de injerto capilar y abdominoplastias) y por el intrusismo laboral, “que no se controla y nadie debería operar sin la titulación adecuada”, señala a este medio Carmen Flores, presidenta de Defensor del Paciente, que confía en que ese “vacío legal” pueda resolverse pronto.
Con el objetivo de evitar casos de mala praxis y muertes de pacientes, la asociación sugiere que este tipo de operaciones sean grabadas, pues actualmente “la prueba principal es la hoja quirúrgica”, un documento elaborado por el cirujano. “Es incomprensible aún no se lleva a cabo un registro audiovisual de la operación, que serviría para aportar luz en los casos de mala praxis como medio de prueba principal, tanto para provecho del paciente cuando fuera justa su denuncia, como del cirujano cuando fuera infundada”, indican.
Desde el Defensor del Paciente también recuerdan que los quirófanos en clínicas privadas que alquilan muchos cirujanos para llevar a cabo operaciones estéticas “no cuentan con los medios necesarios cuando surgen complicaciones”, por lo que tienen que trasladar al paciente a un hospital público para que ingrese en la UCI.
Operaciones más demandadas
Según el informe de la SECPRE, los profesionales de la cirugía estética y plástica estiman que en los próximos años aumentarán este tipo de operaciones, al tiempo que consideran que se incrementarán simultáneamente “los procedimientos menos invasivos que no necesitan cirugía”.
Por el momento, las operaciones estéticas más demandadas en 2021 en España fueron el aumento de pecho, la blefaroplastia —operación donde se extirpa el exceso de piel en los párpados— y la rinoplastia. Le siguen la liposucción y la abdominoplastia, aunque también destacan los rellenos con grasa autóloga, ya sea en la zona facial o en los glúteos.