Billie Eilish, la joven estrella que ha revolucionado la industria musical en los últimos años, ha revelado un doloroso aspecto de su vida que pocos conocían: una lucha constante contra su propio cuerpo. La cantante de “Bad Guy” y “Happier Than Ever” contó que desde muy pequeña enfrenta un sufrimiento físico que, hasta ahora, mantenía en privado.
En una entrevista reciente con la revista Vogue, Eilish, de apenas 22 años, compartió la dura realidad de vivir con hipermovilidad, una condición que hace que sus articulaciones se estiren más allá de lo normal. Esta afección, si bien puede parecer inofensiva a primera vista, le ha causado múltiples lesiones musculares a lo largo de los años, dejándola en un estado constante de dolor. “Básicamente he estado en dolor desde que tenía nueve”, confesó la cantante a la publicación, con una sinceridad que deja al descubierto las dificultades que ha enfrentado en su ascenso meteórico a la fama.
Lo más sorprendente es que, mientras el mundo veía a una adolescente conquistar los escenarios más importantes del planeta, Billie Eilish luchaba en silencio contra su cuerpo. Sus palabras reflejan la frustración de una joven que, en lugar de vivir su juventud libre de preocupaciones, ha tenido que aprender a lidiar con las limitaciones físicas que su condición le impone.
“Crecí escuchando a la gente decir, ‘Espera a que seas mayor. Vas a tener tanto dolor’. Y recuerdo sentirme furiosa”, expresó. El contraste entre la imagen pública de Eilish y la realidad de su vida diaria resulta impactante, pero al mismo tiempo humaniza a una de las artistas más influyentes de su generación.
Qué es la hipermovilidad y cómo afecta al cuerpo
La hipermovilidad es una condición en la que los ligamentos y las articulaciones de una persona se estiran más allá de lo que es típico, lo que puede llevar a un mayor riesgo de lesiones. En el caso de Billie Eilish, esta hipermovilidad la ha acompañado desde la niñez, afectando su vida diaria y sus presentaciones en vivo. La cantante ha admitido que, a menudo, se ha sentido como si estuviera “en guerra” con su cuerpo, enfrentando dolores crónicos desde que era niña.
“Sentía que mi cuerpo me traicionaba cada vez que subía al escenario”, explicó en una de sus entrevistas. A lo largo de los años, ha sufrido lesiones en la espalda, las piernas y otras partes de su cuerpo debido a la sobrecarga física que implica su carrera como intérprete y bailarina. Cada salto, cada movimiento coreografiado, cada concierto en el que entregaba todo de sí, venía acompañado de un precio: dolor muscular y lesiones que la dejaban agotada física y mentalmente.
Eilish también ha señalado que, a menudo, no podía disfrutar plenamente de su éxito debido a las limitaciones que le imponía su cuerpo. Para una artista cuyo trabajo depende tanto de la energía y el dinamismo que transmite en el escenario, convivir con este tipo de dolor constante es devastador. “Es como estar atrapada en un ciclo en el que nunca me siento del todo bien. Y eso, con el tiempo, te afecta emocionalmente”, confesó la cantante.
Impacto emocional: de la frustración a la depresión
La hipermovilidad no solo ha tenido un impacto físico en la vida de Billie Eilish, sino que también ha contribuido a sus problemas emocionales. En una entrevista con Rolling Stone, la joven reveló que ha sufrido de depresión debilitante desde su adolescencia, una condición que a menudo se ha visto agravada por sus problemas físicos. “Toda mi vida, nunca he sido una persona feliz, realmente. He sido una persona alegre, pero no una persona feliz”, declaró a la revista.
El dolor crónico y las lesiones recurrentes la han llevado a sentirse aislada, especialmente durante sus giras mundiales. A pesar de estar rodeada de miles de fanáticos en cada concierto, Eilish ha confesado que, durante mucho tiempo, sentía que vivía una especie de existencia temporal, esperando a que el dolor desapareciera, a que la vida “real” comenzara. “He tenido momentos muy oscuros en las giras”, reveló a Vogue. Durante años, consideró las giras como algo pasajero, algo que eventualmente terminaría, pero que nunca llegó a disfrutar plenamente debido a la carga física y emocional que implicaban.
Aunque la lucha de Billie Eilish con su cuerpo continúa, la artista ha comenzado a buscar maneras de transformar su relación con su carrera y con su salud física y mental. En su más reciente entrevista, mencionó que ha empezado a encontrar formas de disfrutar las giras y de hacer que su vida en el escenario sea más placentera. “Me di cuenta de que podía hacer las giras agradables. Ya no estoy interesada en esa soledad de antes”, afirmó.
Además, Eilish ha trabajado en su tercer álbum, Hit Me Hard and Soft, un proyecto que, según ella, la ha ayudado a reconectar con su yo más auténtico. A través de este proceso creativo, ha comenzado a sentirse más cercana a la versión de sí misma que existía antes de que la fama y los problemas físicos se interpusieran en su vida. “Es como si hubiera estado buscando a la chica que era antes de todo esto, y siento que, por fin, estoy empezando a encontrarla de nuevo”, confesó.
A pesar de los desafíos físicos y emocionales que ha enfrentado, Billie Eilish sigue siendo una de las artistas más influyentes de su generación. Si bien su hipermovilidad continúa siendo una parte significativa de su vida, Eilish ha demostrado una resiliencia impresionante al aprender a convivir con su cuerpo y a aceptar sus limitaciones sin que estas definan quién es como persona y como artista.