Sabrina Carpenter, la nueva estrella de la música pop, enfrenta la devoción y el escándalo en su ascenso global

Convertida en un ícono de la Generación Z, la artista desafía las expectativas con una carrera que mezcla éxito musical y controversias públicas

Guardar
Con su transformación de estrella
Con su transformación de estrella juvenil a ícono del pop global, Sabrina Carpenter conquista el mundo con su autenticidad y audacia artística (REUTERS/Andrew Kelly)

A sus 25 años, Sabrina Carpenter se ganó su lugar como una de las artistas más prominentes de la música pop actual. Nacida en un hogar humilde de Pensilvania, hija de un chef y una quiropráctica, su dedicación comenzó desde joven, compartiendo versiones de canciones de Adele en YouTube y participando en un concurso impulsado por Miley Cyrus. Según relató Paris Match, este esfuerzo la llevó a formar parte del universo Disney, donde protagonizó El mundo de Riley y lanzó sus primeros discos dirigidos a un público adolescente.

Sin embargo, el verdadero salto a la fama llegó con su álbum Emails I Can’t Send en 2022, que marcó un giro hacia una identidad más madura y audaz, coronado con el éxito de Espresso, un hit global que dominó las listas en el verano de 2024.

Con su triunfo en los
Con su triunfo en los MTV Video Music Awards, Sabrina Carpenter confirma su posición como una de las artistas más influyentes y visionarias de su generación (REUTERS/Andrew Kelly)

Más allá de su música, Carpenter construyo una imagen cuidadosamente provocadora. Durante un desfile para Vogue, adoptó una estética de muñeca de lujo, combinando elementos de sensualidad y poder.

Este enfoque, destacado por Paris Match, se convirtió en su sello, desafiando los estándares tradicionales del feminismo contemporáneo y evocando comparaciones con figuras icónicas como Marilyn Monroe.

En sus actuaciones, su combinación de atuendos sensuales y presencia escénica refleja una narrativa de empoderamiento, que se entrelaza con su música y su personalidad pública.

Sabrina Carpenter abandona el molde
Sabrina Carpenter abandona el molde de niña prodigio para abrazar un sonido y una estética que desafían los límites del pop moderno (Andy Kropa/Invision/AP)

Su base de seguidores, los “Carpenters”, se convirtió en un fenómeno cultural. Identificados por las cintas blancas en el pelo, representan una comunidad devota que, como señaló el mismo medio, puede reaccionar con intensidad ante cualquier controversia relacionada con la artista.

Esto quedó demostrado durante su relación con el actor Barry Keoghan, quien enfrentó amenazas y acoso luego de rumores infundados sobre infidelidad, a pesar de que People Magazine aclaró que ambos simplemente decidieron enfocarse en sus carreras.

A pesar de las controversias, el impacto de Carpenter se extiende más allá de lo personal. En un gesto que reafirma su influencia, animó a sus seguidores a participar en la última campaña presidencial de los Estados Unidos, sin posicionarse por ningún candidato, una estrategia que Paris Match comparó con el activismo más directo de Taylor Swift, una figura central en la trayectoria de Carpenter.

Ambas artistas comparten una conexión no solo profesional, sino también personal: ambas nacieron en Pensilvania y transforman sus experiencias en canciones que conectan profundamente con su público. Carpenter describió a Swift como una mentora crucial, destacando que le enseñó a valorar la gratitud y la humildad incluso en medio del éxito.

"Le debo tanto a Taylor",
"Le debo tanto a Taylor", dijo Sabrina Carpenter sobre la influencia de Swift, a quien considera mentora y amiga, un vínculo que refleja su trayectoria hacia las ligas mayores del pop (X/@4k_taylorr)

El paralelismo entre ambas cobró relevancia con las nominaciones a los Grammy 2024, donde compitieron directamente en varias categorías, un reflejo del ascenso de Carpenter hacia las ligas mayores del pop global.

Sin embargo, su propuesta artística va más allá de la música: el videoclip Feather se destacó por un concepto visual provocador, donde la artista aparece bailando en un cementerio tras “asesinar” a hombres que la acosaban.

Filmado parcialmente en una iglesia de Brooklyn, este trabajo generó indignación en el ámbito religioso y político, pero como apuntó Paris Match, reafirma su capacidad para generar debate y ampliar los límites de su expresión artística, una estrategia reminiscentemente inspirada por Madonna.

En el controvertido video de
En el controvertido video de "Feather", Sabrina desafía límites al bailar sobre ataúdes en una iglesia, generando reacciones divididas y reafirmando su inclinación por la provocación (Captura de video)

En el ámbito personal, Carpenter utilizó su música como un medio para explorar sus vivencias, particularmente en temas como Because I Liked a Boy, que abordó un triángulo amoroso que la involucró con Olivia Rodrigo y Joshua Bassett.

Según explicó a Vanity Fair, sus canciones funcionan como un diario íntimo que permite al público interpretar libremente las emociones plasmadas en sus letras.

Sabrina Carpenter continúa transformando la industria musical con un enfoque que combina autenticidad, provocación y una innegable conexión con su audiencia, consolidándose como una figura influyente que redefine el significado del poder femenino y la innovación en el siglo XXI.

Guardar