Según un análisis de los críticos de The Hollywood Reporter, el panorama cinematográfico de 2024 fue llamativo por la intensidad y profundidad de las interpretaciones actorales que dejaron una marca tanto en la crítica como en el público. Este año se exploraron nuevas fronteras emocionales, combinando frescura y riesgo en papeles que desafían las expectativas, logrando así redefinir el arte de actuar frente a la cámara.
El poder femenino en la pantalla
Según David Rooney, crítico de The Hollywood Reporter, Marianne Jean-Baptiste, en Hard Truths, ofrece una actuación poderosa y llena de matices como Pansy, un personaje endurecido por el dolor y las decepciones de la vida. Su capacidad para transmitir la transición de la amargura al desgarro emocional en su relación con su hermana menor, Chantelle, convierte su actuación en una de las más recordadas del año. Michele Austin, como Chantelle, complementa su interpretación con una calidez que permite al público entender y empatizar con la transformación de Pansy.
Por su parte, Lovia Gyarke, también crítica de The Hollywood Reporter, destacó la capacidad de Jean-Baptiste para infundir gracia y sensibilidad en su personaje. Asimismo, Gyarke resaltó el proceso de ensayo de Mike Leigh, el director de la película, y cómo dicho proceso permitió a los actores desarrollar personajes complejos y multifacéticos.
Nicole Kidman, en Babygirl, también se posiciona entre las mejores actuaciones del año. Interpretando a una CEO atrapada en una relación de poder y deseo con un joven interno. Kidman explora la dinámica entre el control y la rendición emocional. Según Rooney y Gyarke, la habilidad de la actriz para equilibrar la comicidad con la sensualidad la convierte en el eje de esta película que combina thriller y comedia.
Transformaciones masculinas que impactaron
Rooney enfatizó en la actuación de Denzel Washington, en Gladiator II, secuela en la cual el actor ofrece una interpretación de un manipulador político dentro de la Roma antigua que cautiva con cada gesto. Desde la forma en que mueve su toga y utiliza las joyas para expresar autoridad y poder, hasta la mirada intensa con la que domina cada escena. Washington en este film reafirmó su estatus como uno de los grandes actores de su generación.
Por otro lado, Adrien Brody, en The Brutalist, da vida a un arquitecto húngaro que sobrevive a la Segunda Guerra Mundial solo para enfrentarse a la desilusión en Estados Unidos. Según Rooney, Brody representa con detalle el equilibrio entre la genialidad y el colapso personal, retratando a un hombre que lucha por cumplir sus aspiraciones mientras enfrenta sus propias debilidades.
Sebastian Stan ofrece una gran actuación en The Apprentice, donde interpreta a un joven Donald Trump. Más allá de los estereotipos, Stan aportó una dimensión humana al personaje, explorando su inseguridad y los conflictos familiares que moldearon al futuro magnate. La profundidad emocional y los momentos de patetismo convierten este papel en una de las mejores actuaciones de su carrera según los críticos de The Hollywood Reporter.
Por su parte, Cillian Murphy brilló en Small Things Like These, interpretando a un comerciante de carbón en una Irlanda asfixiada por las restricciones sociales y morales de los años 80. Con una actuación contenida y rica en detalles, Murphy utiliza la precisión de su expresión facial y la intensidad de su mirada para explorar un dilema moral que lo empuja a tomar decisiones que cambiarán su vida y la de su comunidad.
Nuevas voces y talentos emergentes
El 2024 fue un año clave para la llegada de nuevos talentos que prometen redefinir el futuro del cine.
Ryan Destiny, en The Fire Inside, se luce como Claressa Shields, retratando con precisión la lucha interna de una atleta olímpica adolescente que intenta equilibrar la presión externa y la afirmación de su propia identidad. Gyarke subrayó la capacidad de la actriz para capturar la tenacidad y vulnerabilidad de Claressa Shields.
Drew Starkey, en Queer, da vida a Eugene, un joven enigmático que oscila entre la confianza y la incertidumbre. Ambos críticos de The Hollywood Reporter resaltaron la destreza de Starkey para para canalizar el misterio y complejidad del personaje. Asimismo, su química con Daniel Craig se convierte en el motor de la narrativa, destacando su capacidad para interpretar personajes complejos y con múltiples capas emocionales.
Un cambio en la trayectoria de Daniel Craig
La estrella de James Bond, en Queer, dio un giro audaz a su carrera al interpretar a Lee, un hombre atrapado entre la obsesión y la autodestrucción. La intensidad emocional y la vulnerabilidad que muestra Craig marcan un contraste significativo con sus papeles más icónicos, como James Bond. La relación compleja entre su personaje y Eugene explora la fragilidad del deseo y la búsqueda de identidad en un mundo que a menudo lo niega.
El retorno a lo clásico con una mirada moderna
El cine ha vuelto a explorar los clásicos, ofreciendo nuevas perspectivas que revitalizan historias antiguas.
Lily-Rose Depp, en la nueva versión de Nosferatu, encarna a Ellen, un personaje atrapado entre la luz y la oscuridad. Con una actuación física e introspectiva, Depp captura la sensibilidad y la fortaleza de una mujer que lucha por encontrar su lugar en un mundo lleno de sombras. Gyarkye señaló que la aptitud de Depp para trasmitir un dolor crudo y palpable en su personaje.
Hugh Grant, en Heretic, sorprende al público al interpretar a un teólogo obsesivo que se adentra en los rincones más oscuros de la fe. Tanto Rooney como Gyarkye destacaron la dualidad entre su carisma habitual presente en comedias románticas y la inquietante intensidad de este personaje para generar sensaciones siniestras y espeluznantes en todos aquellos que lo vean, haciendo de su actuación una de las más llamativas del año.