Angelina Jolie y Nicole Kidman: las dos caras femeninas del cine actual con propuestas completamente diferentes

Las célebres actrices de Hollywood eligen caminos diferentes para brillar en proyectos que destacan por su audacia y profundidad interpretativa. The Independent reseñó el presente de ambas interpretes

Guardar
Las elecciones de roles reflejan
Las elecciones de roles reflejan la evolución de Angelina Jolie hacia lo nostálgico y sofisticado. Mientras Kidman encarna personajes imperfectos que retan su capacidad actoral (REUTERS)

Además de ser una plataforma artística, el cine contemporáneo refleja las elecciones y riesgos que asumen sus protagonistas. Tal es el caso de Angelina Jolie y Nicole Kidman, dos de las actrices más emblemáticas de Hollywood, que con sus más recientes proyectos cinematográficos revelan sus estilos interpretativos y las direcciones divergentes que adoptaron sus carreras. Jolie protagoniza Maria, una biografía elegante y nostálgica sobre la cantante de ópera María Callas, mientras Kidman asume un desafío emocional y físico en el thriller erótico Babygirl. Ante estas propuestas profesionales de ambas actrices, el portal The Independent realizó un informe sobre las producciones que comparten un patrón común: ofrecer un escaparate que maximiza el talento de sus protagonistas.

En la película Maria, Angelina Jolie interpreta a una María Callas melancólica, atrapada entre los ecos de su gloria pasada y el deseo de un renacer profesional. La producción se encuentra ambientada en un París otoñal de los años setenta, está impregnada de un aire de sofisticación y tristeza, que enfatiza el lujo y la nostalgia. La caracterización de Callas por parte de Jolie se desdibuja con su propia imagen como figura icónica de Hollywood, creando una simbiosis entre actriz y personaje.

Angelina Jolie interpreta a María Callas en un recorrido por las luchas internas de la diva estadounidense del siglo XX (Studio Canal)

Por otro lado, Babygirl coloca a Nicole Kidman en un entorno completamente distinto. Su papel como Romy Mathis, una ejecutiva que se embarca en un peligroso romance con un subordinado más joven, representa un desafío emocional y físico que Kidman no solo acepta, sino que transforma en el corazón de la película. Con escenas atrevidas y vulnerabilidad confesada públicamente por la actriz, Kidman logra una interpretación que refuerza su reputación como una intérprete que no teme a lo impredecible.

Ambas películas, aunque sean diferentes en tono y temática, ilustran el contraste entre las dos actrices. Mientras Jolie se adentra en una narrativa clásica y controlada que prioriza la grandilocuencia, Kidman apuesta por explorar la complejidad humana con una franqueza que pocos artistas de su calibre se atreven a asumir, según la reseña del escritor Xan Brooks para The Independent. Estas elecciones demuestran sus enfoques actuales hacia la actuación y también sobre cómo enfrentan la evolución de sus propias trayectorias.

Nicole Kidman encarna a Romy
Nicole Kidman encarna a Romy Mathis en Babygirl, un thriller con altas exigencias emocionales (Diamond Films)

La trayectoria profesional de Angelina Jolie y Nicole Kidman demuestra el desarrollo de sus talentos interpretativos, junto con una evolución marcada por decisiones que definieron sus imágenes públicas. En este sentido, ambas actrices desafiaron las expectativas iniciales de sus carreras, aunque con resultados divergentes en términos de riesgo y exploración artística.

Reflexión sobre las carreras de Jolie y Kidman

En sus primeros años, Jolie se destacó por roles intensos y transgresores, como en Gia o Girl, Interrupted, que cimentaron su reputación como una figura audaz en la industria. Aunque su elección de proyectos más recientes refleja un enfoque más calculado y conservador. Películas como Maléfica o Eternals muestran a una actriz que se orientó hacia producciones seguras, que privilegian su imagen como una figura icónica y sobria, pero alejándose del espíritu irreverente que marcó el inicio de su carrera. Su interpretación de María Callas en Maria refuerza esta transición hacia roles que parecen diseñados para consolidar su estatus de leyenda, pero que limitan su capacidad para asumir riesgos interpretativos.

En la contraparte, Kidman tomó un camino opuesto. Reconocida en sus inicios por papeles en producciones más convencionales, demostró una notable inclinación por explorar narrativas complejas y personajes vulnerables. Desde Big Little Lies hasta Birth, su disposición a encarnar mujeres imperfectas y emocionalmente expuestas subraya su compromiso con la autenticidad artística. En Babygirl, Kidman acepta las exigencias físicas y emocionales del papel, a la vez de abrazar la posibilidad de ser percibida como ridícula o frágil, características que enriquecen la profundidad de su interpretación.

Esta dicotomía plantea un contraste significativo entre ambas actrices: Jolie optó por la seguridad y la grandeza formal, mientras Kidman se inclina por la introspección y la experimentación. Aunque ambas construyeron carreras notables, el enfoque de Kidman hacia personajes audaces y desafiantes demuestra una vitalidad que se traduce en una filmografía dinámica y emocionante. Como señala la crítica compartida por The Independent, roles como el de Romy Mathis en Babygirl proyectan un futuro lleno de posibilidades para Kidman, mientras que la elección de Jolie de roles más predecibles podría limitar su evolución como artista.

Guardar