En el mundo de la música, pocos reencuentros fueron tan esperados como el de Oasis, la banda británica que definió una era con su rock irreverente y las constantes disputas entre sus dos líderes, los hermanos Liam y Noel Gallagher. Ahora, 15 años después de su separación, decidieron reencontrarse para una gira mundial que ya fue descrita como un evento histórico. Sin embargo, esta reunión no está exenta de tensiones, y para evitar que los viejos conflictos resurjan, la gira fue cuidadosamente planeada como una auténtica “operación militar”.
Aunque los hermanos dejaron de lado, al menos temporalmente, sus diferencias para subir nuevamente al escenario, no lo harán como en los viejos tiempos. Según la información del medio británico The Mirror, los Gallagher estarán “muy separados” durante toda la gira, funcionando prácticamente como entidades independientes. Cada detalle fue preparado para minimizar el riesgo de confrontaciones: desde camarines y áreas de preparación separados, hasta itinerarios de viaje diferentes. Todo está diseñado para garantizar que el contacto entre ambos sea mínimo, limitándose a las presentaciones y el trabajo promocional estrictamente necesario. La razón detrás de este enfoque tan milimétrico es clara: cualquier tipo de pelea o diferencia entre los hermanos podría convertirse en un desastre tanto a nivel mediático como financiero.
La tensión en el aire: un reencuentro calculado
El regreso de Oasis se planeó como un delicado equilibrio entre revivir la magia del pasado y evitar las causas de su ruptura en 2009. La banda, que vendió más de 75 millones de discos a lo largo de su carrera, se desintegró cuando las relaciones entre Liam y Noel alcanzaron un punto de no retorno. Desde entonces, los dos hermanos se dedicaron a intercambiar duras declaraciones en los medios, manteniendo una enemistad pública que parecía imposible de resolver. Sin embargo, algo se ha modificado.
El cambio de tono en Noel, quien hasta hace poco descartaba cualquier posibilidad de reunión, fue clave. En recientes entrevistas, habló positivamente sobre su hermano y sobre su tiempo en la banda, algo inusual tras años de declaraciones negativas. Esto, unido a factores como el 30º aniversario de su álbum debut Definitely Maybe, y quizás también el incentivo financiero, fueron los motores detrás de este esperado regreso.
Una gira monumental bajo control
Para los fanáticos, el anuncio de la gira mundial de Oasis fue una explosión de emociones. Con fechas confirmadas en Cardiff, Manchester, Londres, Dublín, Edimburgo, Toronto, Chicago, Nueva Jersey, California, Ciudad de México, Melbourne y Sydney, la expectativa no podría ser mayor. Se espera que la gira genere más de USD 518 millones, con los hermanos embolsándose al menos USD 65 millones cada uno. Además, están en preparación nuevas fechas en países como Brasil, Argentina, Chile, Corea del Sur y Japón, lo que promete convertirla en una de las giras más rentables de la historia reciente.
Por ello, el enfoque es claro: mantener a los hermanos separados en todo lo posible, tanto en las preparaciones como en sus interacciones fuera del escenario. Los ensayos serán el único momento en que pasarán una cantidad importante de tiempo juntos, y se espera que la atmósfera sea “eléctrica, pero tensa”, según las fuentes internas.
La comparación de la vuelta de Oasis con otras giras icónicas
La magnitud de la reunión de Oasis fue comparada con otros eventos musicales emblemáticos, y muchos la ven como la versión para hombres de mediana edad de la exitosa Eras Tour de Taylor Swift. La influencia de la banda en la cultura popular de los 90 fue tan profunda que su regreso moviliza a los nostálgicos de aquella época y despierta el interés de nuevas generaciones que buscan experimentar por si mismos la música que definió una década.
Desde las ventas de entradas, que se agotaron en minutos, hasta el aumento en las reproducciones de sus canciones en plataformas como Spotify, la fiebre por el regreso de Oasis fue imparable. Como en su icónica presentación en Knebworth en 1996, donde tocaron frente a más de 500.000 personas, este regreso promete ser un evento masivo que capture la atención mundial, consolidando su lugar en la historia de la música.