Cuando se piensa en dúos icónicos del cine, Richard Gere y Julia Roberts ocupan un lugar especial. Su colaboración en Pretty Woman (1990), dirigida por el recordado Garry Marshall, marcó un antes y un después en las comedias románticas. Ahora, el actor reveló una conmovedora historia sobre su primer encuentro con Roberts, un momento clave que selló la chispa única que llevó a la película al estrellato.
En una reciente charla en The Tonight Show con Jimmy Fallon, Richard Gere compartió una anécdota sobre su primer contacto con Julia Roberts, quien en ese momento era una promesa del cine con pocos trabajos, como Mystic Pizza. La joven actriz llegó a su oficina en Nueva York, enviada por Marshall, para un encuentro que definiría su decisión de aceptar el papel de Edward Lewis, el magnate que transforma su vida al cruzarse con la inolvidable Vivian Ward. Confiando plenamente en Roberts, el director no ocultó su entusiasmo: “Es excelente. Realmente excelente. Te va a encantar”.
El encuentro, organizado cuidadosamente por Marshall, era más que una simple presentación; era un momento diseñado para evaluar si los dos actores tenían la química necesaria para dar vida a una de las parejas más memorables del cine. Tras las presentaciones iniciales, el director dejó a Gere y Roberts a solas para que pudieran conversar. Fue en ese instante cuando ocurrió un gesto simple, pero decisivo que marcó el inicio de su conexión.
Mientras hablaban, Roberts tomó un cuaderno que estaba en el escritorio de Gere, escribió algo en él y lo dejó frente a él. Cuando el actor lo leyó, vio las palabras “Por favor, di que sí” escritas de puño y letra por ella.
Este gesto inesperado y cargado de humor rompió el hielo entre ellos y dejó una impresión duradera en Gere. “En ese momento estaba hablando con Garry por teléfono, y le dije: ‘Creo que ya decidí que sí’”, relató el actor durante la entrevista, con una sonrisa que delataba el impacto que aquel momento había tenido en su decisión.
Pretty Woman se transformó en una comedia romántica bajo la dirección de Garry Marshall y, este cambio de tono, permitió que la película se convirtiera en un fenómeno cultural, recaudando más de 463 millones de dólares en taquilla y dejando escenas icónicas grabadas en la memoria del público, como la de Gere cerrando la caja de un collar sobre los dedos de Roberts o la de ambos caminando juntos al final, prometiendo un final feliz.
Para Julia Roberts, Pretty Woman significó su salto definitivo al estrellato. Su interpretación le valió una nominación al Globo de Oro y la consolidó como una de las actrices más importantes de su generación. Por otro lado, Richard Gere, ya una figura consagrada, reforzó su imagen de galán sofisticado y accesible, capaz de equilibrar elegancia y emoción en sus papeles.
Vale destacar que la relación profesional entre Gere y Roberts no terminó con Pretty Woman. Nueve años después, volvieron a trabajar juntos en Runaway Bride (Novia fugitiva), otra comedia romántica dirigida por Marshall. Aunque esta segunda colaboración no alcanzó el impacto cultural de su primera película juntos, reafirmó la química y el respeto mutuo que había surgido entre ellos desde aquel primer encuentro en Nueva York.
En Runaway Bride, Gere interpreta a un periodista cínico que investiga la historia de una mujer, interpretada por Roberts, famosa por abandonar a sus prometidos en el altar. Si bien no tuvo el éxito de Pretty Woman, fue una nueva exhibición de la química entre ellos.