En una sala de ensayos en Broadway, el sonido de un piano marca el ritmo de un legado. Allí, bajo los reflectores, está representado el espíritu del legendario Louis Armstrong, pero ahora también su sangre. El musical “A Wonderful World” ha traído a escena al joven Brandon Louis Armstrong, quien, además de interpretar varios roles, honra su herencia familiar desde el teclado. “Siempre siento que puedo hablar con mi tío abuelo desde el más allá”, compartió Brandon al medio Associated Press. Este vínculo no es solo simbólico: cada nota parece conectarlo con el hombre que transformó el jazz.
El debut de Brandon Louis Armstrong: de las aulas a Broadway
Nacido en Los Ángeles y criado en un hogar donde el jazz se mezclaba con ritmos de góspel, hip-hop y hasta heavy metal, Brandon encontró en la música su lenguaje más puro. Sin embargo, su acercamiento a las artes escénicas fue una casualidad que comenzó con el coro de su escuela secundaria. “Me conmovió tanto que pensé: ‘No me importa si soy yo quien barre el suelo cuando termine. Solo quiero ser parte de esto’”.
Su preparación profesional incluyó estudios en la Academia Estadounidense de Música y Drama, donde cimentó su pasión por la interpretación. Tras pequeños papeles locales, como Burro en una producción de Shrek, su carrera despegó con la gira nacional de Hamilton, liderada por Lin-Manuel Miranda, en 2019. Pero su participación en “A Wonderful World” es particularmente significativa: lo posiciona como una pieza clave para perpetuar el legado familiar de los Armstrong.
Más allá de la sonrisa: el enfoque de “A Wonderful World”
El musical es una exploración profunda de la vida de Louis Armstrong, que va más allá de su característico carisma y su éxito mundial con canciones como “Hello, Dolly” o “What a Wonderful World”. La obra examina su lucha contra la pobreza, los desafíos raciales y su compleja vida personal.
Esta producción teatral, protagonizada por el ganador del Tony James Monroe Iglehart y codirigida por él mismo, busca destacar a Louis Armstrong como una figura trascendente, con virtudes y defectos que lo hicieron humano. Brandon expresó cómo este mensaje refleja también el espíritu del jazz: “No se trata de tomar la decisión correcta cada vez. Se trata de tomar una decisión y permitirte estar presente dondequiera que esas decisiones te lleven”.
En el proceso de selección para “A Wonderful World”, el apellido Armstrong pasó desapercibido al principio. Brandon se presentó como cualquier otro aspirante, sin mencionar su ilustre parentesco. Según el codirector James Monroe Iglehart, relató: “Realmente nos basamos en el talento. Siempre pienso que quien sea la persona más talentosa para el programa, esa debería ser la que esté en él”. La elección, sin embargo, resultó ser más que un simple acto de meritocracia; fue un signo que conectó al pasado con el presente.
Aunque Brandon asumió con orgullo su vínculo con Louis Armstrong, asegura que su ingreso al musical no estuvo influenciado por su nombre. “Nunca, sorprendentemente, pensé en empezar con eso”, declaró.
Jazz y decisiones: la filosofía detrás del espectáculo
“El mensaje que transmite es que el jazz se basa en las decisiones que tomamos entre las notas”, afirmó, en referencia al enfoque filosófico que guía la narrativa del musical.
El musical, por otra parte, evita la interpretación subjetiva sobre la figura de Louis Armstrong. Según Brandon, los escritos del trompetista son suficientes para capturar su esencia: “Gran parte del latido de lo que late en nuestro show es el que se cuenta a través de la voz de Louis”, explicó, mostrando cómo los textos originales de Armstrong forman la columna vertebral de la producción.
En el hogar de Brandon, el legado musical siempre estuvo presente. Desde niño, su abuelo, Louis Henry Armstrong, le transmitió historias sobre el trompetista y lo llevaba a casa con jazz a todo volumen. Aunque en ese entonces Brandon sentía vergüenza adolescente, esos momentos ahora lo inspiran profundamente. “Pienso en lo increíblemente orgulloso que estaría de algo así”, confesó.
Hoy, al subir al escenario, Brandon encuentra en cada nota la mejor terapia. Reconoce que en algún momento deberá asumir el papel de su tío abuelo como intérprete principal, un reto que no toma a la ligera. “Creo que mi mayor preocupación cuando esto suceda es simplemente tratar de no llorar durante todo el espectáculo”, admitió entre risas, evidenciando la mezcla de responsabilidad y emoción que le provoca esta conexión familiar.