En el extenso universo del rock, pocos nombres resuenan con la intensidad de Tom Morello. El guitarrista de Rage Against the Machine, que fue recientemente inducido al Salón de la Fama del Rock & Roll junto con su banda, ha prometido una nueva cruzada. Esta vez, su misión tiene un claro destinatario: la legendaria banda británica Iron Maiden. En una reciente entrevista con Eddie Trunk en Sirius XM, Morello expresó su frustración y su determinación para corregir lo que considera un grave descuido en la historia del rock.
”Me cortaré la pierna como un coyote atrapado en una trampa si no logro que Iron Maiden esté en el Hall of Fame”, declaró Morello, mostrando la ferocidad con la que pretende abordar esta causa.
Desde su fundación, el Rock and Roll Hall of Fame ha sido criticado por sus decisiones en cuanto a las bandas y artistas que elige para honrar. Con frecuencia, la institución ha dejado fuera a figuras emblemáticas del género, generando debates en la comunidad musical sobre la legitimidad y los criterios de selección del organismo. Este renombrado guitarrista, quien desde hace años forma parte del comité de nominación, ha abogado por nombres emblemáticos del rock y el heavy metal que, según su perspectiva, merecen un lugar indiscutible en la historia musical.
Iron Maiden, formada en 1975 y considerada una de las bandas más influyentes del heavy metal, ha sido elegible para el Salón de la Fama del Rock desde 2004. Sin embargo, a pesar de su estatus icónico y de su gigantesca base de fanáticos, hasta ahora ha sido ignorada. Para Morello, esta exclusión es inexplicable y, en sus propias palabras, es “el descuido más atroz” en la historia de la institución.
”Iron Maiden es como el estándar de oro de las bandas de metal y no están en el Rock and Roll Hall of Fame”, añadió durante su conversación con Trunk (vía Ultimate Classic Rock). “Y sé que Bruce Dickinson dijo que realmente no le importa. Bueno, a mí me importa como fan. Me importa mucho, mucho”.
La cruzada de Morello: un compromiso con la justicia musical
El guitarrista de Rage Against the Machine no es ajeno a la polémica ni a los desafíos. Fue su espíritu crítico el que lo llevó a involucrarse con el Salón de la Fama del Rock en primer lugar. Hace casi una década, Morello se enfrentó a Jon Landau, manager de Bruce Springsteen y uno de los principales ejecutivos del Hall. Durante una conversación sobre la credibilidad de la institución, argumentó que el Hall of Fame debía representar a los héroes que inspiraron a generaciones de jóvenes guitarristas.
”Si eres un jugador de ligas menores, tu sueño como joven jugador de béisbol es tener una carrera tal que acabes en el salón de la fama del béisbol. Les dije: ‘Muchos jóvenes guitarristas de rock and roll no respetan el Rock & Roll Hall of Fame. Ninguna de sus bandas favoritas está en él’”, recordó en la entrevista con Trunk. Para él, era crucial que el Salón de la Fama se convirtiera en un lugar que los músicos de rock y los fans pudieran admirar.
Landau, según Morello, quedó impresionado por la pasión y el argumento del guitarrista. Fue gracias a esta conversación que Tom fue invitado a formar parte del comité de nominación. Desde entonces, su objetivo ha sido, en sus propias palabras, “asegurar que el Hall sea un lugar que represente verdaderamente el rock and roll y a las bandas que han dejado una huella imborrable en el género”.
Una relación complicada con Iron Maiden
Si bien Morello ha dejado claro su aprecio y respeto por Iron Maiden, la relación de la banda con el Salón de la Fama es complicada. A lo largo de los años, los miembros de Iron Maiden, y en particular su vocalista, Bruce Dickinson, han expresado opiniones bastante críticas sobre la institución. En 2018, Dickinson no dudó en describir al Rock and Roll Hall of Fame como “una completa y absoluta tontería”, agregando que estaba dirigido por “un grupo de estadounidenses santurrones que no entenderían el rock ‘n’ roll aunque les golpeara en la cara”. Esta postura refleja una frustración compartida por muchos en el mundo del rock, quienes consideran que el Hall ha ignorado sistemáticamente a las bandas más emblemáticas del género.
La crítica de Dickinson apunta también a lo que perciben como un sesgo cultural en la organización, que históricamente ha dado prioridad a bandas y músicos estadounidenses en detrimento de leyendas británicas como Iron Maiden. Sin embargo, la postura del vocalista no parece disuadir a Morello de su misión; de hecho, la refuerza.
”Sé que Bruce Dickinson dijo que realmente no le importa. Bueno, a mí me importa como fan”, reiteró. “Así que voy a hacer todo lo que pueda para conseguir, con la limitada influencia que tengo, que Iron Maiden entre en el Rock and Roll Hall of Fame”.
El futuro de Iron Maiden en el Salón de la Fama
La influencia de Tom Morello en el Hall of Fame ha tenido impacto. Bandas como Kiss, MC5, Randy Rhoads y Judas Priest han sido reconocidas en los últimos años, un hecho que, según Morello, refleja al menos un pequeño avance en la apertura del Salón hacia el heavy metal y el hard rock. Pero para él, Iron Maiden sigue siendo el “caso más urgente”, el nombre que aún no está y que debería ser innegociable.
La pregunta sigue abierta: ¿logrará Tom revertir esta situación? En una institución que históricamente ha ignorado a las bandas de heavy metal, el ingreso de Iron Maiden podría representar un punto de inflexión, un acto de justicia tardía para una banda que ha dado forma al género y ha conquistado escenarios en todo el mundo. De lograrlo, el guitarrista no solo cumpliría un sueño propio, sino que también elevaría a uno de los íconos del rock al lugar que muchos consideran que siempre mereció.
Mientras tanto, el guitarrista de Rage Against the Machine continúa con su lucha, decidido a que el Rock and Roll Hall of Fame se convierta en una verdadera catedral para todos los amantes de la música, donde las leyendas como Iron Maiden finalmente encuentren su merecido espacio.