La cultura polinesia junto con su rica tradición de navegación y conexión profunda con el océano, fueron componentes esenciales en la construcción de Moana y su secuela. Las películas de Disney capturaron la magia de las leyendas oceánicas y reflejaron el profundo conocimiento ancestral de los navegantes polinesios, cuyas habilidades para orientarse sin instrumentos modernos son fascinantes. Lehua Kamalu, Directora del Programa de la Sociedad de Navegación Polinesia y capitana de la canoa Hōkūleʻa (una réplica de las antiguas embarcaciones dobles polinesias), es una de las voces clave que contribuyó activamente para asegurar la precisión cultural en las producciones.
Sobre la especialista en náutica polinesia clave para brindar asesoramientos, lleva más de 15 años realizando travesías y en una entrevista con Popular Science aseguró: “Me enamoré realmente de la Polinesia, de la gente, y por supuesto del Hōkūleʻa y su legado que es muy poderoso”. Su conexión con la embarcación refleja el respeto profundo por las tradiciones marineras que fueron transmitidas de generación en generación y que Moana logró trasladar a la pantalla grande con una distinguida fidelidad.
Este conocimiento ancestral de la navegación basado en la observación del cielo, el viento, las nubes y los animales marinos, se presenta como el núcleo de la vida cotidiana en las islas del Pacífico. Para los polinesios el océano no es solo un medio de transporte, sino un elemento que se debe comprender y respetar. Kamalu explicó que “entender las estrellas y el clima desde diferentes puntos de la isla es esencial para los navegantes” sumada a la vital conexión emocional con la canoa, que se convierte en una compañera inseparable en cada travesía. Esa misma veneración por el arte del viaje es lo que permitió que Moana sea una historia de aventuras y un homenaje a la tradición cultural que sobrevivió durante miles de años, guiando a las generaciones hacia nuevas tierras y horizontes.
La tradición marítima de las sociedades polinesias
Las técnicas de navegación asociadas al tema plantean un enfoque con métodos tradicionales y observación directa del entorno. Entre las principales estrategias se destaca el uso de las estrellas como guía heredada de antepasados, además de la interpretación de las corrientes y vientos. Por lo que estas concepciones implican un profundo conocimiento del ambiente natural que trasciende la mera técnica para convertirse en una filosofía de respeto y sincronización con la naturaleza, fundadas desde la simplicidad y autosuficiencia.
El legado filosófico de la navegación polinesia contempla una profunda conexión con las raíces y un compromiso con la preservación de costumbres. La experiencia de navegar consta de destrezas técnicas, pero con recordatorios constantes de los maestros y ancestros que hicieron posible las aventuras náuticas. “En momentos de dificultad, se siente la presencia familiar. Hay mucha gente que está apoyándote para el viaje”, indicó la capitana Kamalu. Eventualmente, esta idea subraya la importancia de la memoria colectiva y la admiración por los conocimientos transmitidos durante generaciones para honrar las tradiciones a través de recorridos.
Investigaciones para Moana
Para la creación de Moana fue necesario un proceso de estudios exhaustivos que involucró a numerosos expertos culturales de todo el Pacífico, con el objetivo de representar con exactitud la cultura polinesia y sus tradiciones en las películas. Los cineastas John Musker y Ron Clements que pertenecen a Disney, realizaron en 2011 un viaje de investigación a varias islas del Océano Pacífico (incluyendo Fiyi, Tahití y Samoa) para entender en profundidad los orígenes culturales y mitológicos regionales.
Durante esa expedición se dispuso de la participación de Oceanic Trust, un grupo interdisciplinario compuesto por historiadores, antropólogos, lingüistas y practicantes culturales, cuyo objetivo era garantizar que cada detalle del filme fuera tratado con el máximo respeto y precisión. Entre los principales colaboradores se encontraba el tatuador maestro Su’a Peter Sulu’ape y la antropóloga Dionne Fonoti, quienes fueron fundamentales para garantizar la exactitud de los diseños de los tatuajes de Maui, un elemento clave en la narrativa visual de las películas. De acuerdo a esos detalles, Fonoti en diálogo con National Geographic afirmó que “los tatuajes del personaje Maui no fueron una representación realista del tradicional tatuaje polinesio, sino más bien una ´exposición gráfica´ que comunicaba sus hazañas y atributos”.
A través de minuciosa investigación se centraron aspectos visuales, y primordialmente sobre la filosofía de vida que permea la cultura local, con respecto a su conexión espiritual con el mar y la navegación. Los creadores de Moana se aseguraron de capturar la esencia de esta conexión, trabajando de la mano con navegantes y expertos en la materia. Mediante estas colaboraciones multidisciplinarias y el trabajo de campo se obtuvieron películas que celebran la mitología polinesia y conmemora el legado cultural de la región.