Restaurante Rosi la Loca, uno de los más divertidos de Madrid: cócteles, espectáculos y muchos colores

Rosi nos propone “un lugar donde podrás ser libre de pensar, vivir y explorar, un sitio donde cada sabor te hará vivir una nueva aventura”

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Las croquetas súper cremosas de Rosi la Loca. (Rosi la Loca)
Las croquetas súper cremosas de Rosi la Loca. (Rosi la Loca)

A escasos 100 metros de la Puerta del Sol se ubica el que seguramente sea el restaurante más excéntrico y psicodélico de todo Madrid. Ambientación de pura fantasía, cócteles con sabores de ensueño y una presentación súper novedosa, y platos y tapas que combinan lo clásico con lo más moderno. Rosi la Loca es, como no, una locura que no pueden perderse ni locales ni los turistas que llegan a la ciudad. Así, el público de esta taberna es cosmopolita y el cenar aquí augura una noche inolvidable. Pesen, vean y disfruten.

“Soy Rosi la Loca; una mujer sin miedo; una mujer llena de fascinación, locura, sueños y loca por viajar. Soy amante de la aventura y de una vida llena de color y fantasía y quiero que me acompañes en esta experiencia”, así nos invita Rosi a sumergirnos en su mundo de placer multisensorial: “un lugar donde podrás ser libre de pensar, vivir y explorar, un sitio donde cada sabor te hará vivir una nueva aventura”.

La velada en lo de Rosi es obligatorio que empiece con uno de sus increíbles cócteles, ya que sus originales mezclas no dejarán indiferente a nadie. En esta taberna, localizada en la calle de Cádiz 4, los cócteles están elaborados con las bases tradicionales de cualquier combinado -ginebra, ron, vodka- acompañados con ingredientes de lo más creativo: sirope de avellanas, puré de piña o té rojo. Difícil elegir tan solo uno de su extensa carta, pero Rosi en Hawái -con whisky, puré de furtos rojos y sirope de jengibre- y Doctor Tarrant -con ron, vodka, leche de coco y puré de lichi- son sin duda dos de los imperdibles.

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Una presentación a lo Rosi

Pero no solo se distinguen por su fiesta de sabores sino que los cócteles de Rosi son tan alocados como ella y se sirven en ¿copas y vasos? de lo más variados y divertidos. Así, puedes beber desde el mismísimo gato de Alicia en el país de las maravillas o desde la galera del sombrerero loco.

En su oferta gastronómica, Rosi logra unir el sabor clásico de las tapas que todos conocemos, como las croquetas o huevos rotos, y la cocina más novedosa, donde sobresalen las el tataki de atún de aleta amarilla; la cama de alga wakame, salsa teriyaki y alioli de cítricos, las gyozas de pato con puré de calabaza, manzana, ketchup de ajo negro y cebollino fresco. Una delicia para el paladar de los más exigentes y atrevidos. La comida también tienen presentación de otro planeta -el planeta de Rosi, claro-, por lo que si pides las albóndigas súper cremosas te vendrán encima de una preciosa cerda-sirena de cabellera rubia, mientras que las patas de pulpo salteadas te llegarán sobre un plato con...tentáculos.

El restaurante posee dos plantas; la de arriba es un pasillo con algunas mesas cerca de la entrada y la barra que se encuentra al final, mientras que la de abajo alberga el salón más amplio y con gran número de mesas. Todo el local está decorado con esos colores que pueden hacer que te duela la cabeza, como el amarillo chillón y el rosa chicle, pero que combinan perfectamente con la propuesta de Rosi. Las paredes y techos están estampados con motivos florales y pájaros exóticos, esos que harán que tus seguidores se mueran de envidia cuando publiques las fotos en tu Instagram. Rosi la Loca es toda una experiencia. Anímate, que la noche promete.

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