Se acercan las Fiestas, todo el mundo empieza a pensar en la mesa navideña, pero en Hollywood, además, todo el mundo empieza a pensar en La Temporada de Premios... O dicho más fácil, en la Carrera de los Oscar.
A diferencia de 2023, que se vio dominada por el fenómeno “Barbenheimer”, un colosal éxito de taquilla que llevó a Barbie y Oppenheimer a ser los nombres más resonantes de la temporada, este año las apuestas parecen ser más comedidas, lo que provocó ciertas críticas sobre la falta de impacto popular.
Sin embargo, como observa Variety en su análisis pre-balance de la temporada, lo que podría percibirse como “un año flojo” en términos de relevancia mediática y taquillera, es en realidad un festín para aquellos que -antes que enfocarse en la boletería-valoran el cine de autor y el talento distintivo.
La ausencia de películas con el mismo nivel de atracción masiva que Barbie u Oppenheimer llevó a algunos a cuestionar si este será un año recordado en los libros de historia de los premios. Los títulos que se perfilan como favoritos no tienen la misma dimensión comercial, pero esto no significa que carezcan de calidad o de valor artístico.
La temporada de premios de 2024 está dominada por cineastas con una carrera consolidada, muchos de ellos veteranos que fueron reconocidos en los más prestigiosos festivales internacionales como Cannes, Berlín o Venecia.
Películas que probablemente no arrasarán en la taquilla global, pero que poseen una profundidad artística que está siendo recompensada con su lugar en el radar de los premios más codiciados.
Esta temporada, la atención se centró en las obras de cineastas como Pedro Almodóvar, Steve McQueen y Robert Eggers, quienes ganaron reconocimiento por su capacidad para ir más allá de las expectativas comerciales y ofrecer narrativas complejas que hablan de la condición humana desde un enfoque personal e inconfundible.
Entre los nombres más conocidos y aclamados de la temporada de premios de 2024 se encuentran cineastas con una carrera consolidada, cuyas obras han dejado una huella indeleble en la historia del cine contemporáneo.
A continuación, algunos de los nombres que escucharemos seguido hasta marzo, cuando una nueva temporada de premios haya culminado con los Oscar ostentando nuevos propietarios:
Jacques Audiard
La temporada de premios 2024 ya está en pleno auge, y uno de los cineastas que volvió a captar la atención internacional es Jacques Audiard, director francés cuya obra fue constantemente celebrada en los festivales más prestigiosos del mundo. Su última película, Emilia Pérez, se perfila como una de las principales candidatas a la temporada de premios, destacándose entre los favoritos en los Globos de Oro y los Oscar.
Emilia Pérez no solo es una película que cumple con las expectativas de los críticos, sino que también refleja la capacidad del director para mezclar narrativas complejas con una estética visual poderosa, lo que lo consolidó como un narrador contemporáneo esencial.
Pedro Almodóvar
Se sabe, Almodóvar es uno de los cineastas más influyentes y reconocidos a nivel internacional. Su carrera estuvo marcada por un estilo distintivo que combina la emoción, el color y la exploración profunda de temas como la identidad, el deseo, el sufrimiento humano y la complejidad de las relaciones personales.
Su última película, La habitación de al lado -la primera en inglés, protagonizado por dos grandes actrices como Julianne Moore y Tilda Swinton- es, sin dudas, una de las grandes apuestas para la presente temporada de premios. El filme marca su regreso al drama humano, un tema recurrente en su carrera, pero en esta ocasión aborda un tema especialmente profundo: el final de la vida y las emociones que surgen en los últimos momentos de existencia. Y en términos legales, la aprobación o no de la Ley de Eutanasia, debate caliente y actual en España, por cierto.
Sean Baker
Baker es un nombre que cobró gran relevancia en los últimos años dentro del panorama cinematográfico internacional, gracias a su estilo único y su capacidad para abordar historias humanas con una sensibilidad y autenticidad que lo distinguen de otros cineastas contemporáneos.
En 2024, su última película, Anora, se consolidó como una de las grandes favoritas de la temporada de premios, destacándose en la contienda por los Globos de Oro y los Oscar a la Mejor Película. Esta obra fue aclamada por su originalidad y por su capacidad para explorar temas profundos con una narrativa única, convirtiéndola en una de las producciones más comentadas de la temporada.
Brady Corbet
Hoy en día, Brady Corbet es considerado uno de los cineastas más importantes de la última década. Su estilo, marcado por la tensión psicológica, la crítica social y el retrato de la oscuridad humana, lo convirtió en un nombre clave en el cine contemporáneo.
Su última película, The Brutalist, es un drama psicológico -su regreso tras Vox Lux- ambientado en la posguerra fría y sigue a un arquitecto que se enfrenta a una serie de eventos personales y profesionales mientras trata de encontrar su lugar en un mundo que cambia rápidamente.
Clint Eastwood
Tótem de Hollywood, a sus 94 años sigue activo a ambos lados de la cámara. Conocido por sus papeles en spaghetti westerns y como Harry el sucio Callahan, se consolidó como uno de los cineastas más importantes de Hollywood. Su debut como director fue en 1971 con Play Misty for Me.
Su última película, Cry Macho (2021), es un drama en el que Eastwood interpreta a un hombre que busca redención a través de un joven que rescata. Aunque no fue tan exitosa en taquilla o crítica, la película fue nominada a los Globos de Oro en la categoría de Mejor Canción Original por I Don’t Deserve This, demostrando que Eastwood sigue siendo una figura relevante en el cine contemporáneo.
Ridley Scott
Scott fue una figura fundamental en el cine durante casi cinco décadas. Su carrera comenzó en 1977 con su primer largometraje, The Duelists, que fue seleccionado para competir en el Festival de Cannes. Desde entonces, Scott ha demostrado ser un director versátil, capaz de abordar géneros tan variados como la ciencia ficción, el cine histórico, y el thriller.
Este año volvió con Gladiator II, la esperada secuela de su icónico Gladiator (2000). El nuevo filme retoma la historia del gladiador Maximus, interpretado por Russell Crowe, aunque se centra en la figura de Lucius, hijo de la emperatriz Lucilla. La secuela apuesta a continuar con la grandiosidad visual y la carga emocional de la original, mientras explora nuevos territorios en el contexto del Imperio Romano.
Robert Eggers
Eggers se destacó como cineasta con su debut en 2015, The Witch, un thriller de terror psicológico que le valió el Premio a la Mejor Dirección en Sundance.
La nuevo filme, Nosferatu, es una reinterpretación del clásico de terror de F.W. Murnau (1922), sobre el vampiro Count Orlok. Esta es la tercera versión de la famosa historia, después de la de Werner Herzog (1979).
La película generó gran expectativa, ya que el estilo visual de Eggers promete una reinvención inquietante del personaje. Se espera que Nosferatu sea un contendiente importante en la temporada de premios, con la reputación de Eggers en el cine de terror.
La temporada de premios de 2024 destaca no solo por la calidad de sus películas, sino por la diversidad de voces y enfoques cinematográficos que marcaron el panorama. Desde la veterana maestría de Ridley Scott, cuyo legado sigue vivo con la esperada Gladiator II, hasta la frescura innovadora de Robert Eggers con su adaptación de Nosferatu, los cineastas actuales demuestran una creatividad sin límites y una capacidad de reinvención constante.
El cine se enriquece con figuras como Clint Eastwood, cuyas historias profundas y humanistas continúan tocando la fibra del espectador, o Brady Corbet, que supo captar la atención con su estilo único en películas como The Pale Blue Eye. Además, el talento emergente de Coralie Fargeat, cuya provocadora película The Substance ganó reconocimiento en festivales internacionales, refleja una nueva generación de cineastas dispuestos a desafiar convenciones y explorar géneros con audacia.
Estos directores no solo son contendientes en la carrera por los Óscar y los Globos de Oro, sino que representan la riqueza y la diversidad de la narración cinematográfica contemporánea. Cada uno, con su visión única, contribuye a un panorama cinematográfico cada vez más plural, donde el arte del cine sigue evolucionando, rompiendo barreras y desafiando al espectador.