La historia de “The Six Triple Eight” de Tyler Perry y cómo las mujeres fueron fundamentales en una misión de la Segunda Guerra Mundial

En la vasta filmografía dedicada a la Segunda Guerra Mundial, pocas veces se ha prestado atención a las historias de las mujeres afroamericanas que también contribuyeron al esfuerzo bélico. Este vacío histórico, lleno de silencio y omisión, es ahora desafiado por el director y productor Tyler Perry en su película The Six Triple Eight. Con un enfoque profundamente humano, la cinta narra la hazaña del Batallón 6888, la única unidad femenina afroamericana desplegada en Europa durante la guerra.

“Cuando miro las películas ambientadas en esa época, no hay ninguna que hable de las mujeres negras”, expresó Perry al abordar el impulso detrás de este proyecto. La película, basada en hechos reales, es un tributo al sacrificio y determinación de 855 mujeres que, lideradas por la Mayor Charity Adams, enfrentaron no solo los horrores de un conflicto global, sino también la discriminación racial y de género en su propio ejército.

La misión del Batallón 6888 era crucial: desatascar un sistema postal militar colapsado por 17 millones de cartas acumuladas en hangares de aviones. Los soldados, alejados de sus familias y bajo una presión constante, dependían de este flujo de comunicación para mantener su moral. Bajo el lema “No mail, low morale”, el equipo superó todas las expectativas, demostrando que su valentía y organización no conocían límites, incluso en las condiciones más adversas.

El 6888th Central Postal Directory Battalion, conocido informalmente como Six Triple Eight, nació en un contexto de segregación racial que permeaba incluso los ideales democráticos que Estados Unidos defendía en la guerra. A pesar de la resistencia inicial de los altos mandos, la unidad fue posible gracias al apoyo de figuras influyentes como la Primera Dama Eleanor Roosevelt y la activista por los derechos civiles Mary McLeod Bethune.

Bethune, una defensora inquebrantable de la igualdad, utilizó su cercanía con Roosevelt para presionar al ejército, destacando que mujeres como Charity Adams, una joven de 26 años oriunda de Carolina del Sur, tenían las capacidades para liderar misiones cruciales.

Sin embargo, la realidad no fue sencilla: las mujeres del 6888 enfrentaron condiciones extremas. Trabajaban en hangares sin calefacción, infestados de ratas, y soportaban amenazas de bombardeos alemanes, además de la hostilidad de algunos de sus propios compañeros de armas.

En una ocasión, un general blanco advirtió a Adams que planeaba reemplazarla con una oficial blanca. La respuesta firme de Adams, que defendió la dignidad y el profesionalismo de su unidad, quedó grabada en la historia. “No nos enviaron porque creían que podíamos hacerlo. Estamos aquí porque están seguros de que no podemos”, enfatiza el personaje de Adams, interpretado por Kerry Washington, en la película.

La película también se centra en una figura entrañable, Lena Derriecott King, una adolescente de Pensilvania cuya vida se transformó por la guerra. Interpretada por Ebony Obsidian, King representa el impacto humano de un conflicto que robó vidas y dejó cicatrices profundas. Después de perder a su mejor amigo de la infancia, Abram, en el frente, Lena decidió unirse al 6888 como una forma de rendirle homenaje y contribuir al esfuerzo bélico.

Según el historiador Kevin Hymel, quien entrevistó a King para un artículo en WWII History Magazine, su valentía y resiliencia fueron inspiradoras. En medio del caos, Lena encontró en sus compañeras una hermandad inquebrantable que la ayudó a superar el racismo, el sexismo y las duras condiciones de trabajo.

El esfuerzo del Batallón 6888 fue un éxito rotundo. Contra todo pronóstico, las mujeres completaron su misión en solo tres meses, la mitad del tiempo previsto. Al hacerlo, no solo aseguraron que millones de soldados pudieran reconectar con sus familias, sino que también desafiaron los estereotipos de su época, sentando un precedente para las futuras generaciones de mujeres afroamericanas en el ejército.

Tyler Perry, consciente de la importancia de este relato, trabajó a contrarreloj para compartir la película con la propia Lena King, una de las últimas supervivientes del batallón, antes de su fallecimiento en enero de 2024. Durante una visita a su hogar en Las Vegas, Perry le mostró el filme en un iPad. La reacción de King, quien saludó la pantalla como si estuviera de nuevo en servicio, fue profundamente conmovedora. “Después, lloró y dijo: ‘Gracias por mostrarle al mundo que las mujeres negras también contribuyeron’”, recordó Perry.

The Six Triple Eight no solo es una película; es un testimonio de la lucha de estas mujeres contra la adversidad y su incansable búsqueda de igualdad. En un mundo donde las historias de heroísmo suelen ser narradas desde perspectivas limitadas, esta obra amplía el enfoque, destacando que la valentía no conoce género, raza ni fronteras.

Con esta película, Tyler Perry rinde homenaje a un capítulo olvidado de la historia, recordándonos que la Segunda Guerra Mundial también fue ganada por las manos, el coraje y el corazón de mujeres como las del Batallón 6888. Un legado que, finalmente, encuentra su voz en el cine y en la memoria colectiva.