El restaurante de un pueblo de Cádiz que Tamara Falcó visita cada verano

Se trata de un restaurante “con mucha personalidad” donde se puede comer San Jacobo de rape, carabineros al horno con huevo frito y niguiri de boniato con atún rojo

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Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en El Guardanés. (Instagram)

Cádiz es uno de los destinos vacaciones preferidos por los españoles por el encanto de sus pueblos costeros y la amplitud de sus playas, entre las que se encuentran algunas de las más bonitas de España. En sus pueblos, también veranean famosos y celebrities atraídos por la Costa de la Luz.

La provincia andaluza también cuenta con otro gran atractivo para los visitantes: su gastronomía. Lo han podido comprobar Tamara Falcó e Íñigo Onieva junto a Manuel Falcó y Amparo Corsini. Los cuatro se han sentado a la mesa de un restaurante de San Roque que ya habían visitado otros veranos.

“Ya se ha convertido en tradición que Tamara Falcó visite cada verano el patio de El Guadarnés, en esta ocasión lo ha hecho con su marido Íñigo Onieva y su hermano Manolo Falcó. Gracias por elegirnos de nuevo para vivir una experiencia gastronómica con nosotros en tus vacaciones de verano”, comentaba en Instagram la cuenta del restaurante en la que también se podía ver una foto del dueño, Manuel Laza, acompañado los comensales.

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El Guadarnés trata de un restaurante “con mucha personalidad”, según Cosas de comé, la sección de gastronomía del Diario de Sevilla. En su artículo dedicado al restaurante, destacan las aceitunas ‘empaná's o el San Jacobo de rape. En el restaurante también se puede degustar pulpo a la brasa, carabineros al horno con huevo frito, niguiri de boniato tostado en plancha con atún rojo salvaje de almadraba, entre otros platos basados en la gastronomía más tradicional.

Niguiri de Boniato tostado en
Niguiri de Boniato tostado en plancha con Atún Rojo Salvaje de Almadraba. (El Guadarnes/Instagram)

Después de los entrantes y los platos principales, es el turno de los postres, donde destacan la torrija de brioche con helado de vainilla, el tocino de cielo, tarta de queso, y la tartaleta de manzana casera, helado de vainilla y galleta María en peineta.

Un restaurante con mimo y tradición

La vinculación de Laza con la hostelería le viene de sangre. Su padre, Manuel Laza, era el dueño de Los Timbales, un referente del Campo de Gibraltar. Luis Miguel optó por estudiar Magisterio y llegó a ejercer, no obstante, su verdadera vocación se encontraba en los restaurantes, por lo que decidió arriesgarse y construir El Guadarnés en el local del bar familiar Los Perales. “Invertí mucho dinero, pero estaba seguro de lo que hacía”, declaraba a Cosas de comé.

La idea de Laza era montar “un restaurante en el que se cuidara el servicio y la materia prima”. Fue pionero en la conciliación familiar y estableció no abrir los domingos, una decisión que mantiene en la actualidad. “La gente se ha acostumbrado, pero lo hicimos desde el primer día. Inauguramos un viernes y ya ese domingo cerramos por descanso”.

Otro dato es que no doblan mesas “porque no nos gusta agobiar a los comensales. Preferimos que se tomen el tiempo que deseen sin la presión de que se tengan que levantar para sentar a otros”.

Actualmente, el propietario del restaurante no trabaja solo, le acompañan sus hijos Álvaro y Luis Miguel. Una de las funciones que cumple el cabeza de familia es la selección de la materia prima. Laza detalla que la gran mayoría del pescado viene de la pescadería Antonio Martín de Algeciras, a la que define como “la mejor de Andalucía”. El bacalao fresco, sin embargo, llega desde El Barquero de Asturias.

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