Coralie Fargeat, la directora de terror que va camino a Cannes y los Óscar

“Cuando hago una película, la hago para estar en Cannes, para estar en los Óscar. Tengo esta fe de que esto es lo que quiero hacer. Creo en lo imposible”, afirmó Coralie Fargeat, en una entrevista con Variety, aún con la emoción palpable tras recibir cinco nominaciones al Óscar por The Substance (La sustancia).

Desde su pequeño departamento en el distrito 20 de París, la directora francesa vivió en directo el anuncio de las candidaturas. Cuando escuchó su nombre entre los nominados a Mejor Dirección, la única mujer en esa categoría este año, saltó de su sofá rojo de época y, minutos después, vio cómo su película se convertía en el primer body-horror en la historia en ser nominado a Mejor Película.

El camino hasta este momento no fue fácil. Hace un año, Fargeat temía que la película nunca viera la luz. Su visión radical, una sátira feroz sobre el sexismo y la obsesión con la juventud en Hollywood, resultó demasiado desafiante para Universal, el estudio que financió el proyecto.

Se negó a realizar cambios en su metraje de 140 minutos y la relación con el estudio se rompió. “Fue doloroso. Fue difícil”, admitió, aunque hoy evita señalar culpables.

El destino de la película dio un giro inesperado cuando Cannes la seleccionó en competencia oficial. Fue allí donde Mubi adquirió los derechos de distribución, permitiendo que la obra llegara al público sin alteraciones. The Substance terminó convirtiéndose en un fenómeno: recaudó más de 79 millones de dólares a nivel mundial y ahora está en camino a la ceremonia de los Óscar.

Para Coralie Fargeat, la emoción de ser nominada al Óscar aún se siente irreal. The Substance consiguió algo sin precedentes: convertirse en el primer body-horror nominado a Mejor Película. Además, Fargeat es apenas la novena mujer en la historia en ser nominada a Mejor Dirección, algo que ella misma reconoce como un logro significativo. “Sabía que la película era radical, pero no imaginé que llegaría tan lejos. Es un género que rara vez recibe este tipo de reconocimiento”, comentó.

A pesar de su éxito, Fargeat no se desvía del motivo central de su cine: la independencia creativa y el desafío a la industria. Para ella, este reconocimiento es una victoria personal, y una señal de que el cine de género puede aspirar a lo más alto. “Hollywood ha puesto al terror en una caja durante mucho tiempo. Esto prueba que puede ser tan poderoso y relevante como cualquier otro género”, aseguró.

El impacto de The Substance va más allá del cine de terror. Con su discurso feminista y su estilo provocador, la película se convirtió en un fenómeno de conversación. “Es un filme que incomoda, que golpea fuerte. No es sutil, y precisamente por eso está donde está”, sostuvo Fargeat con orgullo.

La nominación cambió la percepción de su trabajo, pero ella insiste en que su cine seguirá siendo igual de transgresor. “No voy a hacer películas para encajar. Si algo aprendí con esto, es que la única forma de avanzar es apostarlo todo por la visión que tienes”, concluyó.

A pesar del éxito de The Substance, su camino hacia la pantalla grande estuvo lleno de obstáculos. Cuando Universal, el estudio que financió la película con un presupuesto de 15 millones de dólares, vio el primer corte de Fargeat, surgieron tensiones.

El problema era claro: Universal no veía viable estrenar The Substance en su versión de 140 minutos, mientras que Fargeat se negaba a realizar cambios. “No quería suavizarlo, no quería hacerla menos violenta, menos frontal”, explicó. Para ella, modificar la película significaba traicionar su esencia. “Sabía que había escrito algo extremo, pero la historia lo pedía”, insistió.

Finalmente, el desacuerdo llevó a la salida de Universal del proyecto, cediendo los derechos a otro distribuidor. Fargeat reconoce que fue un proceso difícil, pero evita culpar al estudio. “No fue malicia, simplemente no coincidíamos en la visión”, dijo con diplomacia.

Al final, su insistencia en mantener el control creativo resultó en su mayor victoria. “Hago cine para hacer las películas que quiero ver, no para ajustarme a una fórmula”, afirmó. Y con cinco nominaciones al Óscar, el tiempo le dio la razón.

Cuando Coralie Fargeat envió The Substance al Festival de Cannes, lo hizo como un último intento desesperado. “A las 11 de la noche, la víspera del anuncio oficial, ya había perdido la esperanza. Le escribí a un amigo: ‘Es oficial, está muerto’”, recordó. Pero minutos después, su teléfono sonó.

Era Thierry Frémaux, director del festival, para confirmar que su película había sido seleccionada en competencia oficial. “Grité tan fuerte que debí haber despertado a todo el edificio”, dijo entre risas.

En Cannes, la película fue recibida con entusiasmo y generó un gran revuelo. “Sabía que ahí, en el templo del cine, mi película iba a nacer de verdad”, afirmó. Así, logró la validación artística que buscaba, y atrajo la atención de distribuidores.

Finalmente, fue Mubi quien adquirió los derechos para su estreno en varios territorios. “Efe Cakarel (CEO de Mubi) creyó en la película con una pasión increíble. No solo la compró, sino que la convirtió en su primera gran apuesta teatral en EE.UU.”, explicó.