El fenómeno de parecerse a las celebridades: por qué están de moda los concursos entre fanáticos

En los últimos meses, algunas ciudades alrededor del mundo fueron invadidas por un fenómeno inesperado: los concursos de dobles de celebridades. Estos eventos ganaron una popularidad inusitada gracias a las redes sociales y las apariciones espontáneas. Detrás de este entretenimiento aparentemente ligero se encuentran varios factores clave que explican su popularidad y expansión rápida en diferentes lugares.

Los expertos coinciden en que el auge de concursos de dobles no es un movimiento aislado ni accidental, y sus causas son tan complejas como el propio fenómeno. Pero hay dos elementos fundamentales que parecen contribuir a su creciente éxito, tratándose de la cultura digital y el contexto social contemporáneo.

Desde Nueva York hasta Londres, miles de personas se congregaron en parques y plazas públicas para competir en busca del título de “doble” más convincente de estrellas como Timothée Chalamet, Paul Mescal, Harry Styles, Zendaya o Dev Patel. Pese a que los premios en muchos casos son simbólicos y modestos, el atractivo de los concursos no radica en el dinero, sino en la oportunidad de ser parte de una comunidad conectada por la admiración hacia ciertos íconos de la cultura. Sobre esto se pronunció el psicólogo y sociólogo David Phillips, y por medio de The Atlantic aseguró: “Las personas necesitan diversión sencilla, algo que evite pensar en los problemas serios del mundo”.

Hace algunas semanas, una de estas competencias fue furor, cuando el youtuber Anthony Po organizó un evento en el que los participantes competían por el título de mejor doble de Timothée Chalamet en Washington Square Park (Nueva York). Lo que comenzó como una ligera broma se convirtió en una gran celebración que atrajo la atención de los asistentes y del mismísimo Chalamet, quien apareció de forma inesperada para añadir un toque de locura a la jornada.

Uno de los principales motores de los concursos de dobles de celebridades es la omnipresencia de las redes sociales. Plataformas como TikTok, Instagram y X permitieron que cualquier evento (por más pequeño o espontáneo que sea) se vuelva viral inmediatamente. Esta tendencia fue descrita por Seth Godin, experto en marketing y cultura digital, quien en comunicación con The Guardian explicó que “la viralidad es el combustible que alimenta eventos como estos”.

Esto va más allá de la simple difusión de un evento y las plataformas digitales permiten que personas de diferentes países, culturas y edades se conecten por un interés común. La globalización de los concursos de dobles demuestra cómo las redes democratizaron el acceso a nuevas formas de expresión. Es por ello que los eventos no son tan solo una actividad local y se convierten en un fenómeno global.

A diferencia de otros eventos de entretenimiento, los concursos de dobles no están controlados por grandes corporaciones ni patrocinadores, lo que les otorga una frescura y autenticidad que atrae a un público cada vez mayor. En lugar de ser eventos sofisticados y altamente producidos, estas convocatorias son desordenadas y llenas de espontaneidad como uno de los factores principales.

“Estos concursos reflejan la creencia contemporánea de que la biología no es destino y podemos quienes queramos ser, incluso si solo es un día como el doble de una celebridad”, señaló el sociólogo británico y experto en cultura de celebridades, Ellis Cashmore a través de CNN. De esta manera se puede interpretar una manifestación de la fluidificación de identidades en tiempos modernos.

Por más que actualmente se trate de una época marcada por la desconfianza social, las interacciones digitales y la creciente polarización política, los eventos de dobles ofrecen una rara oportunidad para crear una comunidad inclusiva sin aparentes prejuicios. Eventos de este tipo celebran la camaradería y el sentido de pertenencia. Sumado a que las celebridades contemporáneas ya no son solo figuras inalcanzables, y se convirtieron en símbolos con los cuales los seguidores sienten una conexión emocional.

El sociólogo Cashmore también argumentó que “la creciente obsesión con los famosos no solo refleja una admiración, sino también un deseo de proyectar una parte de esa imagen de éxito y glamour sobre uno mismo”. En los concursos, los participantes buscan divertirse y experimentar una forma de proximidad hacia sus ídolos, aunque sea a través de la imitación. Este juego de “parecerse a” se convierte en una forma de interacción simbólica con las celebridades que de otro modo, permanecerían fuera del alcance de muchas personas.

El otro factor esencial detrás del auge de estos acontecimientos se relaciona con las crisis sociales, económicas y políticas que marcan nuestra era. La pandemia del COVID-19, las tensiones geopolíticas y los efectos del cambio climático crearon un escenario de incertidumbre que deja a muchas personas buscando distracciones. Por lo que el humor y el entretenimiento característicos de los concursos de dobles, se convierten en una válvula de escape y ofrecen conexiones sociales de manera espontánea.

Las concentraciones se presentan como una evasión del estrés y reafirmar el control personal sobre el entorno, algo que resulta aún más atractivo en tiempos de incertidumbre global. El acto de adoptar una identidad ficticia aunque sea momentánea, proporciona una sensación de empoderamiento y libertad que se tornó esencial para muchas personas en la actualidad.