14 famosos que no usan sus nombres reales

En el espectáculo, un nombre lo es todo. Puede definir una carrera, construir una imagen pública o dar ese toque especial que un artista necesita para destacar. Pero lo que pocos saben es que detrás de muchos de los nombres más conocidos en la industria del cine, la música y la televisión hay historias sorprendentes.

Emma Stone, Bruno Mars, Drake y Lana del Rey son solo algunos de los nombres que, aunque suenen naturales a los oídos del público, esconden identidades reales completamente distintas. Algunos artistas, como Katy Perry, adoptaron un seudónimo para evitar confusiones con otras celebridades; otros, como Calvin Harris, lo hicieron para llegar a un público más amplio, mientras que figuras como Iggy Azalea y Olivia Wilde eligieron nombres con raíces personales y emocionales.

Adoptar un nombre artístico no es algo nuevo: grandes leyendas del pasado, como Marilyn Monroe o Elvis Presley, también entendieron el poder de un nombre en la industria del entretenimiento. En algunos casos, la transformación fue parte de una estrategia para proyectar una imagen más atractiva o memorable, mientras que, en otros, fue una necesidad para adaptarse a las reglas del juego de Hollywood y la música comercial.

Su nombre original, Emily Jean Stone, ya estaba registrado en el Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA), pero la actriz contó en entrevistas que siempre adoró el nombre “Emma”. De niña, era fanática de las Spice Girls, especialmente de Emma Bunton, conocida como “Baby Spice”. Así, el cambio a “Emma” no solo fue práctico, sino también un guiño a su infancia.

El cantante de hits como Uptown Funk y Just the Way You Are nació como Peter Gene Hernandez. Eligió “Bruno” inspirado en el luchador Bruno Sammartino y “Mars” para darle un toque más estelar a su imagen musical.

Antes de convertirse en el ícono del rap y R&B, Drake fue conocido como Aubrey Drake Graham, su nombre real. Sin embargo, decidió usar su segundo nombre en el mundo de la música, creando una marca más pegadiza fácil de recordar.

El nombre original de Nicki Minaj, Onika Tanya Maraj, fue modificado por sus primeros productores musicales. Según ha contado la rapera, la decisión de cambiar su apellido “Maraj” a “Minaj” no fue completamente de su agrado al inicio, ya que lo sentía demasiado comercial. Sin embargo, el nuevo nombre terminó consolidándose como una pieza fundamental de su identidad artística y su imagen extravagante.

La estrella de clásicos como Tienes un e-mail no siempre fue conocida como Meg Ryan. Su verdadero nombre es Margaret Mary Emily Anne Hyra, un nombre extenso que decidió acortar para el cine.

Este musculoso actor de Rápidos y Furiosos nació como Mark Sinclair Vincent. Adoptó “Vin Diesel” como un homenaje a su apellido “Vincent” y a su personalidad “eléctrica”.

Además de ser un homenaje a Oscar Wilde, la decisión de Olivia Jane Cockburn de cambiar su apellido estuvo motivada también por la necesidad de evitar que su carrera como actriz se viera opacada por prejuicios relacionados con la pronunciación y la percepción del apellido “Cockburn” en la industria estadounidense. Eligió “Wilde” como un apellido breve, literario y fácil de recordar.

Katy Perry no solo adoptó su apellido artístico para diferenciarse de la actriz Kate Hudson, sino que también quiso alejarse de su imagen como cantante gospel bajo su nombre real, Katheryn Elizabeth Hudson. Perry creció en una familia profundamente religiosa y lanzó un álbum de música cristiana en 2001. El cambio de nombre simbolizó su transición hacia el mundo del pop y una ruptura con su estilo musical inicial.

La voz nostálgica detrás de Summertime Sadness nació como Elizabeth Woolridge Grant. Inspirada en el glamour vintage, adoptó un nombre más artístico y evocador: “Lana del Rey”.

El nombre “Iggy” era el de su perro de la infancia, un bull terrier que tuvo una influencia emocional significativa en la infancia de Amethyst Amelia Kelly. “Azalea” viene de la calle “Azalea Street” en Mullumbimby, Australia, donde creció. Así, su nombre artístico combina su vida familiar y sus raíces australianas.

La estrella del country-pop, famosa por Man! I Feel Like a Woman, nació como Eilleen Regina Edwards. Eligió “Shania”, un nombre de raíces ojibwa que significa “en mi camino”.

El polémico cantante de rock industrial nació como Brian Hugh Warner. Eligió su nombre artístico combinando las figuras de Marilyn Monroe y Charles Manson, como un contraste entre lo glamoroso y lo oscuro.

El motivo detrás de la elección de “Calvin Harris” tiene un trasfondo interesante. Adam Richard Wiles adoptó este nombre porque quería un seudónimo que sonara racialmente ambiguo, según declaró en entrevistas. En sus inicios, Harris producía música de estilo soul y creía que un nombre más neutral le ayudaría a llegar a una audiencia más amplia y diversa.

El famoso rapero y pareja de Kylie Jenner nació como Jacques Berman Webster II. Eligió su nombre en honor a su tío, a quien admiraba, y para darle un toque más distintivo a su imagen artística.