Un estudio pionero español descubre que los tumores cerebrales ‘hackean’ la comunicación entre neuronas

La explicación puede estar en que la metástasis cerebral ‘hackea’ la actividad del cerebro, según demuestra por primera vez un estudio publicado en ‘Cancer Cell’ y al que la publicación ha otorgado su portada

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30/08/2023 De izquierda a derecha: Alberto Sánchez-Aguilera y Liset Menéndez de la Prida, del Laboratorio de Circuitos Neuronales, Instituto Cajal, CSIC; y Manuel Valiente y Mariam Al-Masmudi Martín, del Grupo de Metástasis Cerebral, CNIO.
SALUD 
ANTONIO TABERNERO. CNIO
30/08/2023 De izquierda a derecha: Alberto Sánchez-Aguilera y Liset Menéndez de la Prida, del Laboratorio de Circuitos Neuronales, Instituto Cajal, CSIC; y Manuel Valiente y Mariam Al-Masmudi Martín, del Grupo de Metástasis Cerebral, CNIO. SALUD ANTONIO TABERNERO. CNIO

Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) sugiere que la pérdida cognitiva en pacientes con metástasis cerebral puede deberse a las interferencias que crea el cáncer en los circuitos neuronales, en lugar de a la presencia misma del tumor —que presiona el tejido cerebral—, como se creía hasta ahora.

Casi la mitad de los pacientes con metástasis cerebral ven afectada su capacidad cognitiva. Tal y como recalcan los investigadores, “algo falla” en esa hipótesis del ‘efecto masa’ del tumor, porque a menudo no hay relación entre el tamaño del cáncer y su impacto cognitivo. De hecho, tumores pequeños pueden generar alteraciones importantes, y a la inversa.

Por tanto, según este estudio, la explicación puede estar en que la metástasis cerebral hackea la actividad del cerebro, según demuestra por primera vez un estudio publicado en Cancer Cell y al que la publicación ha otorgado su portada.

Así, han descubierto que cuando el cáncer se disemina en el cerebro (hace metástasis) altera la química cerebral, e interfiere así en la comunicación neuronal. Tal y como recuerdan, las neuronas se comunican mediante impulsos eléctricos que se generan y transmiten mediante cambios bioquímicos en las células y su entorno.

El trabajo se enmarca en el proyecto europeo NanoBright, destinado a desarrollar nuevas tecnologías para el estudio del cerebro, y con participación de otras agencias financiadoras como MICINN, AECC, ERC, NIH y EMBO (ver ‘entidades financiadoras’ al final).

Presencia de la Inteligencia Artificial

Los investigadores midieron la actividad eléctrica del cerebro de ratones con y sin metástasis, y observaron que los registros electrofisiológicos de los animales con cáncer son distintos entre sí. Para asegurarse de que esa diferencia es atribuible a la metástasis, recurrieron a la inteligencia artificial. Entrenaron un algoritmo automático con numerosos registros electrofisiológicos, y en efecto el modelo logró identificar la presencia de metástasis.

El sistema llegó incluso a diferenciar metástasis provenientes de tumores primarios distintos —cáncer de piel, pulmón y mama—.Estos resultados muestran que, en efecto, la metástasis influye en la actividad eléctrica cerebral de manera específica, dejando una huella muy clara y reconocible.

El estudio supone, para los autores, un “cambio de paradigma” en el conocimiento básico sobre cómo se desarrolla la metástasis cerebral, y tiene implicaciones para la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de esta patología.

En la pista de un fármaco contra los efectos neurocognitivos

Además de registrar los cambios en la actividad eléctrica cerebral en presencia de metástasis, los investigadores han empezado a explorar los cambios bioquímicos que explicarían esta alteración.

Analizando los genes que se expresan en los tejidos afectados han identificado una molécula, EGR1, con un papel potencialmente importante en el proceso. El hallazgo abre la posibilidad de diseñar un fármaco que prevenga o palíe los efectos neurocognitivos de la metástasis cerebral.

“Nuestro estudio multidisciplinar cuestiona el hecho hasta ahora aceptado de que la disfunción neurológica, muy habitual en pacientes con metástasis cerebral, se debe únicamente al efecto masa del tumor. Nosotros proponemos que estos síntomas son consecuencia de cambios en la actividad cerebral producto de las alteraciones bioquímicas y moleculares, inducidas por el tumor. Es un cambio de paradigma que podría tener implicaciones relevantes para el diagnóstico y las estrategias terapéuticas”, ha expresado el director del grupo de Metástasis Cerebral del CNIO, Manuel Valiente.

Por su parte, la directora del Laboratorio de Circuitos Neuronales del Instituto Cajal (CSIC), Liset Menéndez de La Prida, ha expresado que, mediante aprendizaje automático, han podido integrar todos los datos para crear un modelo que permite saber si en un cerebro hay o no metástasis mirando únicamente su actividad eléctrica.

“Esta aproximación computacional podría tener la capacidad incluso de predecir subtipos de metástasis cerebral en estadios iniciales. Es un trabajo totalmente pionero, que abre un camino inexplorado”, ha explicado. Ambos autores resaltan el carácter multidisciplinar de un trabajo complejo que combina neurociencia, investigación oncológica y computacional, y cada una de estas áreas con, a su vez, un amplio abanico de técnicas diferentes.

Técnicas no invasivas

El cambio de enfoque que aporta este resultado hace que los investigadores quieran analizar mucho más sistemáticamente el estado cognitivo de los pacientes con metástasis cerebral. Este es, para Valiente, uno de los principales próximos pasos. Para ello será clave RENACER, la Red Nacional de Metástasis Cerebral promovida por el CNIO, que ya ha servido para generar la mayor colección de muestras vivas de metástasis cerebral en el mundo (con el consentimiento de los pacientes, las muestras extraídas en quirófano quedan a disposición de la comunidad científica internacional en el Biobanco CNIO), y en la que ahora van a introducir protocolos de evaluación neurocognitiva de los pacientes participantes.

Liset Menéndez de la Prida, por su parte, avanzará en la integración del registro de la actividad cerebral con el análisis de las moléculas implicadas, “para desarrollar nuevas sondas diagnósticas de tumores cerebrales”, señala. Otro objetivo es dar con fármacos que protejan al cerebro de las interferencias creadas por el cáncer en los circuitos neuronales, utilizando las estrategias ya mencionadas. “Buscaremos las moléculas que juegan un papel en las alteraciones inducidas por la metástasis en la comunicación neuronal, y las evaluaremos como posibles dianas terapéuticas”, explica Valiente.

Además de la inteligencia artificial ideada por el equipo del CSIC, emplearán la tecnología METPlatform desarrollada en el CNIO para evaluar la posible actividad terapéutica cientos de compuestos a la vez sobre las muestras de tejido cerebral afectadas por la metástasis.

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