Qué es la insuficiencia respiratoria aguda, la afección por la que ha muerto María Teresa Campos

La periodista y presentadora falleció a los 82 años en un hospital de Madrid. Su estado de salud se había deteriorado meses atrás

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María Teresa Campos (Europa Press).
María Teresa Campos (Europa Press).

Una de las periodistas más importantes de la historia de España nos ha dejado a los 82 años. María Teresa Campos murió este martes a causa de una insuficiencia respiratoria aguda en un hospital de Madrid tras haber ingresado el domingo 3 de septiembre con problemas respiratorios. Su pronóstico empeoró a medida que avanzaron sus horas de permanencia en el hospital, hasta que finalmente se confirmó la peor noticia a primera de hora de esta mañana.

El delicado estado de salud de la presentadora la había apartado del foco mediático en los últimos meses. En este sentido, sus hijas Terelu Campos y Carmen Borrego habían informado sobre su deterioro cognitivo y físico recientemente. Campos no pudo superar, finalmente, la insuficiencia respiratoria. Pero ¿en qué consiste este problema de salud?

Qué es y cómo se produce la insuficiencia respiratoria aguda

María Teresa Campos, conocida como 'La reina de las Mañanas', ha fallecido este martes cinco de septiembre

La insuficiencia respiratoria aguda no es una enfermedad, sino una afección grave que está asociada a enfermedades como por ejemplo cualquier tipo de lesión que perjudique al proceso respiratorio, una neumonía, un derrame cerebral o una enfermedad pulmonar crónica o grave.

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Tal y como señala el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EEUU (NHLBI, según sus siglas en inglés), este cuadro grave se produce cuando “los pulmones no pueden llevar suficiente oxígeno a la sangre”. Este puede suceder rápidamente, sobre todo asociado a las dolencias ya mencionadas y al síndrome de dificultad respiratoria aguda, o lentamente. En este último caso, la afección adquiere la denominación de “insuficiencia respiratoria crónica”.

Los síntomas no son solo respiratorios

Radiografía de unos pulmones con enfermedad respiratoria (Getty Images).
Radiografía de unos pulmones con enfermedad respiratoria (Getty Images).

Según informa el manual científico MSD, la insuficiencia respiratoria puede tener lugar de dos maneras. Por un lado, la concentración de oxígeno en sangre es demasiado baja. Por otro lado, la concentración de dióxido de carbono en sangre es demasiado alta.

Estas situaciones producen síntomas similares:

  • Dificultad importante para respirar.
  • Cianosis en personas de piel clara: coloración azulada de la piel por culpa de falta de oxígeno en sangre.
  • Color blanco y gris en la boca, en las zonas de los ojos y debajo de las uñas en personas de piel oscura.
  • Confusión.
  • Somnolencia.
  • Arritmias.

Diagnóstico y tratamiento

Las principales pruebas diagnósticas son la medida de la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono en sangre y una radiografía de tórax. En cuanto al tratamiento, normalmente se administra en la UCI y su objetivo fundamental es la suministración de oxígeno complementario.

En este sentido se suele optar por la ventilación mecánica mediante una máquina que ayuda a que el aire se introduzca y salga de los pulmones. Asimismo, en función de la causa que provocó la insuficiencia respiratoria, se pondrán en marcha otros tratamientos seleccionados por los médicos.

Las muertes por causas respiratorias crecieron un 21% en España

En el año 2022, 463.133 personas murieron en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La primera causa de muerte fueron las enfermedades del sistema circulatorio (26% de los fallecimientos) y le siguen los tumores (24,8%) y las enfermedades respiratorias (9,3%).

Este dato es muy llamativo, ya que las enfermedades respiratorias crecieron un 20,9% con respecto a 2021. Esta cifra es la consecuencia directa del incremento de determinadas enfermedades. La neumonía fue la causa de muerte que más aumentó (un 28,6%, según los datos de iSanidad), mientras que las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores fueron las terceras que más subieron (un 8,5%).

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