Los síntomas y la regla para detectar el cáncer de piel, enfermedad por la que ha muerto Patricia Rite

El cáncer de piel truncó prematuramente la vida de Patricia Rite, exparticipante del programa de Telecinco ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’. La joven natural de Huelva falleció este domingo 16 de abril a sus 30 años, debido a un melanoma cutáneo que le fue diagnosticado en 2019. Desde entonces, luchaba contra una enfermedad que tuvo su origen en un lunar de nacimiento que tenía en el abdomen y que, a la postre, terminaría desencadenando un cáncer metastásico mortal.

La familia de la influencer onubense hizo público su fallecimiento a través de sus redes sociales, “pidiendo respeto en estos duros momentos” y agradeciendo a todas las personas que le “brindaron apoyo y amor en este tiempo”.

Rite fue víctima de un tipo de cáncer en auge en España, según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). Su estudio sobre el Melanoma Cutáneo en nuestro país publicado en julio de 2022 indicó un preocupante crecimiento del mismo entre 2002 y 2022. En concreto, la incidencia anual ajustada por edad por cada 100.000 habitantes pasó de los 10,5 a 16,3 casos en mujeres, y de los 10,8 a los 14,6 en hombres, lo que implica un incremento anual del 2,5% en el sexo femenino y del 1,6% en el masculino. Asimismo, estas cifras estimaban que el año pasado esta enfermedad sería el noveno cáncer más frecuente en mujeres y el undécimo en hombres en nuestro país.

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La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) explica que existen tres tipos de cáncer de piel principales:

• Carcinoma de células basales: es el tipo más frecuente, representando entre el 80% y el 90% de los carcinomas cutáneos. Acostumbra a aparecer en las zonas del cuerpo que están más expuestas al sol, no tiene capacidad de generar una metástasis y se produce por las células basales, es decir, las que se ubican en la parte inferior de la epidermis.
• Carcinoma de células escamosas: este tipo de cáncer de piel también recibe el nombre de epidermoide. Representa hasta un 20-25% de los tumores malignos de la piel. En este caso, las lesiones que típicamente tienen forma de costra, bordes altos y propensión a sangrar, se pueden producir en cualquier parte del cuerpo, aunque las zonas expuestas a la luz ultravioleta son las más damnificadas. Se trata de un tumor que sí puede desencadenar metástasis, pero no es frecuente.
• Melanoma cutáneo: el cáncer de piel más peligroso y agresivo. Es el menos frecuente, pero cuenta con la capacidad de invadir tejido sano en sus alrededores y propagarse a órganos y otras partes del cuerpo, como en el caso de Patricia Rite.

Los síntomas más frecuentes son:

• Lesión eritematosa que se suele caracterizar por un claro color rojizo y con tendencia a sobreelevarse.
• Una llaga con costra que se cae, pero aparece de nuevo.
• Una área áspera y escamosa en la piel que no desaparece. Además, en ocasiones pueden aparecer en la zona pequeñas costras.
• Lesión eritematosa con tendencia a sangrar.

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Se manifiestan a través de los lunares, aunque cabe señalar que es un tipo de cáncer poco frecuente y que la mayoría de lunares son benignos. La AECC indica que hay que estar alerta cuando un lunar presente alguna de las siguientes características reflejadas en la regla del ABCDE:

• A. Asimetría: si la mitad del lunar es diferente a la otra mitad, conviene consultarlo con un dermatólogo.
• B. Bordes irregulares.
• C. Colores: los colores rojizo, blanquecino o azulado sobre un lunar negro son los más preocupantes.
• D: Diámetro: el lunar no debería medir más de 6 milímetros. Si su diámetro es mayor, puede ser maligno.
• E. Evolución: es fundamental estar atento por si el lunar se altera en lo referente a su forma y tamaño. Cualquier cambio en este sentido puede aumentar su índice de peligrosidad.

El método más habitual para tratar carcinomas de piel es la extirpación quirúrgica. De hecho, tiene un alto porcentaje de éxito en tumores superficiales, con un 92% de curación de los casos en función de la fase de diagnóstico inicial. Además, dependiendo del carcinoma, existen tratamientos de crioterapia, tratamientos tópicos, electrocirugía, radioterapia y otras terapias dirigidas.

En el caso del melanoma, la cirugía de resección del tumor con márgenes libres es la opción prioritaria. En función del tipo de tumor y de su estadio, también son comunes la inmunoterapia y las terapias dirigidas, la quimioterapia (menos eficaz) y la radioterapia.