Tras el éxito “Son como niños” en 2010, una comedia que recaudó más de 270 millones de dólares (tres veces su presupuesto), Adam Sandler, protagonista y productor de la película, decidió que las sonrisas no eran suficientes para agradecer a sus compañeros de reparto ¿Qué hizo? Les regaló a cada uno un Maserati de 200.000 dólares. La cinta reunió a varios de los comediantes más populares de la época, como David Spade, Kevin James, Chris Rock y Rob Schneider, quienes formaron un elenco cómico que se conectó con la audiencia.
La trama de la película es sencilla y familiar: cinco amigos de la infancia se reencuentran tras 30 años, lo que da pie a una serie de situaciones cómicas y nostálgicas. La química entre los protagonistas, combinada con el estilo de humor característico de Sandler y la inclusión de temas sobre la amistad, la familia y la diversión sin complicaciones, atrae tanto al público adulto como a los jóvenes. Este enfoque logró posicionar a la comedia como una de las películas más taquilleras de su género en el año de su lanzamiento.
El gran éxito de “Son como niños” llevó a Sandler a expresar su gratitud hacia sus compañeros de reparto de una manera muy particular y extravagante. Sin previo aviso, se encontraron con un Maserati estacionado en la entrada de sus casas. El gesto no solo sorprendió a los destinatarios, sino que también se convirtió en una noticia destacada en la industria del entretenimiento.
La reacción de los actores al inesperado regalo fue una mezcla de sorpresa, gratitud y humor. Chris Rock, uno de los compañeros de reparto y amigo cercano del actor y productor, bromeó sobre el generoso gesto al descubrir el Maserati en la entrada de su casa. Durante la promoción del DVD de “Son como niños”, Rock dijo: “Salí el otro día y tenía un Maserati nuevo en la entrada. Ahora creo que soy la zorra de Adam Sandler”. Esta declaración reflejaba el tono relajado y humorístico del grupo, quienes compartían una fuerte amistad tanto dentro como fuera de la pantalla.
Por su parte, David Spade, Kevin James y Rob Schneider también se vieron gratamente sorprendidos por la acción de Sandler. Si bien hubo bromas sobre alguna “condición oculta” detrás del regalo, todos los involucrados reconocieron que la acción fue una muestra genuina de agradecimiento por el éxito de la película y la experiencia compartida.
“Son como niños” fue una producción que reunió a viejos amigos y cómicos con los que Sandler había trabajado en numerosas ocasiones, por lo que el rodaje se convirtió en una experiencia divertida y cercana, casi como un reencuentro entre amigos de la vida real, similar a la trama de la película. El actor se llevó una parte significativa de las ganancias como productor a través de su empresa Happy Madison, por lo que quiso compartir ese éxito con quienes lo acompañaron en el proyecto.
La película mezcla la nostalgia con el humor familiar, explorando temas como la amistad, la paternidad y la madurez, aunque siempre con el tono ligero y desenfadado que caracteriza a Sandler y su estilo cómico. Los personajes, a lo largo de la película, redescubren la importancia de las relaciones y el valor de los momentos simples, con situaciones de humor físico y diálogos ingeniosos que hacen reír a todas las edades.
La química natural entre los protagonistas fue fundamental para que la historia funcionara, haciendo que el espectador se sintiera parte de esa reunión de amigos que intentan mantener la alegría y la espontaneidad de la infancia a pesar de los años.