En 2009, el mundo del entretenimiento adolescente estaba dominado por sagas sobrenaturales como Crepúsculo, cuando Nina Dobrev apareció en las pantallas para marcar su propio legado. La serie Crónicas Vampíricas (The Vampire Diaries), basada en los libros de L.J. Smith, le ofreció a Dobrev el papel protagónico de Elena Gilbert, una joven que pierde a sus padres y se ve inmersa en un mundo de vampiros, brujas y hombres lobo en la ficticia ciudad de Mystic Falls. La serie catapultó a Dobrev al estrellato, posicionándola como una de las actrices más destacadas del momento.
Lo más llamativo de su actuación fue la capacidad de interpretar a múltiples personajes al mismo tiempo, entre ellos Elena, Katherine Pierce y Amara, mostrando su versatilidad y talento. Este reto actoral la consolidó como una de las actrices más talentosas de la televisión juvenil, pero también significaba largas jornadas de grabación, en las que a menudo tenía que interpretar varias versiones de sí misma en una misma escena.
Sus orígenes
Nikolina Kamenova Dobreva, más conocida como Nina Dobrev, nació el 9 de enero de 1989 en Sofía, Bulgaria, pero se mudó con su familia a Canadá cuando tenía solo dos años. Fue en Canadá donde descubrió su pasión por el arte. Aunque inicialmente comenzó a estudiar Sociología en la Universidad de Ryerson, pronto decidió abandonar sus estudios para seguir su verdadero llamado: la actuación.
Su primer gran papel llegó en 2006, cuando fue seleccionada para interpretar a Mia Jones en la popular serie juvenil canadiense Degrassi: La nueva generación. Este papel no solo le abrió las puertas de la industria televisiva, sino que la preparó para lo que vendría después: convertirse en la cara de una de las series más importantes de la década.
Controversias y salida de Crónicas Vampíricas
A pesar del éxito, en 2015, después de seis temporadas, Nina Dobrev sorprendió al mundo al anunciar su salida de Crónicas Vampíricas. Esto provocó una ola de especulaciones, ya que muchos asociaron su decisión con su relación sentimental con el coprotagonista Ian Somerhalder, quien interpretaba a Damon Salvatore. La pareja mantuvo una relación durante el rodaje, pero tras su ruptura, los rumores señalaron que esto podría haber influido en su deseo de dejar el show. Aunque la joven siempre ha afirmado que su plan original era participar solo durante seis años, las especulaciones sobre tensiones en el set nunca desaparecieron.
Tras su salida del show en 2015, la actriz buscó diversificar su carrera, incursionando en proyectos cinematográficos. A pesar de las expectativas, muchos de los filmes en los que participó no lograron el éxito esperado. Películas como Enganchados a la muerte (Flatliners, 2017), un thriller de ciencia ficción que intentaba revivir el éxito de su versión original de los 90, y xXx: Reactivated (xXx: Return of Xander Cage, 2017), una película de acción junto a Vin Diesel, pasaron desapercibidas por la crítica y el público.
Aun así, Dobrev no dejó de trabajar, manteniéndose activa en la industria con papeles en películas como ¡Qué duro es el amor! (Love Hard, 2021) y Unos suegros de armas tomar (The Out-Laws, 2023), ambas producciones originales de Netflix. Aunque estos proyectos le permitieron seguir en el ojo público, ninguno de ellos logró posicionarse como un gran éxito comercial o crítico, lo que llevó a que muchos se preguntaran si podría replicar el éxito de su papel como Elena Gilbert.
Presente y vida personal
A pesar de los altibajos profesionales, la vida personal de Nina Dobrev parece estar en un momento muy positivo. Desde 2020, mantiene una relación con el medallista olímpico de snowboard Shaun White. La pareja ha compartido momentos destacados en sus redes sociales y ha sido vista junta en importantes eventos, como los Juegos Olímpicos de París 2024 y la Semana de la Moda de Nueva York en septiembre de ese mismo año, donde Dobrev deslumbró en el desfile de primavera-verano 2025 de Carolina Herrera.
Además, la actriz ha seguido involucrada en el activismo, especialmente en temas relacionados con la conservación marina y la protección de los tiburones, a través de su trabajo con la organización Oceana. Este compromiso con causas medioambientales refleja una faceta más profunda de su vida fuera de las cámaras.
A pesar de que su carrera no ha alcanzado los niveles de éxito que muchos preveían tras su salida de Crónicas Vampíricas, la actriz sigue siendo una figura querida por sus fanáticos y continúa buscando nuevos desafíos tanto en el cine como en su vida personal.