La relación entre la fama y la riqueza suele estar marcada por la opulencia y el lujo. Para muchos, ser una estrella de Hollywood, un ícono de la música o una leyenda deportiva parece sinónimo de estabilidad económica. Sin embargo, las historias de varias celebridades demuestran que incluso los ingresos millonarios pueden diluirse rápidamente frente a una mala gestión, gastos excesivos o decisiones financieras cuestionables.
8 famosos que vieron caer su riqueza
Michael Jackson
Conocido como el “Rey del Pop”, Michael Jackson construyó su fortuna con éxitos icónicos como Thriller y Billie Jean. Además de sus ingresos por álbumes y giras, Jackson invirtió en el catálogo de los Beatles, que adquirió por USD 47 millones en 1985, lo que consolidó su estatus como uno de los artistas más ricos de su tiempo.
A pesar de su éxito, Jackson fue incapaz de controlar sus gastos. En 2004, sus asesores financieros revelaron que estaba prácticamente en bancarrota, incapaz de pagar un préstamo de USD 70 millones. Mantenía un estilo de vida excesivo, gastando USD 2 millones mensuales en lujos como autos y antigüedades. En el momento de su muerte, en 2009, el cantante tenía una deuda superior a los USD 500 millones.
Tras su fallecimiento, el manejo de su legado y derechos musicales permitió que su patrimonio recuperase estabilidad financiera, aunque él mismo nunca logró salir de sus problemas económicos.
Drake Bell
Protagonista de la serie Drake & Josh en Nickelodeon, Bell construyó su carrera en el entretenimiento juvenil, ganando popularidad y amasando una fortuna considerable gracias a su trabajo actoral y musical.
En 2014, Bell se declaró en bancarrota, con una deuda de USD 581.000. Su casa en Los Ángeles, valorada en USD 2 millones, fue embargada tras su incapacidad para pagar. Según documentos legales, sus ingresos mensuales eran de USD 2.820, pero sus gastos ascendían a USD 18.771, incluyendo impuestos atrasados.
Bell siguió trabajando en proyectos de menor escala, pero su situación financiera no recuperó la solidez de sus días en Nickelodeon.
Mike Tyson
Apodado “Iron Mike”, Tyson ganó más de USD 400 millones durante su carrera como boxeador profesional, consolidándose como uno de los nombres más reconocidos en el deporte.
En 2003, Tyson se declaró en bancarrota, acumulando una deuda de USD 27 millones. A pesar de sus ingresos astronómicos, gastaba USD 400.000 mensuales para mantener su estilo de vida y enfrentó gastos legales que ascendieron a USD 9 millones en solo dos años. Además, tenía deudas con autoridades fiscales y acuerdos judiciales.
Tyson reconstruyó su imagen y finanzas, lanzando proyectos como un podcast y negocios relacionados con el cannabis. Actualmente, disfruta de estabilidad económica, aunque en una escala más modesta.
Aaron Carter
Carter saltó a la fama como estrella infantil con éxitos musicales y apariciones en Broadway. Para los 18 años, había acumulado aproximadamente USD 200 millones en ganancias.
Carter acusó a sus padres de mal manejo de su fortuna, lo que lo dejó con apenas USD 2 millones en su cuenta bancaria y una deuda fiscal de USD 4 millones. En 2013, se declaró en bancarrota para intentar reorganizar sus finanzas. A su muerte en 2022, su patrimonio neto era de solo USD 400.000. Su legado y activos se transfirieron a su hijo, ya que no dejó un testamento antes de fallecer.
Cyndi Lauper
Antes de convertirse en una estrella global con canciones como Girls Just Want to Have Fun, Lauper integraba la banda Blue Angel.
El fracaso comercial del álbum debut del grupo en 1981 llevó a Lauper a declararse en bancarrota. Durante ese período trabajó en restaurantes y tiendas minoristas mientras intentaba relanzar su carrera musical.
Su álbum She’s So Unusual en 1983 marcó un renacimiento que la llevó al estrellato y aseguró su estabilidad económica desde entonces.
Kim Basinger
Actriz ganadora del Óscar, Basinger alcanzó fama internacional con películas como L.A. Confidential y Batman. En 1993, enfrentó un juicio multimillonario tras retirarse de la película Boxing Helena. Fue condenada a pagar USD 7,4 millones en daños y se declaró en bancarrota. Finalmente, alcanzó un acuerdo con la productora tras años de litigio. Basinger continuó trabajando en Hollywood, pero adoptó un perfil bajo en comparación con su éxito previo.
Francis Ford Coppola
El director de renombre amasó una fortuna gracias a éxitos cinematográficos como The Godfather. Entre 1981 y 1992, Coppola se declaró en bancarrota tres veces. La principal causa fue el fracaso de su película One From the Heart, que acumuló enormes pérdidas. En 1992, tenía USD 98 millones en pasivos y solo USD 53 millones en activos.
Aunque volvió a recuperarse, recientemente invirtió USD 120 millones en su proyecto Megalopolis, cuyo éxito sigue siendo incierto.
50 Cent
El rapero y empresario alcanzó la fama con su álbum Get Rich or Die Tryin y vendió más de 30 millones de discos a lo largo de su carrera. En 2015, declaró bancarrota tras tomar malas decisiones de inversión. Sin embargo, utilizó este recurso legal estratégicamente para reestructurar sus finanzas y evitar el colapso total. El artista logró relanzar su carrera empresarial y actualmente tiene un patrimonio neto estimado en USD 40 millones.