Desde finales de 2019, J. K. Rowling, autora de la aclamada saga Harry Potter, ha estado en el epicentro de una intensa controversia relacionada con sus declaraciones sobre las personas transgénero.
Según Newsweek, todo comenzó cuando expresó su apoyo público a Maya Forstater, una investigadora despedida por sus opiniones críticas hacia la ideología de género. En un tuit que marcó el inicio de su involucramiento público en este tema, Rowling escribió:
“Vístete como quieras. Llámate como quieras. Duerme con cualquier adulto que tú quieras y que te acepte. Vive tu mejor vida en paz y seguridad. ¿Pero obligar a las mujeres a dejar sus trabajos por afirmar que el sexo es real?"
Sus palabras generaron una reacción polarizada: mientras algunos celebraron su valentía al expresar una opinión que consideraron legítima, otros la condenaron por lo que interpretaron como un acto de transfobia.
En 2020, Rowling intensificó el debate publicando un ensayo de 3,600 palabras en su página web, donde defendió sus posturas.
Expresó preocupaciones sobre el activismo transgénero, los derechos de niñas y mujeres, y la necesidad de proteger espacios segregados por sexo.
Desde entonces, grupos de seguidores se distanciaron públicamente de ella, llegando incluso a eliminar su nombre de comunidades en línea dedicadas a su obra y a organizar boicots contra productos relacionados con Harry Potter.
Algunos actores clave de la franquicia cinematográfica también repudiaron sus comentarios. Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, los protagonistas de las películas, emitieron declaraciones en apoyo a las personas transgénero, distanciándose de la autora.
Radcliffe, por ejemplo, escribió para el Trevor Project: “Las mujeres trans son mujeres. Cualquier afirmación en contrario borra la identidad y la dignidad de las personas transgénero”.
El Respaldo de Warner Bros
En un giro relevante, Warner Bros. Discovery (WBD) manifestó abiertamente su respaldo a la escritora británica al confirmarla como una figura clave en el desarrollo de la nueva serie de televisión basada en los libros de Harry Potter, que será producida por HBO MAX.
A pesar de la controversia por sus declaraciones sobre las personas transgénero, WBD optó por destacar su importancia creativa en el proyecto.
El presidente de HBO, Casey Bloys, declaró que Rowling está “muy, muy involucrada” en decisiones esenciales como la selección de guionistas y directores, agregando que sus opiniones sobre temas trans no han afectado el casting ni la contratación de personal.
Por otro lado, Rowling también recibió apoyo significativo. Campañas en redes sociales como #IStandWithJKRowling surgieron periódicamente, respaldando su derecho a expresar su punto de vista. Para sus defensores, ella no solo está defendiendo sus opiniones personales, sino también luchando contra lo que consideran una cultura de cancelación que amenaza la libertad de expresión.
A pesar de esto, Rowling también recibió un fuerte respaldo de sectores que valoran su defensa de los derechos de las mujeres y su oposición a lo que llama “cultura de cancelación”. Organizaciones como LGB Alliance la consideran clave para cuestionar la ideología de género en un contexto hostil, aunque reconocen el alto costo personal que enfrentó, incluidas amenazas y ostracismo profesional.
Días de cambio cultural
El apoyo empresarial a figuras controvertidas como Rowling también señala un cambio en la forma en que las corporaciones navegan las tensiones culturales. Warner Bros. Discovery, al respaldar a Rowling, parece priorizar la viabilidad económica de la franquicia de Harry Potter sobre los riesgos asociados a las reacciones negativas.
Este enfoque refleja una tendencia más amplia en la que las empresas buscan equilibrar su compromiso con la inclusión con la necesidad de maximizar el retorno financiero.
Casos similares en el ámbito empresarial subrayan esta dinámica. La reacción a campañas LGBTQ+ de empresas como Bud Light y Target, que enfrentaron boicots y pérdidas económicas, muestra que los mensajes progresistas pueden generar resistencia.
El giro de Bud Light hacia una figura controvertida como el comediante Shane Gillis fue interpretado como una señal de que la “revolución progresista” podría estar retrocediendo en ciertos sectores.
Discovery no solo refleja sus méritos creativos, sino también una adaptación al cambio cultural. Analistas como Evan Nierman ven en este respaldo una estrategia para preservar activos valiosos frente a presiones culturales.
No obstante, figuras como Areej Shaikh advierten que este tipo de decisiones no significan una victoria cultural para las figuras respaldadas, sino un ajuste empresarial para manejar audiencias divididas.