En enero de 2023, la muerte de Jeff Beck a sus 78 años, uno de los guitarristas más influyentes y admirados de la historia del rock, dejó un vacío en la música que pocos podían imaginar llenar. Su legado, sin embargo, vive a través de las numerosas contribuciones que hizo al mundo del sonido y la interpretación, y ahora, aquellos que deseen poseer una parte de su historia musical, tienen la oportunidad de hacerlo.
La famosa casa de subastas Christie’s anunció que pondrá a la venta más de 130 objetos que pertenecieron al artista, incluidos 90 instrumentos que marcaron su carrera y su evolución como uno de los grandes de la guitarra, informó la agencia de noticias AP.
Beck, quien alcanzó la fama en los años 60 como miembro de los Yardbirds, un grupo precursor del hard rock, dejó una huella imborrable en su banda y también resaltó a través de su carrera en solitario, que abarcó géneros como el rock, el jazz y el blues, hasta incluso incursiones en la ópera.
Su estilo único de tocar la guitarra, basado en una gran habilidad para la improvisación, lo hizo merecedor del reconocimiento mundial y dos inducciones al Salón de la Fama del Rock & Roll. Su técnica, particularmente conocida por el uso innovador de la barra de vibrato en su preferida Fender Stratocaster, es aún estudiada por guitarristas de todo el mundo.
Una muestra de las guitarras estará disponible para su exhibición en las instalaciones de Christie’s en Los Ángeles entre el 4 y el 6 de diciembre. Posteriormente, la colección completa será trasladada a Londres, donde se podrá ver en la sede de la empresa desde el 15 de enero hasta la subasta, que tendrá lugar el 22 de enero.
Las guitarras y sus características
Entre las piezas más destacadas se encuentran algunas de sus guitarras más icónicas, como una Gibson Les Paul de 1954 que Beck adquirió en Memphis en 1972 y con la que tocó durante gran parte de esa década.
Este instrumento, famoso por aparecer en la portada de su aclamado álbum “Blow by Blow” de 1975, se estima que alcanzará entre 440.000 a 630.000 dólares, un precio que refleja tanto su historia como su innegable valor dentro de la música.
Según Amelia Walker, directora de Colecciones Privadas e Icónicas de Christie’s, la guitarra está “cubierta de suciedad, polvo y signos de uso”, lo que para muchos coleccionistas y fanáticos es precisamente lo que la hace tan atractiva.
Estos detalles son vistos como testigos de su historia: las huellas de las uñas de Beck en los diapasones y las cuerdas que no se cambiaron en años son una prueba tangible de cómo el guitarrista tocaba. “Las tocaba con fuerza. No las veía como obras de arte preciosas, eran sus herramientas para ejercer su oficio”, aseguró Walker según AP.
Otros modelos igualmente significativos se ofrecerán en la subasta, como una Fender Stratocaster Sunburst de 1954, que también formó parte de su repertorio y que se estima tendrá un precio entre 63.000 a 100.000 dólares. Esta guitarra, otra de sus favoritas, es conocida por la capacidad de Beck para modificar el tono y crear sonidos originales con su barra de vibrato, una técnica que lo hizo famoso.
También estará disponible una Fender Stratocaster blanca, que fue su instrumento principal durante más de 16 años y que estuvo presente en una variedad de conciertos y grabaciones claves, incluyendo sus presentaciones en el famoso club de jazz Ronnie Scott y en la Casa Blanca durante la presidencia de Barack Obama. El precio estimado de esta guitarra varía entre 25.000 a 37.000 dólares.
“No importaba lo que tocara, siempre sonaba como Jeff Beck. No importaba el amplificador o la guitarra que tocara, siempre podía tocarla y hacerla sonar increíble. Todo está en los dedos y en su cerebro”, aseguró Walker.
La colección completa, que también incluye un raro híbrido Telecaster-Gibson o “Tele-Gib”, es una verdadera representación del virtuosismo y la creatividad de Beck.
La importancia de la esposa de Beck
La decisión de desprenderse de los instrumentos y objetos que formaron parte de la vida de Beck no fue fácil, especialmente para su esposa, Sandra Beck, quien describió el proceso como un “daño enorme”. Para ella, estos objetos no solo representaban un valor material, sino también una profunda conexión emocional con su difunto esposo.
Sin embargo, después de reflexionar sobre el legado de Beck y lo que él habría deseado, Sandra decidió compartir esta parte de su historia con el mundo. “Sé que Jeff quería que yo compartiera este amor”, dijo según recogió AP.