Vicente Soriano es vicedecano de Investigación de la Facultad de Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y especialista en enfermedades infecciosas. El médico es el maestro de ceremonias de un evento que organiza el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) el próximo 15 de septiembre en torno al virus HTLV-1, tildado como protagonista de una “pandemia silenciosa” porque apenas se rastrea y se busca, a pesar de que sus síntomas pueden ser muy graves.
Es una enfermedad rara y de poca propagación en Europa, pero que con la globalización del s.XXI ha tenido ya pequeñas incidencias en el país. España es de los pocos países del mundo con un recuento nacional de casos y apenas llega a 500 desde 1989, año en el que se comenzó a monitorizar. Sin embargo, la comunidad científica está prácticamente convencida de que hay muchos más casos que no se detectan, ya que el número de asintomáticos es del 90% y, por tanto, son meros portadores del virus.
Pregunta: ¿Qué características tiene este virus?
Respuesta: Hay dos tipos de virus, los que tienen ADN o ARN de material genético. Los ARN son los protagonistas de las pandemias de los últimos cincuenta años: el virus del Sida, la Hepatitis C, el Ébola o el Sars (el virus de la covid). El virus del sida apareció en 1981, pero el HTLV-1 ya se describió dos años antes, de ahí ese uno en su nombre. El sida es el HTLV-3. El impacto mediático se lo llevó todo el VIH, pero este es un virus que lleva más tiempo dentro de la especie humana.
Te puede interesar: Virus HTLV-1, la pandemia silenciosa: qué enfermedades produce y cuál es la diferencia con el HTLV-2
P: ¿Qué síntomas produce el HTLV-1?
Produce dos enfermedades: una leucemia-T, que es la más rara y tiene muy mal pronóstico ya que se mueren la mayoría de las personas diagnosticadas; la otra enfermedad es mielopatía, que consiste en perder la fuerza de las extremidades inferiores. La HTLV-1 antes ocurría en el trópico, en el África subsahariana y en América Latina. Allí se conoce como Paraparesia espástica tropical.
Se transmite como el virus del sida, por transmisión sexual, por transfusiones o de madres a hijos durante la lactancia. En Europa no teníamos casos, pero con los movimientos migratorios del s.XXI han aparecido ya algunos casos. En España tenemos unos 20 casos diagnosticados cada año, pero lo llamamos pandemia silenciosa porque hay muchos casos que no están diagnosticados, ya que el 90% son asintomáticos. A diferencia del virus del VIH, que al cabo de diez años desarrolla el sida, con esta enfermedad, no. Solo el 10% de las personas infectadas desarrolla síntomas, ya sea el cáncer en la sangre o la parálisis. El otro 90% mueren con el virus, pero no por el virus. Son portadores. Como no saben que están infectados, lo pueden transmitir a otros.
P: ¿Es detectable? ¿Qué falla?
Se puede detectar, pero una de las conclusiones que tenemos es que es conveniente incluirlo en los test antinatales o en los de screening de transmisión sexual, que ahora mismo no está. No está porque no hay una concienciación de que es un virus que se transmite vía sexual. Estamos en esa etapa, en concienciar a los médicos y administraciones públicas de que es muy barato tenerlo controlado.
Pero otro gran tema es que no hay vacuna ni fármacos. Para el sida y la hepatitis ya tenemos cosas, pero para este, el único mecanismo de prevención es evitar la exposición de riesgo. A los que desarrollan leucemia suelen recetarles anticuerpos monoclonales, pero son de mal pronóstico e intentamos el trasplante de médula ósea, que es una intervención de riesgo. Para la prevención por vía sexual o materno fetal, se usan de manera experimental inhibidores de la antigrasa del VIH como el Cabotegravir, pero ante la ausencia de ensayo clínico el resultado es pobre.
P: ¿El índice de mortalidad de esta enfermedad es alto?
R: El índice de mortalidad de la leucemia-T es superior al 80% al cabo de tres años. La mielopatía no provoca la muerte, pero quienes la padecen acaban en sillas de ruedas y genera enfermedades de tipo autoinmune. España es de los únicos países con un registro nacional de casos desde 1989. En otros países los hay, pero no nacionales. Nosotros tenemos cerca de 500 casos acumulados desde entonces.
P: ¿Los casos que se identifican es porque han generado síntomas?
R: Hay una gran proporción de casos registrados que es porque han desarrollado síntomas, pero cuando hacemos screening de familiares encontramos algunos otros infectados. También en los bancos de sangre, porque en Madrid, Cataluña y otras comunidades sí se busca el HTLV-1 para donar sangre y ahí se encuentran diagnósticos.