En Mujer Bonita (1990), Richard Gere dejó una huella imborrable en una de las escenas más románticas y recordadas de la historia del cine, cuando su personaje, Edward Lewis, toca el piano en la habitación de un hotel. Esta escena, cargada de química y espontaneidad, es solo una de las muchas joyas de una película que lanzó al estrellato a Julia Roberts y que sigue siendo un referente en el cine romántico. Sin embargo, Gere ha confesado que, aunque improvisó la pieza en ese momento, nunca podrá reproducirla nuevamente.
En una reciente entrevista en el programa Today, el actor compartió algunos detalles detrás de esa escena y sobre su experiencia al interpretar a Edward. Cuando la conductora Savannah Guthrie le preguntó sobre la icónica secuencia, Gere explicó que la idea de tocar el piano surgió de una conversación con el director Garry Marshall, quien le preguntó qué solía hacer cuando estaba solo en los hoteles. “Siempre estoy en hoteles, tengo jetlag”, recordó Gere. “Y cuando es tarde en la noche, sin nadie alrededor, yo busco un piano”. Fue así como nació la famosa escena, donde Gere improvisa una melodía que, curiosamente, fue reconocida como “compuesta por él” en los créditos. A pesar de la demanda de los fanáticos por escuchar la pieza una vez más, Gere ha sido claro: “Yo no sé cómo tocarla nuevamente. Simplemente, la toqué en ese momento”.
La escena en sí, que culmina en un beso apasionado entre Edward y Vivian (interpretada por Julia Roberts), es una de las más celebradas de la película. Sin embargo, detrás de esa magia, hubo mucho de improvisación y la guía de Marshall, quien era conocido por su sentido del humor y su capacidad para adaptar el guion a los momentos espontáneos que surgían entre los actores.
Curiosidades detrás de Mujer Bonita: de la improvisación a los detalles ocultos
Además de la famosa escena del piano, Mujer Bonita está llena de momentos únicos y curiosos que contribuyen a su estatus de clásico. Aquí te dejamos algunas de las anécdotas más interesantes sobre la película:
- Improvisación en la ópera: la escena en la que Edward lleva a Vivian a la ópera y le muestra un costoso collar fue parcialmente improvisada. Gere decidió cerrar la caja del collar justo cuando Roberts lo admiraba, lo que generó una reacción tan genuina de la actriz que los directores decidieron dejarlo en la edición final.
- El famoso abrigo rojo: el famoso abrigo rojo que Julia Roberts usa al comienzo de la película en realidad era una chaqueta de solo 30 dólares que pertenecía a un acomodador de cine. Este detalle demuestra cómo, en muchos casos, los productores de la película optaron por vestuarios económicos, mientras que los accesorios de lujo, como el collar de diamantes, se usaban para destacar la transformación de Vivian.
- La escena de risa en I Love Lucy: uno de los momentos más divertidos de la película ocurre cuando Vivian se ríe viendo un episodio de I Love Lucy. La risa de Roberts fue tan natural que, fuera de cámara, Garry Marshall le hacía cosquillas en las plantas de los pies, lo que explica la genuinidad de la reacción.
- El origen del guion: originalmente, Mujer Bonita iba a ser una historia mucho más oscura, con Vivian como una drogadicta malhumorada y Edward como un hombre amargado. El título provisional de la película era 3000, en referencia a los 3.000 dólares que Edward iba a pagar por la compañía de Vivian. Sin embargo, el guion fue reescrito varias veces hasta convertirse en la entrañable comedia romántica que conocemos hoy.
- La elección del elenco: aunque Richard Gere y Julia Roberts se convirtieron en los rostros icónicos de Mujer Bonita, no fueron los primeros elegidos para los papeles principales. El personaje de Vivian fue ofrecido a Molly Ringwald, mientras que el papel de Edward pasó por varias manos, incluyendo Albert Brooks, Sylvester Stallone y Al Pacino, quien finalmente rechazó el papel.
- El coche de lujo: las marcas de coches Ferrari y Porsche se negaron a que sus vehículos aparecieran en la película, ya que no querían asociarse con la prostitución. En su lugar, Lotus Cars aceptó que su modelo fuera el elegido para la película, lo que resultó ser una excelente jugada de marketing, ya que las ventas de Lotus se triplicaron durante 1990 y 1991.
- La joya de la ópera: el collar que Edward le regala a Vivian en la famosa escena de la ópera es una obra de arte, hecha por el diseñador Fred Joaillier. Con un valor de 250.000 dólares, la joya fue vigilada por un guardia de seguridad durante todo el rodaje de esa escena.
Pretty Woman, más allá de sus momentos románticos, sigue siendo una de las películas más queridas del cine, y su legado perdura gracias a la química entre Gere y Roberts, la dirección de Garry Marshall y los innumerables detalles que hicieron de esta historia una obra inolvidable.