Hace unas semanas, mientras el mundo se maravillaba con la actuación de Ariana Grande como Glinda, la bruja buena en el musical Wicked, la estrella del pop sorprendió a sus seguidores con una faceta más íntima de su vida. Lejos de las luces del teatro, ha dedicado la última década a promover un estilo de vida basado en plantas, revelando detalles fascinantes sobre su dieta y sus alimentos favoritos.
Durante una entrevista con el medio The Mirror, Ariana Grande compartió que ha seguido una dieta vegana durante los últimos diez años. A pesar de haber sido criada en una familia de herencia italiana, donde la carne y el queso eran básicos, la cantante tomó una decisión radical al cambiar sus hábitos alimenticios.
“Me criaron con carne y queso, pero siempre creí firmemente en una dieta basada en plantas y alimentos integrales. Creo que este tipo de dieta puede prolongar la vida y hacerte más feliz”, explicó en esa misma conversación con el diario británico.
La fruta favorita de Ariana
Lejos de los lujos de la industria musical, ha encontrado en las opciones naturales la clave para mantener su energía y vitalidad. Dentro de esta dieta, hay un alimento que destaca por encima de otros: las frutillas. Además de ser deliciosas, son un componente fundamental en su rutina diaria, ofreciendo beneficios que refuerzan los principios de su alimentación basada en plantas.
A través de una publicación en X (anteriormente conocida como Twitter), la cantante compartió una curiosidad sobre su relación con las frutillas: “He comido cinco fresas al día desde que tengo memoria”.
Las frutillas, además de ser un excelente complemento para batidos y postres, son una fuente rica de nutrientes esenciales. En ese sentido, no solo son deliciosas, sino que están llenas de vitamina C y antioxidantes, compuestos clave que pueden ayudar a mejorar la salud general.
Aunque las frutillas son comúnmente asociadas con un snack delicioso, su consumo regular también tiene implicaciones importantes para la salud. Expertos del MD Anderson Cancer Center afirman que, aunque ningún alimento puede prevenir el cáncer por completo, ciertos alimentos, como las fresas, tienen propiedades que pueden reducir el riesgo de desarrollar enfermedades graves.
Estas bayas ayudan a la prevención del daño celular que podría llevar al cáncer de piel, vejiga, pulmón, mama y esófago. Según un estudio realizado por el National Cancer Institute, los antioxidantes son fundamentales para proteger al cuerpo de este daño celular.
Además, investigaciones publicadas en PubMed sugieren que las frutillas podrían tener un compuesto químico que ayuda a inhibir el crecimiento de células cancerosas en animales. Sin embargo, como se señala en el estudio, se requieren más investigaciones para confirmar este efecto en seres humanos.
Por si fuera poco, las frutillas son ricas en fibra, un nutriente esencial que, según el estudio de Zahra Ezzat-Zadeh, publicado también en PubMed, tiene propiedades prebióticas. Esto significa que pueden alimentar las bacterias buenas del intestino, promoviendo una mejor salud digestiva y ayudando a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal.