Bridgit Mendler era una figura conocida en los hogares de millones de adolescentes y niños durante 2010. Su rostro, enérgico y familiar, brillaba como el de Teddy Duncan en Buena Suerte Charly, uno de los programas más populares de Disney Channel. Hoy, tiene 31 años y es licenciada en derecho por Harvard, doctorada en MIT y CEO de una startup espacial. Se ha transformado, dejando atrás los reflectores, para emprender un camino que combina la tecnología, el derecho y el espacio exterior.
Un cambio que parecía improbable si se observaba desde la cima de su carrera actoral. Disney había sido un trampolín que también catapultó las carreras de Miley Cyrus y Selena Gomez, pero Bridgit eligió otro destino. En una entrevista con CNBC, contó que el deseo de explorar algo distinto comenzó a gestarse en su interior desde antes de abandonar la actuación. Sin embargo, lo que realmente dio forma a su nueva trayectoria ocurrió en un contexto inesperado: el confinamiento por la pandemia.
Durante esos días de encierro, Bridgit, junto a su esposo Griffin Cleverly, empezó a construir antenas con materiales comprados en comercios locales. Esa curiosidad por conectar tecnología terrestre con satélites derivó en la idea que más tarde se convertiría en Northwood Space, una empresa ubicada en El Segundo, California, dedicada a producir estaciones terrestres en masa. Estas antenas, también conocidas como telepuertos, son el enlace fundamental entre los datos capturados por satélites en el espacio y los usuarios en la Tierra.
El camino hasta fundar Northwood Space estuvo plagado de giros y descubrimientos. A los 18 años, Mendler ingresó a la Universidad del Sur de California para estudiar antropología, aunque paradójicamente fue por error de aplicación. La decisión de inscribirse en este campo no planeado fue una casualidad que ella misma describió como un accidente en el programa Jimmy Kimmel Live en 2015. Sin embargo, el entusiasmo que encontró en el ámbito académico marcó un cambio. A pesar de abandonar USC en 2016, continuó persiguiendo su interés por la intersección entre tecnología y humanidades.
En 2017, comenzó a trabajar en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde profundizó en los límites de la tecnología aplicada a la sociedad. Un año después, formalizó su interés con una maestría y posteriormente un doctorado en el mismo instituto. Paralelamente, su deseo por entender el marco jurídico del espacio la llevó a Harvard Law School, donde llegó a ser co-presidenta de la Harvard Space Law Society. En una conversación con CNBC, explicó cómo su tiempo en la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) consolidó su pasión por el derecho espacial, disciplina que le abrió las puertas al mundo de los satélites y las telecomunicaciones.
“Fue en ese momento cuando me di cuenta de que estaba profundamente interesada en la conectividad entre el espacio y la Tierra”, declaró Mendler. Lo que parecía un ámbito lejano y técnico, se convirtió en una oportunidad para generar un impacto tangible. Según un informe publicado por Elle, el objetivo de Northwood Space es transformar el flujo de datos entre el espacio y la Tierra, convirtiendo el sistema tradicional de antenas grandes y costosas en una red eficiente y accesible.
El concepto que impulsa Northwood Space es claro: crear una “autopista de datos” que modernice la manera en que se transmite la información recolectada por los satélites. Este flujo es crítico en múltiples áreas, desde el monitoreo ambiental hasta las comunicaciones globales. Sin embargo, como explicó Mendler, los métodos actuales, que no han evolucionado desde los años 60, están llenos de limitaciones y problemas de capacidad.
“Queremos repensar por completo la infraestructura de las estaciones terrestres”, escribió Mendler en LinkedIn al anunciar oficialmente la empresa el 20 de febrero de 2024. La startup ya cuenta con un financiamiento inicial de 6,3 millones de dólares, respaldado por inversores de alto perfil como Founders Fund y Andreessen Horowitz. Según Forbes, estos fondos permitirán a Northwood probar su primera conexión con un satélite a finales del año.
El equipo detrás de esta visión está formado por expertos provenientes de empresas como SpaceX y Palantir Technologies, liderados por Mendler, Cleverly y el jefe de software Shaurya Luthra. Esta sólida base técnica ha sido clave para ganar la confianza de los inversores y asegurar que Northwood pueda cumplir con sus ambiciosos objetivos.
Además de sus logros empresariales, Bridgit Mendler dedicó un sentido mensaje en las redes a su hijo. En un emotivo texto en X (anteriormente Twitter), compartió que adoptó a un niño de cuatro años en 2022. “La maternidad ha sido el regalo más grande y una experiencia definitoria en mi vida”, escribió. Este equilibrio entre la maternidad y su carrera como CEO ilustra su capacidad para gestionar prioridades sin perder de vista sus objetivos.
El nombre Northwood Space tiene un significado especial para Mendler y Cleverly, ya que surgió durante un viaje familiar al lago Northwood, en New Hampshire, durante la pandemia.