La dura razón por la que Adrien Brody evita ver “El pianista”

El actor, ganador del Oscar, reflexionó sobre el impacto emocional y físico de un papel que lo transformó profundamente

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Adrien Brody ganó el Oscar al Mejor Actor en 2003 por su actuación en El Pianista, convirtiéndose en el actor más joven en recibir este premio

Adrien Brody ha construido una carrera en el cine que se distingue por su habilidad para interpretar personajes que enfrentan profundas luchas emocionales y físicas. Desde su aclamada actuación en El Pianista (2002) hasta su más reciente papel en The Brutalist (2023), el actor ha demostrado un compromiso inquebrantable con la autenticidad y la complejidad emocional de sus personajes. Estas experiencias, aunque enriquecen su arte, también han dejado una marca imborrable en su vida personal y profesional.

La interpretación de Brody como Władysław Szpilman, un pianista judío que sobrevive al Holocausto en El Pianista, le valió el Premio de la Academia al Mejor Actor en 2003, convirtiéndolo en el actor más joven en ganar este galardón. Sin embargo, este reconocimiento llegó acompañado de un proceso de transformación que el propio actor ha calificado como traumático.

“No puedo ver El Pianista. Fue traumático encarnar a ese personaje. Perdí más de 15 kilos: mido 1,85 y pesaba 57 kilos”, explicó Brody en una reciente entrevista con W Magazine. La preparación física, que incluyó una pérdida de peso extrema, fue solo una parte del desafío; la carga emocional de interpretar a una víctima del Holocausto dejó una huella indeleble. “La experiencia de comprender esa profunda sensación de hambre nunca me ha abandonado. Entender lo que eso abrió en mi interior sigue siendo terriblemente perturbador”, agregó.

Brody afirma que la experiencia
Brody afirma que la experiencia de interpretar a Władysław Szpilman fue traumática y dejó una huella emocional profunda (Universal Pictures)

Esta entrega total al personaje no es única en su carrera. En The Brutalist, Brody encarna a László Toth, un arquitecto húngaro y sobreviviente del Holocausto que emigra a Estados Unidos con el sueño de reconstruir su vida. Aunque el enfoque de la película es diferente, el papel exigió un compromiso similar, con el actor abordando temas de resiliencia, pérdida y esperanza en un relato que abarca 40 años de la vida del personaje.

Una de las características más distintivas de Brody como actor es su capacidad para transformar sus experiencias personales en un recurso creativo. “La belleza de ser actor es que hay un lugar para toda la desgracia y las cosas que no tienen sentido y que son dolorosas. Puedes compartir esas experiencias con el mundo”, afirmó Brody. Esta filosofía lo ha llevado a aceptar papeles que exigen un nivel profundo de introspección y empatía.

En The Brutalist, esta conexión con el sufrimiento humano se vuelve aún más evidente. La película, dirigida por Brady Corbet, se desarrolla como un épico relato histórico que explora las secuelas del Holocausto y los desafíos de los inmigrantes en América durante el siglo XX.

The Brutalist aborda las secuelas
The Brutalist aborda las secuelas del Holocausto y los desafíos de los inmigrantes en América en el siglo XX (Lol Crawley/A24 via AP)

Según Brody, el papel resonó profundamente con su propia visión de la vida y el arte: “Hay elementos de The Brutalist que son identificables para cualquiera que persiga un esfuerzo artístico. Querer dejar un legado, algo de importancia duradera, y abordar todo con profundidad e integridad”.

Los personajes que Adrien Brody ha interpretado comparten un hilo conductor: la exploración de la resiliencia humana frente a las adversidades más extremas. En El Pianista, Szpilman se aferra a su música como un ancla en medio del caos y la destrucción. En The Brutalist, Toth canaliza sus traumas y aspiraciones a través de la arquitectura, un medio para reconstruir no solo edificios, sino también vidas y esperanzas.

Este enfoque temático también refleja la percepción del actor sobre el arte y la vida. Brody ha señalado que su carrera está impulsada por un deseo de profundizar en las experiencias humanas complejas y compartirlas con el público.

La preparación para El Pianista
La preparación para El Pianista incluyó que Brody perdiera más de 15 kilos, llegando a pesar 57 kilos con una altura de 1,85 m (Universal Pictures)

“Si quieres perseguir algo que sea altamente competitivo y creativo, eso requiere un grado de suerte”, reflexionó. Sin embargo, para él, la suerte también depende de estar preparado para los momentos en que las oportunidades se alinean, como ocurrió con The Pianist y The Brutalist.

La relevancia de estos temas universales trasciende las historias individuales de sus personajes y conecta a los espectadores con emociones compartidas. En palabras del propio Brody, estos roles exponen el dolor y la lucha, pero también celebran la capacidad humana para encontrar significado y belleza, incluso en las circunstancias más difíciles.

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