Las 10 peores películas de superhéroes, según Roger Ebert: cuando la acción no basta

El exitoso crítico de cine dio a conocer la lista de películas del género que, según él mismo, están llenas de clichés y vacías de narrativa rica o emocional

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Roger Ebert criticó la falta
Roger Ebert criticó la falta de equilibrio entre acción y narrativa en diversas adaptaciones de superhéroes

Desde las primeras adaptaciones de superhéroes a la pantalla grande hasta el auge de los universos cinematográficos de Marvel y DC, el género de películas de superhéroes ha sido objeto de elogios y críticas por igual. Roger Ebert, uno de los críticos de cine más influyentes de todos los tiempos, no fue la excepción. Ebert, conocido por su capacidad de apreciar tanto películas de autor como comerciales, se mostró muy crítico con aquellas películas de superhéroes que consideraba carentes de un equilibrio entre acción y narrativa. Para él, un buen filme de este género debía ofrecer no solo espectaculares efectos visuales, sino también personajes con profundidad, motivaciones claras y tramas que fueran más allá de un simple “buenos contra malos”. A continuación, exploraremos las diez películas que, en su opinión, se encuentran entre lo peor que el género ha producido.

Las 10 peores películas de superhéroes según Roger Ebert

X-Men Origins: Wolverine (2009)

Para Ebert, la historia de origen de Wolverine carece de profundidad y está plagada de clichés del género. Aunque el personaje interpretado por Hugh Jackman tiene potencial, la película dirigida por Gavin Hood se centra demasiado en la acción y no desarrolla adecuadamente la narrativa ni las motivaciones del protagonista. El crítico lamenta la falta de carisma del personaje y concluye que la cinta es una experiencia olvidable, tanto para el público como para Wolverine.

Batman & Robin (1997)

Ebert critica el uso excesivo de efectos visuales en esta entrega dirigida por Joel Schumacher y considera que la película es “maravillosa de ver, pero sin autenticidad”. Para él, la interpretación de George Clooney como Batman y Chris O’Donnell como Robin no logra explorar la complejidad emocional de los personajes, y sugiere que la franquicia debería haberse centrado más en el desarrollo de los protagonistas y menos en el espectáculo visual.

Batman & Robin destacó por
Batman & Robin destacó por su uso excesivo de efectos visuales sin explorar la complejidad emocional

Supergirl (1984)

En su crítica de Supergirl, Ebert destaca la falta de seriedad con la que se aborda la historia de Kara Zor-El y cómo esto afecta su conexión con la audiencia. La película intenta ser campy y humorística, pero no logra el equilibrio entre comedia y acción que caracteriza a otras películas del género. Ebert siente que la cinta no se toma en serio a sí misma y no aprovecha el potencial del personaje ni de la franquicia de Superman.

Thor (2011)

Aunque Chris Hemsworth debutó como Thor en esta película, Ebert la califica con una estrella y media, criticando su trama dispersa y su enfoque más comercial que narrativo. La falta de un villano convincente en Loki y el desarrollo superficial de los personajes son, según el crítico, los puntos más débiles. Aunque posteriormente reconoció algunos errores al evaluar el material original, mantuvo su postura sobre la falta de sustancia de la cinta.

Elektra (2005)

Para Ebert, Elektra, protagonizada por Jennifer Garner, sufre de una falta de identidad y claridad narrativa. La historia de la asesina que busca redimirse está repleta de secuencias de acción mal estructuradas y sin coherencia. El crítico lamenta la superficialidad del personaje, destacando que la película no explora adecuadamente sus motivaciones ni ofrece una trama sólida que permita a la protagonista brillar.

Elektra, con Jennifer Garner, fue
Elektra, con Jennifer Garner, fue descrita como una película sin identidad clara ni desarrollo sólido (20th Century Fox)

RoboCop 3 (1993)

La tercera entrega de la saga de RoboCop fue para Ebert un claro ejemplo de cómo una franquicia se desgasta con el tiempo. La película repite fórmulas y personajes sin ofrecer nada novedoso, lo que lleva al crítico a describirla como “una vieja idea con un poco de cromo fresco”. La falta de desarrollo y evolución de los personajes, especialmente del propio RoboCop, convierte esta entrega en una versión diluida y sin relevancia de sus predecesoras.

The League of Extraordinary Gentlemen (2003)

Ebert encontró que esta película, que reúne a varios personajes literarios como Allan Quatermain y Dorian Gray, no solo carecía de lógica, sino que también parecía improvisada. El crítico califica la trama como “incomprensible” y los diálogos como “idiotas”, lamentando el desperdicio de un concepto con tanto potencial. Para Ebert, la adaptación de la obra original no hace justicia a los personajes ni a la narrativa, dejando una impresión caótica y mal ejecutada.

Catwoman (2004)

Halle Berry protagoniza esta película que, según Ebert, desaprovecha la oportunidad de explorar a fondo la complejidad del personaje. El crítico considera que la cinta se centra demasiado en la apariencia física de Berry y ofrece una trama superficial y predecible. La transformación de Patience Phillips en Catwoman no se explora emocionalmente, y la historia sobre una conspiración en una compañía de cosméticos es, para Ebert, genérica y sin innovación.

Según Ebert, Gatúbela es "un
Según Ebert, Gatúbela es "un despliegue de estilo y belleza que se queda sin profundidad, desaprovechando la oportunidad de explorar a fondo a la icónica antiheroína" (Warner Bros.)

The Spirit (2008)

Dirigida por Frank Miller, The Spirit es descrita por Ebert como un caso de “estilo sin sustancia”. Aunque la estética visual es atractiva, el crítico lamenta que la película no desarrolle adecuadamente a sus personajes ni ofrezca una trama coherente. La falta de profundidad y conexión emocional hace que el filme se sienta vacío y poco satisfactorio, pese a sus intentos de crear una atmósfera estilizada similar a otros trabajos de Miller.

Fantastic Four (2005)

Encabezando la lista de Ebert como la peor película de superhéroes, Fantastic Four decepciona al crítico por la falta de autenticidad y emoción en sus personajes. La reacción apática de los protagonistas ante sus transformaciones y el guion simplista hacen que la película no aproveche su potencial narrativo. Para Ebert, el filme es un intento fallido de iniciar una franquicia rentable, sin ofrecer la profundidad y el desarrollo necesarios para conectar con el público.

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