Ronnie Wood, el célebre guitarrista de los Rolling Stones, se encuentra inmerso en una adicción peculiar: su obsesión por los maestros clásicos del arte. En lugar de los excesos rockeros del pasado, hoy su inspiración está marcada por un nombre en particular, Caravaggio. “Mi inspiración más reciente, y mi obsesión, realmente es Caravaggio”, confesó Wood sobre el pintor italiano. A sus 77 años, hace tiempo que el músico dejó de lado su historia con las drogas y el alcohol para entregarse completamente a la pintura, redescubriendo en los contrastes dramáticos del pintor italiano una resonancia profunda que traduce en su propio trabajo artístico.
En una nueva muestra que abre esta semana en la galería Andrew Martin, en Chelsea, Londres, el integrante de los Stones presenta un total de 27 obras, de las cuales seis están directamente inspiradas por Caravaggio. En una de estas pinturas, titulada Undermath, reimagina a sus compañeros de banda en una escena inspirada en La vocación de San Mateo del artista renacentista, evocando las mismas sombras profundas y la luz intensa que caracterizan su obra.
Del escenario al lienzo
Esta vez, Wood exhibe una colección que explora su faceta como pintor a través de múltiples estilos y homenajes artísticos. Estas piezas revelan la fascinación del músico británico por reinterpretar a sus compañeros de banda en contextos clásicos, un enfoque que fue bien recibido por los miembros de los Rolling Stones, quienes apoyan plenamente su trabajo pictórico, informa el diario británico The Times.
Entre las pinturas de inspiración clásica se destaca una titulada Rough Seas after Delacroix, que retoma la famosa escena de Cristo en el mar de Galilea del pintor francés, reinterpretando los personajes con los rostros de sus compañeros de grupo. En esta versión, Mick Jagger aparece como uno de los discípulos, mientras el baterista Steve Jordan y Keith Richards se sitúan en el mástil del barco, y el propio veterano artista se representa en la proa. “Pensé en los colores, porque los de Delacroix en esa obra son tan impactantes que me dije: ‘Tengo que reproducir esto’. Quizás a través de mi trabajo la gente vaya a ver el original, ¿sabes?”, explicó Wood, aludiendo al uso del color como un vínculo con la obra del maestro francés.
Texturas y tiempo al óleo
Ronnie Wood trabaja principalmente con óleo y prefiere los lienzos de gran tamaño, lo que le permite explorar a fondo las texturas y tonalidades que admira en los maestros clásicos. Para Wood, la pintura es más que una actividad creativa; se convirtió en una experiencia casi terapéutica, un proceso en el que se sumerge por completo, comentó The Times.
Instalado en un estudio que queda aproximadamente a un kilómetro de su casa de estilo Tudor en Hertfordshire, Ronnie suele perder la noción del tiempo cuando pinta, absorto en la precisión y la intensidad de su proceso creativo. “Me obsesiono tanto con una idea que empiezo a trabajar en un lienzo, y a veces me doy cuenta de que he pasado horas sin siquiera quitarme la chaqueta. Esto es lo que significa la vida”, confesó, refiriéndose a la pasión absorbente que encuentra en cada nuevo cuadro.
El vínculo familiar, motor en la etapa creativa del músico
En la vida de Ronnie Wood, el apoyo de su familia, y en particular de su esposa Sally Humphreys y sus hijas gemelas, Alice y Gracie, fue fundamental para sostener su equilibrio emocional y creativo. El guitarrista de los Stones expresó que el tiempo junto a las niñas le brinda una perspectiva renovada y una motivación constante: “Las gemelas son tan inspiradoras para mí”, afirmó el músico, destacando la conexión especial que desarrolló con ellas y el papel que juegan en su vida diaria.
Esta etapa de paternidad tardía también le permitió profundizar los lazos con todos sus hijos, quienes, según él, tienen una afinidad notable entre ellos y disfrutan de un ambiente de unión familiar. A sus ocho años, Alice y Gracie incluso comenzaron a compartir el interés de su padre por el arte y, en ocasiones, lo acompañan en su estudio, donde exploran materiales como pinturas acrílicas y brillos, y crean sus propias obras. La presencia de su esposa es igualmente significativa: “Sally, mi esposa, es muy alentadora conmigo”, destacó el músico, revelando la importancia del apoyo incondicional de su pareja en su vida actual.
El tributo a los íconos de la música
En su nueva colección, Ronnie Wood no sólo rinde homenaje a los maestros clásicos, sino también a figuras emblemáticas de la música, muchos de los cuales fueron amigos cercanos. Entre sus retratos destacan los de Elvis Presley y Amy Winehouse, esta última, una de las personas más queridas para él. Recordando a Winehouse, el rockero y pintor expresó: “Era una gran amiga. Era una chica con muchos problemas, sabes, y era como, ‘¿Qué voy a hacer?’ Yo le decía: ‘Simplemente no pongas vodka en el agua, todos sabemos que eres una bebedora, amiga’”. La estrella del rock destacó su cariño hacia ella, describiéndola como “tan amorosa y encantadora”, y enfatizó su talento musical, que consideraba increíble. La relación de Wood con otros íconos marcados por las adicciones, como Prince y Keith Moon, también se plasma indirectamente en su obra, reflejando el impacto emocional que dejaron en él las historias de quienes lucharon con esos demonios.
Lejos de las adicciones
En la actualidad, el guitarrista logró alcanzar una vida equilibrada, lejos de sus antiguas adicciones y centrada en hábitos más saludables. A lo largo de su carrera, el miembro de los Stones pasó por múltiples períodos de rehabilitación, y ahora, tras años de lucha, celebra que su única “adicción” es el café. “Oh, sí. Tengo uno aquí. Normalmente no tomo café después de las nueve”, mencionó en una entrevista, refiriéndose a la satisfacción de haberse desprendido de otras sustancias.
Wood también dejó atrás otro hábito perjudicial: el tabaco. Tras fumar más de treinta cigarrillos diarios durante cinco décadas, logró dejar de fumar antes del nacimiento de sus hijas gemelas, un cambio que considera vital para su salud. La pintura, explica, fue crucial en este proceso de recuperación. “Es como un ejercicio. Cuando hago los grandes lienzos, me esfuerzo y tengo que frotar árnica en mis manos. Sabes, es como ‘ay, me duelen las articulaciones’”, comentó entre risas, destacando el esfuerzo físico y emocional que implica su práctica artística y cómo esta actividad se convirtió en una fuente de bienestar personal.
A sus 77 años, Ronnie disfruta de una serenidad que considera sin precedentes en su vida. Al reflexionar sobre esta etapa, afirmó con seguridad: “Estoy disfrutando, es la época más feliz de mi vida”.